La maternidad tardía y los nuevos modelos de familia disparan la fecundación 'in vitro' en la Región de Murcia
Los procesos de reproducción asistida aumentan un 33% en menos de diez años. La conservación de óvulos está también en auge entre mujeres que temen la pérdida de fertilidad
Cristina Bermejo y María Pilar Fernández, integradoras sociales de Cartagena, decidieron en 2019 que había llegado el momento de ser madres. Sabían que el proceso ... podía ser largo y no había garantía de éxito. «Fuimos a todas las clínicas de la ciudad, y al final nos decimos por el Instituto Bernabeu. Nos convenció el trato y la información que nos dieron», cuentan. Optaron por el conocido como método ROPA: Cristina, que tenía entonces 36 años, se sometió a la estimulación ovárica. Una vez extraídos, los ovocitos fueron fecundados 'in vitro' con semen de donante. María Pilar, que contaba con 29 años, recibió el embrión.
«Es un proceso que vives con incertidumbre, tienes que estar muy mentalizada», explican las madres. «El primer intento no funcionó. Son momentos complicados y te enfrentas con cosas desconocidas», confiesa Cristina.
En la transferencia de un segundo embrión sí hubo éxito y, a partir de ahí, el embarazo «fue muy bien». A los nueve meses nació Mario, que hoy tiene 5 años. «Es un niño muy bueno, se porta muy bien», asienten sus madres ante la observación de lo tranquilo que asiste a la entrevista. Quizá la calma no sea tanta cuando se arranca con la percusión. «Lleva dos años en la Escuela de Música y va a empezar tercero. Ahora quiere aprender también a tocar la trompeta», cuentan. Esta pasión le viene a Mario de familia. Cristina, que trabaja en un centro para personas con discapacidad intelectual, se lanza a la percusión con su chirigota en cada carnaval cartagenero.
Mientras Mario sonríe a la cámara de fotos y escucha tranquilo a sus madres, su hermano Lucas duerme a pierna suelta. Tiene solo 23 días, y también ha nacido tras un proceso de reproducción asistida. En este caso, es María Pilar la que se sometió a la estimulación ovárica. «Yo tengo ahora 42 años -explica Cristina-, con lo que mi tasa de éxito es menor».
Por el camino, entre Mario y Lucas, hubo otro intento fallido. «Fue más traumático y doloroso. Decidimos parar y volver a intentarlo cuando nos recompusiésemos. Así lo hicimos. Con Lucas estábamos muy mentalizadas, no teníamos prisa, pero fue todo muy rápido y bien».
Como Cristina y María Pilar, muchas familias con dos madres -o monoparentales- han recurrido a la reproducción asistida en los últimos años en la Región de Murcia y en toda España. Pero el auge de estos procedimientos -la fecundación 'in vitro' y la inseminación artificial, fundamentalmente- vienen también del retraso en la maternidad y de los crecientes problemas de esterilidad masculina.
En 2022 (último año con datos disponibles) se llevaron a cabo en la Región de Murcia 4.209 ciclos de fecundación in vitro (FIV), un 33% más que en 2014, según los registros de la Sociedad Española de Fertilidad y el Ministerio de Sanidad. La tendencia en el resto de España fue muy similar. Por ciclo de reproducción asistida se entiende el proceso que va desde la estimulación y la punción ovárica, para obtener los ovocitos, a las transferencia embrionarias.
En toda España nacieron 39.546 niños gracias a la reproducción asistida en 2022. Representan el 12% de todos los nacimientos registrados ese año en el país. Esto significa que más de uno de cada diez niños nacen ya ayudados por procedimientos de fecundación 'in vitro' o inseminación artificial.
No hay datos por comunidades autónomas, pero sí están disponibles las cifras de la Unidad de Reproducción Asistida de La Arrixaca, donde se ha pasado de 1.016 ciclos en el año 2020 a 1.422 en 2024. Gracias estos procedimientos nacieron 161 niños en 2021, y 199 en 2024. El incremento es muy destacado, del 23,6%.
Pero, además de la sanidad pública, en la Región hay una decena de clínicas privadas de reproducción asistida. El sector ha vivido un auténtico 'boom' en las últimas décadas, y tradicionalmente la mayoría de madres han optado por estos centros ante las largas listas de espera de la sanidad pública y las limitaciones en los criterios de acceso. En La Arrixaca, el tope para acogerse a estos tratamientos está en 40 años, mientras en los centros privados se atiende a mujeres de hasta 50, generalmente.
