Lorca contará con dos zonas de bajas emisiones en las que no se aplicarán prohibiciones ni sanciones
Se instalarán 22 cámaras con lectores de matrícula que se incorporarán al circuito de videovigilancia de la Policía Local
La ciudad de Lorca contará con dos zonas de bajas emisiones, una más amplia que abarca el centro de la ciudad entre la alameda de Menchirón y el residencial Miguel Ángel y el casco antiguo y otra delimitada en la zona de la plaza de toros, los colegios de Las Alamedas, instalaciones deportivas de este entorno y el hospital Virgen del Alcázar.
La concejala de Urbanismo, María Hernández, dijo que el Ayuntamiento ha estado trabajando en el proyecto de implantación de las zonas de bajas emisiones durante todo el año y que se han mantenido reuniones informativas con hosteleros, taxistas, repartidores y operarios de limpieza y asociaciones como Lorca Biciudad, la de personas con discapacidad física Asdifilor, las federaciones de asociaciones de vecinos y de mujeres, el Consejo de la Juventud y el Foro Casco Histórico.
Durante la redacción del proyecto se instalaron dos sensores de medidores de la calidad del aire en la zona de La Merced y en el centro cultural, junto a la avenida Juan Carlos I, y de los valores registrados durante los últimos tres meses se deduce que los niveles de contaminación por tráfico de vehículos son muy bajos, se ajustan a la normativa nacional y europea y cumplen con los objetivos marcados a medio y largo plazo. Anunció que las mediciones se seguirán realizando para hacer las modificaciones pertinentes en el caso de que se alteren los valores.
De forma complementaria también se instalaron sonómetros que mostraron valores ligeramente superiores a los límites marcados en la legislación para suelos de uso sanitario, docente y cultural. Detalló que de los aforos que se realizaron se desprende que en la avenida Juan Carlos I el 17,5% de los vehículos no cuentan con distintivo ambiental, un 36,1% tiene distintivo B y un 45% tiene distintivo C. Solo el 4,2% tiene el distintivo ECO y solo el 1% el de 0 emisiones.
La edil explicó que se distribuirán en las dos zonas de bajas emisiones 22 cámaras con lectores de matriculas para estudiar la movilidad de vehículos, sus características y su número para adaptar las zonas de bajas emisiones a la situación real del municipio. Tendrán también una función de vigilancia porque las cámaras que se instalen se incorporarán al circuito de seguridad de la Policía Local.
Aseguró que no es prioritario elaborar una ordenanza para la aplicación de las zonas de bajas emisiones por la buena calidad del aire y porque no está previsto establecer medidas prohibitivas ni sanciones. Afirmó que únicamente se contempla la restricción de los vehículos sin etiqueta ambiental en el año 230 a las zonas de bajas emisiones siempre que no sean residentes en el interior de éstas o se dirijan a aparcar a los parkings públicos. Estos coches son los matriculados con anterioridad a 2001 en el caso de los de gasolina y a 2006 para el caso de los diésel.
Recordó que están en marcha las obras para el calmado de tráfico en calles del casco histórico y en la alameda Rafael Méndez y la construcción de un parking disuasorio en la calle Periodista Ángela Ruiz, que estará acabado este verano. Su departamento trabaja en la adaptación de algunos de los carriles bici de la ciudad y la ampliación de la red para completar la adaptación de la ciudad a las zonas de bajas emisiones.
Subrayó que el Ayuntamiento está cumpliendo todos los plazos establecidos por lo que se aprovechará al completo la subvención de 3,2 millones de euros de los fondos europeos Next Generation.