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Ana Martínez Vidal se resiste a la derrota y mantiene la votación de hoy
Las denuncias de la corrupción popular y los 24 puntos de su acuerdo con el PSOE centran el discurso de la candidata a la presidencia
La trastabillada carrera de Ana Martínez Vidal hacia el palacio de San Esteban se truncó definitivamente a la hora de comer, cuando Juan José Liarte y sus diputados libres de Vox descartaron votar a favor de su moción de censura con el PSOE, algo ya de por sí complicado.
Ella sí parecía albergar esperanzas cuando subió a la tribuna de oradores de la Asamblea a presentar su programa de gobierno como candidata a la presidencia de la Comunidad. Lo delata el «sí, sí, ya veréis cómo acaba esto» que soltó en la cara a «las tránsfugas» Isabel Franco y Valle Miguélez, dos de las tres personas que han impedido su propósito. Todavía no se daba por vencida pese al anuncio de Liarte, pues hasta las ocho de la tarde no se comentó desde Ciudadanos ni una sola palabra sobre el 'no' de los expulsados del partido de Santiago Abascal. La votación de la moción de censura se mantiene.
Cuarenta minutos
Ana Martínez Vidal se enfrentaba a su primer gran examen parlamentario. Le tocaba exponer su proyecto para la Región después de escuchar entero el bronco debate político desde el escaño en el que se sentaba Valle Miguélez, junto a Juan José Molina.
«¿Cuántas personas han fallecido en la Región porque las vacunas que les correspondían se las pusieron políticos del Partido Popular?»
No tenía límite de tiempo y empleó cuarenta minutos para su discurso, estructurado en dos bloques. La primera parte, dedicada a justificar la ruptura por sorpresa, y de forma unilateral, del acuerdo de gobernabilidad que unía a Ciudadanos con el Partido Popular para toda la legislatura. La segunda, a exponer los 24 objetivos del programa acordado con los socialistas.
La candidata empezó pidiendo perdón a los murcianos «por el esperpento de la última semana» y también solicitó disculpas por haber pactado con el PP hace dos años tras las elecciones. Arremetió con toda la dureza contra sus hasta hace unos días socios, hasta el punto de preguntarse «cuántas personas han fallecido en la Región porque las vacunas que les correspondían se las pusieron políticos del Partido Popular». Martínez Vidal admitió que «presentar una moción de censura en plena pandemia es una irresponsabilidad», así como una decisión difícil para su partido, pero matizó que «cuando la corrupción ahoga a un Gobierno se convierte en una obligación».
«El PP no sabe gobernar en coalición, piensa que la Región es su cortijo y solo nos ha puesto trabas»
También dio duro a los «tránsfugas». A Isabel Franco y Valle Miguélez las tenía a unos metros. «Algunos en esta Cámara tienen una moral muy laxa», espetó a sus excompañeras. «Eso tú, eso tú», le respondía la vicepresidenta. También le hacía gestos desde su escaño el portavoz del PP, Joaquín Segado, y la diputada Isabel María Sánchez, que se llevó una advertencia del presidente de la Asamblea, Alberto Castillo. «Se han vendido por 76.000 euros y un chófer. Es el mayor caso de corrupción política de la historia de la Región», continuaba la coordinadora de Ciudadanos.
«El PP no sabe gobernar en coalición, piensa que la Región es su cortijo y solo nos ha puesto trabas y obstáculos en el Gobierno», resumió la aspirante como pretexto para la ruptura de López Miras, al que reprochó que incumplir acuerdos como la vuelta a la presencialidad y el desarrollo de la ley del Mar Menor. También otras decisiones adoptadas en el Comité Covid (del que ella formaba parte), como el cierre de la hostelería en municipios en los que la incidencia del coronavirus no era elevada.
«El Gobierno de la dignidad publicará la lista de vacunados VIP y realizará una auditoría del Servicio Murciano de Salud»
«Es hora de acabar con 26 años de corrupción, abuso de poder, capitalismo de amiguetes y de impunidad» en una tierra con «algunos de los peores registros socioeconómicos del país», sostuvo la candidata naranja.
«Gobierno de dignidad»
A continuación, empezó a desgranar el proyecto de gobierno compartido con los socialistas, que presentó unas horas antes con el secretario general del PSRM, Diego Conesa. «El Gobierno de la dignidad», lo llamó. Un término este acuñado por Iván Redondo, pues fue el que utilizó Pedro Sánchez en su moción de censura contra Mariano Rajoy.
El programa se compone de 24 puntos, a cumplir en los 24 meses que restan para las elecciones autonómicas de 2023. Nadie puede negar que tiene un toque liberal. Anunció que no habrá subidas de impuestos y garantizó la defensa de la educación concertada –«junto a la pública», matizó–, así como el impulso de la «dársena de contenedores de El Gorguel». Curiosamente, el PSOE nunca ha sido partidario de este último proyecto. Tampoco firmaron los socialistas el pacto de violencia de género, también incluido en el plan.
«Algunas personas en esta Cámara tienen la moral muy laxa. Se venden por 76.000 euros y un chófer»
Algunas medidas de aplicación inmediata serían la publicación de la lista de vacunados VIP, donde insiste en que hay «familiares y allegados» del Partido Popular, y el regreso inmediato de la presencialidad en las aulas. También la tramitación de la Ley de Buen Gobierno, cuya toma en consideración se iba a debatir en la Asamblea el mismo día que se registró la moción de censura, y la ley de Servicios Sociales, tramitada asimismo en la Cámara.
El Ejecutivo «de la dignidad» presidido por ella elaboraría, de igual, una auditoría integral en el Servicio Murciano de Salud (SMS), «más necesaria que nunca porque la pandemia ha hecho que ustedes disparen el gasto de manera descontrolada y opaca». También un poco concretado refuerzo de la Atención Primaria
Otros anuncios fueron el aumento en 148 millones del techo de gasto, el incremento de la inversión ciencia hasta el 2% del PIB y la creación –se supone que por parte del Gobierno de España– de un fondo de nivelación de 270 millones para compensar los perjuicios del sistema de financiación autonómica. De la estructura del Ejecutivo, solo avanzó que habría una consejería de Transición Ecológica.
Morell se marcha
Mientras tanto, la desbandada en Ciudadanos. El exdiputado Miguel López-Morell solicitó a principios de semana su baja como afiliado. El profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Murcia había sido designado hace unos meses por Martínez Vidal coordinador del grupo de trabajo de universidades. Ya no puede aguantar más.