Matilde Gil, la abuela más llamada por su familia
Su móvil no tiene teclas, se controla a distancia y realiza videollamadas sin que ella tenga que hacer nada; habla unas cinco veces al día con sus nietos
Se llama Matilde Gil Cano, el pasado sábado cumplió 93 años, vive en su casa con huerta en Abarán y es la abuela más llamada de la Región de Murcia utilizando la 'start-up' Maximiliana, especialmente diseñada para personas mayores. Matilde tiene cuatro hijos en Francia y una en Molina de Segura, que la llama mucho, y consiguió uno de estos móviles sin teclas cuando su nieta Lourdes Poveda vio un reportaje en la televisión, buscó información en internet y pensó que quizás podía facilitar las cosas en casa con su abuela. Hoy hacen llamadas a tres «cada uno en su convento».
Al principio, Matilde no quería el teléfono Maximiliana, que surgió de la necesidad. Su creador, Jorge Terreu, estaba estudiando en Francia y siempre había estado muy unido a su abuela Maximiliana, de 92 años. Aunque la llamaba constantemente, las cosas no salían bien porque ella no se apañaba con el teléfono y hacer una videollamada se convertía en misión imposible. Entonces, él, que es informático, ideó una manera más sencilla de conectarse con su abuela de manera que ella no tuviera que hacer nada cuando le sonaba el teléfono. Bastaba con sostenerlo en la mano porque él lo descolgaba desde su dispositivo. Fue así como diseñó una 'start-up' que podía controlar a distancia el móvil de su abuela para que, por ejemplo, al entrar una videollamada, Maximiliana pudiera atenderla sin ningún esfuerzo, sólo pinchando en la foto de quien llama, que aparece en la pantalla de inicio. También a distancia le controla la batería, los mensajes que le entran. los SMS y las fotos que hace.
Pasa una media de 61 minutos al día hablando por teléfono: «He cogido a tu hermano en Valencia y lo solté en Madrid»
Su invento le solucionó la comunicación con su abuela, pero luego pensó que quizás él no era el único que tenía ese problema y que el móvil Maximiliana podía unir a muchas más familias.
Uniendo familias
Y así fue. A día de hoy, más de 10.000 personas de toda España se comunican con sus hijos y nietos a través de móviles Maximiliana. De hecho, en la Región quienes lo utilizan hablan una media de ocho minutos al día. En el caso de Matilde Gil, la abuela más llamada de todos, son 61 minutos diarios, hablando con sus hijos y, sobre todo, con su nieta Lourdes y su hermano, que trabaja como transportista y pasa parte de los trayectos hablando con su abuela. «He cogido a tu hermano en Valencia y hemos terminado en Madrid», le comenta a Lourdes.
«Hablamos del día, de cómo está, qué vamos a comer y a cenar. Siempre me cuenta algo de ella. Se acuerda mucho de mi abuelo [ya fallecido]. Ella se crio con las monjas porque su madre murió temprano y lo conoció y se casaron. Ella era de Blanca y él de Abarán. Trabajó hasta los cincuenta años de conserje en un edificio de 15 plantas en Francia. Me cuenta cómo bajaba y subía constantemente las escaleras. Luego se vinieron a Abarán, compraron una casa con huerta y aquí sigue. Ella me habla mucho de su marido, de lo guapo que era. Me dice si ha venido el chico que trabaja en la huerta».
Diez mil personas en España ya se comunican con este dispositivo, que «surgió de la necesidad», recuerda su creador
Matilde lleva ya un año usando el móvil Maximiliana, pero al principio, como todo, le costó porque no escuchaba las llamadas. Entonces hablaron con los creadores, le cambiaron y regularon el tono y la cosa empezó a funcionar mejor de lo que esperaban. De hecho, ella no lo quería y ahora cuando la nieta le propone cortar la suscripción de 25 euros al mes, se niega en rotundo. «No voy a volver a llamar con móvil de teclas», le responde.
«Mi abuela me llama hasta cinco veces al día. Hablamos una media de quince minutos, pero mi hermano trabaja en la carretera y a lo mejor hablan una hora diaria. Cogí el móvil por las videollamadas. Ella sabe que se descuelga solo. Me he mudado y le enseño la casa antes de que venga a verla». Su hermano, añade, le pone música y entre los dos se ponen a cocinar y a bailar. «La lleva loca».
Más seguridad
Antes del móvil Maximiliana, Lourdes dice que hablaba mucho con su abuela, pero ella no entendía el teléfono. Ahora lo lleva con más seguridad. «Se siente que lleva un móvil como nosotros. A ella le encanta», insiste.
En el teléfono de Matilde aparecen el nombre y fotos de las personas a las que ella quiere llamar. «Sabes el porcentaje de batería que tiene y para ella es muy sencillo acceder a la cámara o a la linterna. Le hace fotos a su perro», cuenta.
Para Lourdes, es muy importante mantenerse en comunicación con su abuela. «Mi madre está lejos y mi abuela es mi segunda madre. Si estoy triste, a quien se lo cuento es a ella».
En el 'ranking' nacional, Matilde Gil, de Abarán, quedó en el puesto 18, entre los abuelos más llamados por su familia. Para elaborar la lista, el nieto de Maximiliana analizó 200.000 llamadas. Actualmente, la media de edad del equipo de Maximiliana es de 24 años, y la edad promedio de sus usuarios es de 84. «La generación más joven trabajando para la mayor», resume Jorge Terreu.