La jumillana Casa Castillo destina dos millones a ampliar sus bodegas para acoger visitas
Los trabajos contemplan una nueva nave de embotellado de 1.500 metros cuadrados y un espacio para alojar a los vendimiadores
MARI CARMEN CAÑETE
Domingo, 7 de julio 2024, 08:46
La jumillana Bodegas Casa Castillo se encuentra inmersa en un proyecto de ampliación que podría estar listo a finales de año. La primera fase de las obras ya ha concluido y la empresa está pendiente de obtener certificaciones para continuar con los trabajos. José María Vicente Sánchez-Cerezo, propietario de la firma, explica que se trata de la ampliación de una nave de embotellado y almacenamiento, un espacio de etiquetado y de expedición de mercancía que estará completamente climatizado y contará con en una extensión de 1.500 metros cuadrados, a dos alturas.
El proyecto tiene una inversión de dos millones de euros y supondrá, según el propietario, «contar con nuevos espacios para trabajar de forma más cómoda y ordenada, con almacenes climatizados, que van a mejorar la conservación y el perfecto estado del vino». Además, añadió que está proyectado un espacio para los trabajadores del campo, con unas habitaciones para las personas que trabajan en la vendimia, con aseos adaptados, vallas, seguridad, control por cámaras y zona de ajardinamiento, así como un sistema de recogida de aguas pluviales para el aprovechamiento y el riego de los jardines.
Bodegas Casa Castillo también apuesta por hacerse más sostenible, a través de la instalación de placas solares, generando su propia energía. Asimismo, proyecta unas nuevas oficinas, que trasladarían de Jumilla a la finca, con el objetivo de «tenerlo todo reunido en el mismo sitio donde estamos trabajando», apunta Vicente. Por último, preparan las instalaciones para poder atender visitas en la bodega.
La empresa prevé trasladar sus oficinas a la finca «para tenerlo todo reunido en el mismo sitio donde trabajamos»
Todo esto supondrá, una vez que finalice la ampliación, que Bodegas Casa Castillo dispondrá de una extensión de 5.000 metros cuadrados, donde se incluye vivienda, bodega, nave de barricas y la nueva nave de embotellado y almacenamiento.
La totalidad de la uva para los vinos de Casa Castillo se cultiva en la propia finca, que cuenta con 420 hectáreas de superficie, de las que se destinan 170 a viñedos, ocupando los suelos y orientaciones más propicias. La variedad autóctona monastrell, junto a garnacha y syrah cultivadas de forma tradicional en secano y en vaso, con rendimientos muy bajos, forman el trío de variedades idóneas para el perfil de sus vinos. Almendros y olivos intercalados entre los viñedos completan este mosaico mediterráneo, rico en biodiversidad, contribuyendo a la conservación del paisaje y del medio ambiente.
En cuanto a sus vinos, José María Vicente asegura que, a pesar de la situación complicada que se está padeciendo por la sequía, en la bodega están viviendo «un momento dulce» en la comercialización y «nuestros vinos están bien situados». A principios de año, la bodega consiguió colocar tres de sus vinos entre las cinco puntuaciones más altas del último boletín 'The Wine Advocate' del crítico Robert Parker, el premio con más prestigio del mundo enológico. Los galardonados son su Pie Franco, con 99 puntos Parker; Las Gravas, con 98; y 97 puntos para el Cuvée N; todos ellos de la añada de 2021, que es la que se cata y premia en esta edición.
«Mucho trabajo detrás»
Para lograr estos resultados, según el propietario de Casa Castillo, «hay mucho trabajo detrás, tanto en campo como en bodega». En los últimos años, remarca, «hemos encontrado una vía de entendimiento de nuestra viña, nuestra variedad y del vino, adaptando nuestros productos a la zona tan árida y dura como es Jumilla. A nosotros nos gusta que sea el representante fiel del paisaje y de la finca, entendiendo el perfil de vino que la gente quiere beber: un vino ligero, fluido, a pesar de su grado alcohólico, tiene un trago refrescante y son tremendamente gastronómicos».
El propietario de la firma añade que «esto la gente lo aprecia y lo demanda, lo que te hace posicionarte en los mejores sitios y en las mejores cartas, y poder retornar toda esta inversión, en tiempo y en dinero, a través de un precio alto de los vinos».
Actualmente en Casa Castillo elaboran cerca de 350.000 botellas, facturan unos 3,5 millones y venden en 27 países. «Buscamos un importador especializado, pocas botellas y la confianza de que van a situar los vinos en los mejores sitios de esos países, sobre todo, en restaurantes», concluye el dueño.