El bordado de Lorca queda fuera de la carrera por el reconocimiento de la Unesco

La tradición del bordado en oro y sedas de la Semana Santa de Lorca ha quedado fuera en la carrera para ser incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, la máxima distinción cultural que se puede alcanzar. El Consejo Nacional de Patrimonio Histórico, órgano consultor de la Unesco, ha decidido que el candidato español sea el toque manual de campanas y ha dejado de lado el expediente de Lorca, que ha sido candidata oficial desde 2014. La decisión de la Unesco se conocerá el próximo año y no será hasta 2024 cuando la tradición del bordado lorquino pueda volver a la competición para conseguir el reconocimiento internacional.

La Asociación del Arte del Bordado en Lorca y su Puesta en Escena en los Desfiles Bíblico-Pasionales, promotora de la candidatura, y de la que forman parte representantes de las cofradías de Semana Santa y del Ayuntamiento, se reunió ayer en el Fondo Cultural Espín para comenzar a estudiar nuevos planteamientos y estrategias que vuelvan a acercarla al objetivo que persigue desde hace más de una década.

Su presidente, Eduardo Sánchez Abadíe, reconoció a LA VERDAD que el rechazo de la propuesta lorquina «supone una decepción enorme. Era una muy buena candidatura, no sabemos qué ha podido fallar». Aseguró que con el paso de los años las exigencias y criterios de los estados miembros de la Unesco han ido variando y «ahora se valoran propuestas más globales como fue la tamborada y como puede ser ahora el toque manual de campanas». Ante este nueva situación «tenemos que buscar otras posibilidades, vincular nuestra candidatura a otros territorios y un itinerario cultural europeo puede ser una opción».

Sánchez Abadíe señaló que «vamos a seguir trabajando para ver cómo se puede reorientar» el expediente. Pese a la gran frustración que ha supuesto la decisión del Consejo Nacional de Patrimonio, «vamos a seguir trabajando, no nos podemos dar por vencidos», afirmó.

El alcalde, Diego José Mateos, también se mostró contrariado por el fracaso de la candidatura lorquina, aunque manifestó a LA VERDAD que los bordados en oro y sedas de la Semana Santa «son los mejores del mundo», por lo que merece la pena seguir luchando por el reconocimiento internacional para esta tradición.

Coincidió con el presidente de la asociación en la necesidad de buscar aliados que respalden la nueva estrategia que tendrán que diseñar los promotores para colocarse de nuevo en la casilla de salida. Consideró que el reciente reconocimiento de Los Caballos del Vino de Caravaca restó posibilidades a Lorca al ser más difícil enlazar dos candidaturas seguidas de la misma autonomía.