Estas son las líneas maestras de Campuzano para la Consejería de Educación y Cultura
También descarta incorporarse al Partido Popular porque su paso por Vox «no ha sido muy edificante» y prefiere mantenerse como independiente
La incorporación al Gobierno regional de María Isabel Campuzano como consejera de Educación y Cultura se hizo oficial este sábado en el BORM, una decisión que ha desatado manifestaciones en contra y duras críticas dentro de los sectores cultural y educativo. En medio de la polémica, Campuzano ha querido presentar las líneas maestras de sus planteamientos para dirigir la Consejería.
En el documento, publicado a través de su perfil de Twitter, la diputada expulsada de Vox explica su «visión de la Educación», cuyo punto central es la «defensa de la libertad de los padres para decidir la educación de los hijos, y aquí entra no solo lo que llamamos el 'pin' parental, sino muy especialmente la defensa que debemos organizar frente a los ataques a esta libertad que supone la ley Celaá».
Según Campuzano, esta ley «vulnera derechos fundamentales al atacar la libertad de enseñanza, que desprecia la voluntad de las familias al no reconocer la demanda social que supone la enseñanza concertada, y muy especialmente, el ataque a la educación especial, que denota una falta total de sensibilidad con las necesidades de los niños». La consejera sostiene que «son los padres los que mejor saben que les conviene y necesitan sus hijos», y rechaza que el Estado sea el que determine su educación por decreto.
Campuzano también descarta la vuelta a las aulas en el último trimestre y se muestra partidaria de abordar este proceso el próximo curso. «Sería demasiado precipitado y no queremos realizarlo de forma improvisada. Es algo muy importante y necesario, por lo que hay que hacerlo con todas las garantías», asegura.
Su estrategia pasa también por mantener la actual estructura administrativa de la Consejería. «Pretendemos que nuestro equipo sea un equipo técnico formado por funcionarios de la propia Consejería para que todo ello se lleve de la mejor manera posible. Así que a nivel administrativo todo el mundo puede estar tranquilo porque las cosas van a seguir funcionando, como mínimo igual, y en la medida de nuestras posibilidades iremos intentando mejorarlas», explica en el documento.
Los planes de Campuzano para la Cultura pasan por concentrar esfuerzos en la conservación del patrimonio histórico de la Región de Murcia y fomentar el turismo cultural, que considera «muy limitado» en la actualidad. «Pensamos que no se le ha dado la relevancia que merece», considera, y critica cómo «se va degradando por falta de fondos y políticas concretas de conservación».
Asimismo, la consejera aprovecha su comunicado para criticar el uso de su departamento como «herramienta ideológica». «Los sindicatos se han levantado contra nosotros aún antes de habernos nombrado. No voy a entrar en polémica a través de los medios de comunicación con unas personas que en realidad no quieren discutir sobre ningún tema y que sabemos que por sistema se van a enfrentar siempre a nosotros por mera ideología, aunque estoy dispuesta a sentarme a hablar de forma civilizada con todos ellos», apostilla.
Campuzano señala que «se quieran apropiar de la educación pública como si ésta fuese una propiedad de la izquierda», cuando es «de todos». «Tienen que entender que el estar a favor de la enseñanza pública no puede suponer estar en contra de la concertada y la privada o al revés. Todas tienen que coexistir, pues eso es garantía de libertad y de calidad», asegura.
En su comunicado, la consejera justifica su incorporación al Gobierno regional porque comparte la «visión» del Partido Popular en materia educativa. «Defendemos la libertad de los padres, de cátedra, la cultura del esfuerzo, la autoridad del profesor, la importancia del conocimiento…Creo que la única diferencia es que yo puedo ser más combativa y esto es algo que no creo que pueda molestar ni a uno ni a otro», explica la consejera.
Campuzano concluye su texto descartando su posible incorporación al Partido Popular. La consejera sostiene que sigue «pensando y defendiendo lo mismo que antes de entrar en Vox y después de ser expulsada», pero su experiencia en el partido de Abascal «no ha sido muy edificante», porque «una cosa son las ideas que se dicen compartir y otra los aparatos, sobre todo los territoriales, que no sabes a qué intereses pueden responder». Es por ello que quiere «seguir luchando desde mi independencia, pues he visto que hay precios que no se pueden pagar si quieres respetarte a ti mismo».