José Luis Álvarez-Castellanos: «A la Asamblea vamos a buscar soluciones para la gente»
Toma posesión de su escaño, tras la marcha de Víctor Egío, y con él su formación vuelve al Parlamento autonómico después de diez años
José Luis Álvarez-Castellanos (Cieza, 1957) tomó ayer posesión de su escaño en la Asamblea en virtud del acuerdo con Podemos y Alianza Verde de ... 2023 y tras la marcha de Víctor Egío. Con él, IU-V vuelve al hemiciclo diez años después. Este profesor retirado sabe a lo que se enfrenta al tomar el relevo de José Antonio Pujante y de otros portavoces como Cayetano Jaime Moltó, Joaquín Dólera, Elvira Ramos, Ginés Carreño o Pedro Antonio Ríos: «Un compañero me decía 'ten en cuenta que asumes una responsabilidad no solo personal, sino histórica con la organización pasada y futura'».
–Diez años después, vuelve a haber un diputado de Izquierda Unida a la Asamblea Regional. Ni la Región ni la política son las mismas, ¿o sí?
–Hay cambios significativos, el panorama político ha cambiado muchísimo, aunque hay cosas que permanecen. Volvemos a la a la Asamblea ahora y pretendemos mantener y seguir la línea que siempre ha sido habitual de Izquierda Unida. Nuestro sello de identidad en el ámbito del trabajo político y del trabajo parlamentario es, a la vez, la crítica contundente, pero siempre razonada y razonable.
- Pero algo habrá cambiado, ¿no?
- Hay cosas que sí han cambiado. Uno repasa discursos políticos de el compañero José Antonio Pujante, o de otros, incluso del PP o del PSOE, en épocas anteriores, y creo que no había esta crispación que hay actualmente. Lo que está pasando es que la ciudadanía está muy harta, muy harta. Entre otras cosas porque no ve a veces soluciones prácticas a los problemas que le preocupan. Y en ese aspecto, nosotros pretendemos abrir un pequeño canal, si es posible, de tal manera que sobre los problemas concretos de la ciudadanía se pueda hablar de ello y se puedan consensuar soluciones. Lo hemos hecho incluso en estos tiempos en los que no estamos físicamente en la Asamblea. Porque, aunque ahora volvemos, venimos trabajando en el grupo parlamentario desde el principio de la legislatura. Hemos presentado ciento y pico de iniciativas en la Asamblea, solicitudes de información, incluso mociones, preguntas escritas a través de Víctor Egío o a través de María Marín [los dos diputados de Podemos en el Grupo Mixto]. Algunas se han aprobado, como cuestiones que hemos planteado con una cosa que nos parecía escandalosa, que era la cuestión de las becas comedor. Se da el hecho escandaloso en nuestra Región de que hay miles de familias con unos ingresos en el umbral o por debajo del umbral de la pobreza y no tienen acceso a una beca comedor escolar para sus hijos.
–¿Cuáles van a ser sus primeras iniciativas ya en la Asamblea?
–Por ejemplo, no es posible que a una persona mayor que tiene que solicitar el grado de dependencia le tarde 540 días, el segundo tiempo más alto del conjunto de las comunidades autónomas, estamos hablando de 18 meses, año y medio, para que se complete el procedimiento de concederte el grado y la prestación correspondiente. Según la ley, debería tardar como máximo seis meses y tarda 18. Eso conlleva que mucha gente muere en la lista de espera. Otra cuestión importante es el tema de las listas de espera sanitarias. Esa es nuestra visión de las cosas y como queremos que sea el discurso que aportemos a la Asamblea. Un discurso concreto, un discurso más analítico, que vaya a la realidad de las cuestiones y que plantee soluciones.
«Me causa indignación. Vox ha hecho como en los secuestros y exige una prueba de vida: el centro de menores de Santa Cruz»
–¿Cómo pretende ahora marcar un perfil propio en la Asamblea?