De los 25 a los 32 años
Carlos Alvarado, ginecólogo del Instituto Bernabeu de Cartagena, confirma el incremento de la demanda de reproducción asistida. «La edad de las madres va al alza. En 1980, las mujeres tenían el primer hijo sobre los 25 años, y ahora la edad media ronda los 32. A mayor edad, menor fertilidad», explica.
La Región de Murcia no es ajena a esta tendencia, aunque la elevada presencia de población de origen inmigrante desde la primera década de los 2000 hace de la comunidad el territorio con una maternidad más joven, junto con Ceuta y Melilla. Las madres de la Región tienen su primer hijo, de media, a los 30,37 años. Son dos más que en la década de los 80.
Detrás de este retraso en la maternidad «hay factores sociales, económicos y personales», recuerda Alvarado. El 36% de las mujeres que fueron madres en 2023 en la Región tenían de 35 años en adelante. En toda España, el porcentaje supera el 40%.
«El periodo de máxima fertilidad de una mujer se sitúa entre los 20 y 35 años. A partir de ahí, y en líneas generales, se produce una disminución de la fertilidad que es más acusado a partir de los 40». La posibilidad de un embarazo espontáneo a los 43 años «ronda el 3%», y a partir de los 45, baja del 1%.
La reserva ovárica disminuye, y a partir de los 43 o 45 años hay «serias dificultades» de conseguir el embarazo incluso con reproducción asistida si se utilizan los propios óvulos, que van perdiendo calidad. Por eso, a partir de estas edades «optamos por ir a ovocitos donados», aclara Alvarado. Otra opción, en auge, es la criopreservación de los propios óvulos «antes de los 35» para tener opciones de maternidad en el futuro.
La edad media de las mujeres que se acercan a clínicas como el Instituto Bernabeu «ronda los 39 o 40 años», pero algunas superan los 45.
Precisamente, los 40 son la edad límite para acceder a la fecundación 'in vitro' o a otras técnicas en La Arrixaca. Este tope contrasta con el establecido en otras comunidades. La sanidad pública madrileña cubre hasta los 45 años, y lo hace además en 17 hospitales, ocho de los cuales ofrecen tanto fecundación in vitro como inseminación artificial. Es una apuesta que se encuadra en el fomento de la natalidad, y que también comparte Galicia, con un ambicioso Plan gallego de reproducción humana asistida 2024-2028.
Prevenir la esterilidad
En un contexto de baja natalidad y crecientes problemas de fertilidad, el impulso a las unidades de reproducción asistida es una apuesta estratégica, pero los expertos coinciden en que hay ir más allá. Por ejemplo, abordando los factores económicos y sociales -entre ellos el acceso a la vivienda- que pueden empujar a muchas mujeres a ser madres más tarde de lo que desearían. También es fundamental la prevención. «Preservar la fertilidad no es solo congelar óvulos, es también concienciar del efecto de los tóxicos, como el alcohol. Los hábitos de vida influyen muchísimo en la fecundidad. Tiene que haber información», reflexiona Jesús Álvarez, jefe de la Unidad de Reproducción Asistida de La Arrixaca.
Junto con el retraso en la maternidad, también la pérdida de calidad seminal de los hombres lleva a muchas parejas hasta estas unidades o centros. «En el varón nos encontramos con muchos problemas con los tóxicos», subraya Álvarez. El consumo de anabolizantes o esteroides en busca de una mejor forma física puede afectar a la cantidad de espermatozoides. Practicar el ciclismo de forma muy intensa también puede tener consecuencias en la calidad seminal. No hay que olvidar tampoco los potenciales efectos de la contaminación. Investigadores de la Universidad de Murcia y del centro de fertilidad Next Fertility Murcia han documentado este año la presencia de microplásticos en muestras seminales y ováricas.
«Hay estudios que señalan que la calidad seminal en la Región de Murcia es menor que en otras comunidades, y eso podría estar dificultando los embarazos espontáneos. Aquí, nosotros vemos mucha patología masculina, desde leve a severa. A veces la causa es idiopática, no la conocemos. Pero aunque la conozcamos, en muchas ocasiones se necesita de técnicas de reproducción asistida», confirma Carlos Alvarado, ginecólogo del Instituto Bernabeu de Cartagena.
