«Estábamos casi llenos y, de un día para otro, los clientes se han esfumado»
Los alojamientos rurales y de la costa sufren una oleada de cancelaciones de las reservas previstas para este puente festivo
Desde el Noroeste y el Altiplano, hasta la costa de Águilas, Cartagena y San Pedro, pasando por el corazón del Valle de Ricote. Las ... restricciones de la movilidad en la Región, y entre los 45 municipios, han asolado como un tsunami al sector turístico rural y al de costa de cara al puente de Todos los Santos, se lamentan los empresarios afectados.
La ocupación prevista en los hoteles que permanecen abiertos de los municipios costeros rondaba este largo fin de semana el 40%, según indica la presidenta de Hostetur, Soledad Díaz. Se trataba, sobre todo, de grupos de 30 personas de la Región en visitas promovidas por la última campaña del Instituto de Turismo de la Región de Murcia (Itrem) para fomentar los viajes en el territorio. «Pero todo se ha caído a última hora, con el 100% de las reservas canceladas. Solo espero que estos sacrificios económicos, personales y psicológicos sirvan para algo», expone Díaz.
Pero si hay un sector al que las nuevas medidas para contener la pandemia han golpeado con más fuerza es el del turismo rural, que se encuentra en plena temporada alta. Las reservas de los alojamientos rondaban, «hasta hace tres días, el 90% y desde este jueves todo quedó cancelado», afirma Cristina Mata, presidenta de la Asociación Atvar de alojamientos rurales.
Las anulaciones comienzan a afectar también a las estancias para Nochevieja
Su teléfono no dejó de sonar el pasado miércoles por la tarde recibiendo una avalancha de cancelaciones de las reservas para el puente. «Estábamos casi llenos y, de un día para otro, los clientes se han esfumado», señala Mata.
Por otro lado, ese mismo día no paró de recibir mensajes al móvil de la veintena socios de la asociación Atvar, en el Valle de Ricote, clamando contra la nula previsión de la medida y ante la ola de anulaciones de reservas. «Nos están hundiendo con decisiones de última hora, cuando ya hemos hecho un gasto económico para preparar las casas de cara al fin de semana», lamenta la empresaria. Lo mismo le ocurrió a Encarna López, administradora del Hotel Casa Pernías, en el Campo de San Juan de Moratalla. Un establecimiento que abrió su puertas el pasado mes de agosto y que todo lo que ha ido encontrando desde entonces son piedras en el camino por las continuas restricciones. En el caso de este puente hasta este jueves ya había recibido cinco anulaciones y asumía la cancelación del resto de reservas. «Es un fin de semana muy importante perdido», lamenta Encarna.
Pero no solo los alojamientos rurales lo están pasando mal. Las empresas de turismo activo han cancelado todos los eventos programados para los próximos días, dada la cascada de anulaciones en los alojamientos rurales.
El impacto alcanza a las empresas de turismo activo; «es una devastación absoluta»
«Es una devastación absoluta», afirma Salvador Ludeña, del centro de arte rupestre de Moratalla y propietario de una compañía de actividades turísticas. Además, recuerda que las restricciones llegan en uno de los tres puentes que salvan la temporada de invierno. «Es un puente perdido en un sector muy mermado. Nuestra única esperanza es que una vez que esto pase, exista un mayor deseo de salir a la naturaleza y hacer un turismo de proximidad», manifiesta Ludeña.
Para los empresarios, la situación actual no invita a ser muy optimista de cara a los próximos meses. Con los cierres perimetrales, el toque de queda y la limitación de aforo, existe miedo a planificar viajes. Es lo que le ha ocurrido a Carmen Victoria Ruiz, del complejo rural Las Señoritas en Fortuna. Un cliente le llamó este jueves para cancelar la reserva que tenía para Nochevieja.
«La gente no se atreve programar estancias, porque nadie sabe cómo estaremos mañana. La incertidumbre es nuestra peor enemiga», reflexiona Ruiz.
«No planearé más viajes hasta que recuperemos la normalidad»
Las restricciones de movilidad también están afectando a aquellos viajeros que tenían pensado hacer una escapada este fin de semana fuera de la Región. Este es el caso de Teresa Carrillo y su pareja, que habían planeado viajar desde Murcia a Granada mañana. La paradoja de su historia es que la fecha inicial de la estancia estaba prevista para el pasado puente del Pilar, el 12 de octubre, cuando podrían haber viajado al no existir ninguna restricción de movilidad entre comunidades. Sin embargo, decidieron cambiar la visita para este puente. El pasado sábado, y ante el anuncio del confinamiento de la provincia de Granada, Teresa canceló la reserva del hotel. «Es frustrante. No es el primer viaje que anulo desde que comenzó la pandemia. Por eso, he decidido dejar de viajar hasta que no recuperemos la normalidad», apunta.
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