Los hidros vuelven a amerizar en la orilla del Mar Menor

Como hace un siglo, los hidroaviones volvieron este fin de semana a colarse en el paisaje del Mar Menor. Junto a la que fue la primera base de hidros de España, donde se pudo ver el primer vuelo en el país de uno de estos aparatos híbridos en 1915, los turistas contemplaron en el festival Splash una exhibición aérea, conferencias históricas y simuladores aéreos en la playa. Los hidros llegaron desde la localidad mallorquina de Pollensa, donde se reunieron tras volar desde sus países de origen, principalmente Italia, Suiza y Austria. Desde la isla balear despegaron hacia la costa alcazareña para ser recibidos por cientos de espectadores reunidos en las playas del Mar Menor.

Una de las principales atracciones del festival anual fue el avión apagafuegos del Grupo 43 del Ejército del Aire y del Espacio, que está desplegado en Mallorca para la lucha contra los incendios forestales. El piloto demostró el alto adiestramiento que requieren estos aviones anfibios para remontar el vuelo con cada toma de agua -de unas seis toneladas- en una peligrosa maniobra en el mar, donde interfiere el viento y el oleaje.

El concejal de impulso Económico y Dinamización Comercial, Pedro José Sánchez, destacó «el lleno que ha generado el festival en los hoteles y restaurantes de Los Alcázares, por el poder de atracción que ejerce la aeronáutica, sobre todo este tipo de aviones ya tan escasos y difíciles de ver».

Las actividades paralelas han contado con una alta demanda, como las visitas a la base de hidros y las conferencias históricas, organizadas por la asociación Los Alcázares EcoCultural, que hace más de una década comenzó a recuperar y divulgar la tradición aeronáutica del municipio, donde se produjeron hitos históricos como el inicio del vuelo Los Alcázares-Nueva York en 1929 en un hidroavión Dornier-Wall tripulado por Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Modesto Madariaga y González Gallarza.

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