Pacientes extranjeros
Pero en el auge de la reproducción asistida que ha vivido la Región de Murcia en las últimas décadas hay otro factor muy importante: el aumento de pacientes extranjeros, que en muchos casos encuentran en España una legislación menos restrictiva que en sus países de origen, así como precios más competitivos y una atención de calidad. «Tenemos pacientes que vienen de fuera, y contamos con protocolos adaptados para ellos. Hay que tener en cuenta que en algunos países no está permitida la donación de gametos», recuerda Carlos Alvarado.
Cristina Bermejo y María Pilar Fernández, con sus hijos Mario y Lucas, son ejemplo de cómo la reproducción asistida ha ayudado a muchas familias. Las técnicas son cada vez más precisas y aportan mayores tasas de éxito, aunque para embarcarse en esta aventura hay que tener primero una información completa sobre las alternativas y las posibilidades de éxito. «La gente a veces no entiende todo el proceso que hay que seguir para llegar hasta aquí. Cuando ven a Mario y a Lucas, algunos se sorprenden y dicen: se llevan muchos años. Como si esto fuera tan fácil», confiesan.
No lo es, pero todo cobra sentido en una casa llena de vida, con Mario aporreando la batería, o las cacerolas, y entusiasmado ante la llegada de su hermano Lucas, seguramente con la esperanza de que se sume en breve a la orquesta.
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La criopreservación de óvulos «se ha triplicado en los últimos años»
La criopreservación de óvulos es una opción cada vez más frecuente para muchas mujeres que quieren ser madres pero que, por diferentes factores, posponen la maternidad. Este procedimiento permite conservar los propios óvulos para su uso en el futuro, aumentando la probabilidad de éxito de la reproducción asistida. Según el Instituto Bernabeu, el número de mujeres que se acogen a la criopreservación «se ha triplicado en los últimos años».
Solo en 2022 se registraron 2.500 vitrificaciones en toda España, de acuerdo a las cifras de la Sociedad Española de Fertilidad. «Lo más habitual es que las mujeres empiecen a plantearse la congelación de óvulos a partir de los 30, pero lo ideal sería hacerlo antes», avisa Alicia Herencia, ginecóloga y coordinadora de la unidad de criopreservación de ovocitos de Instituto Bernabeu. «A partir de los 35 años, la baja cantidad y calidad de los ovocitos obliga en muchos casos a repetir los procesos de estimulación y extracción para conseguir el embarazo. Sin embargo, cuando este procedimiento se realiza a edades más tempranas el rendimiento de los tratamientos y las tasas de éxito mejoran mucho, ya que la respuesta ovárica es mejor y normalmente se requiere menor carga hormonal para realizar el proceso de estimulación», detalla.
«Nos llegan sobre todo mujeres de 34 o 35 años que son conscientes de que a partir de esa edad puede empezar a disminuir la fertilidad», confirma el ginecólogo Carlos Alvarado, del Instituto Bernabeu en Cartagena.
A esta opción se acogen también mujeres que van a pasar por un tratamiento médico que puede afectar a su fertilidad.
Pero la criopreservación de óvulos es solo uno de los avances que se han ido alcanzando en reproducción asistida.
Avances en la tecnología
En la gran mayoría de los casos, en la fecundación in vitro se transfieren actualmente embriones que han llegado al estado de blastocito, tras unos cinco días de cultivo. «De esta forma hay menos embriones, pero con más capacidad de implantación», subraya Jesús Álvarez, jefe de la Unidad de Reproducción Asistida de La Arrixaca. También se está generalizando el test genético preimplantacional, que permite seleccionar embriones libres de determinadas enfermedades de base genética.
Desde hace más de una década, el test preimplantacional ha permitido tener hijos a muchos padres y madres portadores de alteraciones genéticas que podían causar graves enfermedades a su descendencia.
Hay sin embargo asignaturas aún pendientes, y una de ellas es la transparencia. Los informes de la Sociedad Española de Fertilidad no permiten a día de hoy conocer con exactitud las tasas de éxito de las diferentes clínicas, lamenta Jesús Álvarez.
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