Arranca la construcción de la planta de tratamiento de purines de Barranco Hondo, en Lorca
Se procesarán dos millones de metros cúbicos al año, tendrá un coste de 50 millones de euros y la primera fase estará lista en cinco meses
La cooperativa Gestión de Abonos Orgánicos de Lorca (Gesalor), integrada por 200 socios, ha iniciado las obras de construcción de una planta de tratamiento de biorresiduos de la actividad ganadera para la generación de fertilizante y biometano. Los primeros trabajos de movimientos de tierras ya se llevan a cabo en la parcela municipal de 20 hectáreas de superficie en el centro de gestión de residuos de Barranco Hondo. Tendrá capacidad para tratar dos millones de metros cúbicos de purines al año y el proyecto de Coas Consulting se ejecutará en dos fases. La primera estará en funcionamiento en un plazo de cinco meses y la previsión es que esté a pleno rendimiento este mismo año, según confirmó a LA VERDAD el presidente de Gesalor, Francisco Román. «Habrá varios equipos trabajando de forma simultánea» en el terreno, dijo. La cooperativa quiere acelerar al máximo la construcción después de un largo proceso burocrático que ha durado seis años desde que se gestó este proyecto.
Su coste rondará los 50 millones de euros y será financiado por un inversor privado. La primera fase, con un presupuesto de 15 millones de euros, consistirá en la construcción de las balsas para la recepción y el tratamiento de los purines. El proceso está basado en la separación de la parte líquida de la sólida para convertir el residuo orgánico en un subproducto valorizable como fertilizante. Se prevé también la obtención de un volumen de agua osmotizada de entre 750.000 y un millón de metros cúbicos que se puede usar para riego.
La segunda fase será la creación de la planta de biometano para la obtención de gas, que necesitará una inversión de entre 30 y 35 millones de euros. Producirá 20 millones de metros cúbicos al año, una parte se destinará al abastecimiento de la planta, pero la mayor cantidad se inyectará a la red para su comercialización en el mercado energético. Román subrayó que la planta de biogás «no generará residuos» y añadió que con la planta «no queremos enriquecernos», sino acabar con el problema de malos olores que provocan los purines. Se proyecta también la construcción de una planta de similares características en Fuente Álamo.
Habrá varios equipos trabajando de forma simultánea para que funcione a pleno rendimiento a final de año
La planta está dimensionada para tratar los residuos que generan al año 750.000 cerdos de las granjas de los socios de Gesalor y en los últimos meses otros ganaderos han mostrado interés por unirse al proyecto.
Gesalor puso en marcha en 2020 un sistema de inyección de purines en tierras de cultivo para abono orgánico con tecnología de última generación para reducir entre el 30% y el 60% de emisión de amoniaco a la atmósfera. Participan en esta iniciativa 150 ganaderos.
