La maldición del 10 de marzo
Con la marcha de Serrano, se va el último de los políticos del PSOE y Cs que firmaron las mociones de censura contra el PP en 2021
No supieron aprovechar la oportunidad que se les presentó o acaso no se trataba en realidad de una oportunidad, sino de una maldición que acabaría ... truncando la carrera política de todos sus autores. El 10 de marzo de 2021, PSOE y Ciudadanos presentaron sendas mociones de censura en la Asamblea Regional y en el Ayuntamiento de Murcia contra los gobiernos que encabezaba el PP en coalición con la propia formación naranja. Los planes eran que Ana Martínez Vidal, de Cs, ocupara la presidencia de la Comunidad, con Diego Conesa, secretario general del PSOE murciano, como número dos, y que el socialista José Antonio Serrano fuera el alcalde de Murcia, con Mario Gómez, de Cs, como vicealcalde.
Ninguno de los cuatro que pactaron repartirse el poder en la Administración autonómica y el primer municipio de la Región siguen en política. El último en abandonarla será José Antonio Serrano, el único que logró sacar adelante la moción de censura y que gobernó en la Glorieta durante dos años.
El PP, en cambio, está más fuerte que en 2021. Goza de mayorías absolutas tanto en el Consistorio capitalino, donde gobierna en solitario con José Ballesta al frente, como en la Asamblea Regional, esta merced al pacto de legislatura con Vox, lo que le valió a Fernando López Miras revalidar la presidencia de las Comunidad.
Dos nombres a tener en cuenta de cara al futuro son los de Francisco Lucas y Marcos Ros
La marcha de Serrano, el último de los firmantes del 10 de marzo, se produce dejando tras de sí el peor bagaje de todos, a pesar de ser el que más ventajas tuvo al haber tenido en sus manos el bastón de mando durante dos años. Como alcalde cometió los suficientes errores para facilitar la clara victoria del PP en las municipales del pasado mayo, y, además, generó dentro del PSOE un profundo malestar en las agrupaciones del municipio, hasta el punto de que algunas se llegaron a considerar despreciadas y agredidas.
A partir de mañana, en que dimita como secretario general de Murcia, las trece agrupaciones del municipio se enfrentan al reto de reconstruir una organización sin iniciativa política y sin apenas conexión con el grupo municipal. De momento, y a pesar de que muchos contaban ya con la retirada de Serrano, no hay marcada ninguna senda de futuro. Está la opción orgánica, consistente en buscar un nuevo líder que se centre en el trabajo interno para rehabilitar e impulsar el partido, o bien la opción institucional, basada en situar al frente a un dirigente con proyección pública que, además de poner en orden la casa, empiece a labrarse una figura con opciones electorales de cara a los comicios municipales de 2027. En ambos casos, dos nombres a tener en cuenta son los del diputado y vicesecretario general del PSOE regional, Francisco Lucas, y el del eurodiputado Marcos Ros.
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