–Es verdad que las relaciones con Podemos han sido muy buenas. Las dificultades que hemos podido encontrar durante el camino se han solventado sin mayor problema. Una prueba más evidente es la naturalidad con la que se va a producir el relevo. Podemos tiene que marcar su perfil propio, pero Izquierda Unida también, evidentemente. Lo que haremos es dividirnos el trabajo de manera equitativa, de tal manera que María Marín marcará un perfil en una en unas comisiones y en unos temas, y yo lo haré en otros, siempre también desde una flexibilidad. Lo normal es que nos repartamos el trabajo de manera equitativa.
–En la Asamblea, la realidad es que hay una mayoría de derechas con PP y Vox. ¿Le preocupa encontrarse con un muro?
–No, en absoluto. Uno viene ya enseñado de su casa que con el PP discute y con Vox mucho más todavía. Pero yo no voy a una confrontación con ellos. A la Asamblea vamos a buscar soluciones para la gente y a mí me preocupa que pasemos dos años que quedan de legislatura y no encontremos soluciones para los pacientes del Área 3, por ejemplo, o para los mayores, o para los hijos de familias vulnerables que no tienen derecho a una beca para el comedor escolar. Creo que en esas cuestiones, planteadas de esa manera, probablemente Vox y PP son más abiertos a llegar a acuerdos, porque creo que esos problemas también les preocupan.
–¿Cómo valora el acuerdo presupuestario entre ambos?
–Es bueno que haya Presupuestos. Pero que lo han hecho de la manera que lo han hecho, a mí me causa indignación. Vox, como se hacen los secuestros, exige una prueba de vida. En este caso, la prueba de lealtad es sacrificar el centro de Santa Cruz con los 60 menores que hay dentro, me parece que es una cosa indigna a la que el PP nunca tenía que haberse plegado. Yo le preguntaría a la consejera [Conchita Ruiz, titular de Política Social] qué alternativa tiene para el realojo de estos 60 menores, porque la exigencia de Vox es que para el inicio del curso, es decir, en septiembre, esto esté cerrado. ¿Tiene familias de acogida previstas o los va a trasladar de un centro a otro centro? ¿Qué presupuesto tiene para afrontar eso? ¿Qué medidas va a tomar para la escolarización? ¿Va a cambiar de colegio a los críos que están escolarizados?
- Salta a la vista que tiene un perfil muy distinto a a su predecesor en el escaño, Víctor Egío, cuyas intervenciones tenían mucho también de activismo.
- Yo a Víctor lo aprecio mucho, valoro mucho el trabajo que ha hecho, me parece que ha hecho un trabajo encomiable, muy valiente y un trabajo con decisión, que creo que es importante. Pero es verdad que cada uno tiene su estilo, yo no me veo en ese en ese papel, sinceramente. Si lo hiciera se vería enseguida que es un papel impostado, que no es un papel natural, a Víctor le sale más natural, a mí no, ¿no? Creo que la eficacia está en desarmar ideológicamente al adversario, en este caso al PP y a Vox, y a la vez que seas propositivo. Si hacemos eso, por la experiencia que hemos tenido estos años y las cosas que hemos ido presentando, creo que ha sido más eficaz.
-Para construir en la Región de Murcia una alternativa de izquierda hace falta también un PSOE fuerte. ¿Lo ve ahora mismo posible con la situación en la que se encuentra y con los casos de corrupción que implican a dirigentes como Santos Cerdán?
- Es un aliado necesario. Pero hay que hacer varios deberes, evidentemente, si queremos plantear una alternativa al Partido Popular en 2027. No podemos seguir haciendo lo mismo que venimos haciendo desde hace diez años para acá. Desde que irrumpió Podemos, cambió un poco el el tablero político con más actores políticos y el contexto nuestro de la izquierda alternativa se fragmentó y ahora sigue siendo un espacio diverso y heterogéneo. Los primeros deberes son los nuestros, la izquierda alternativa al PSOE, o a la izquierda del PSOE, o puede seguir dividida. Eso no quiere decir que los dos intentos que ha habido (Unidas Podemos, por una parte, y Sumar, por otra) no hayan conseguido el objetivo de unificar a la izquierda. Pero eso es una asignatura pendiente. Con el electorado dividido no es posible aunar la fuerza suficiente para, sumada con la que pueda tener el PSOE, presentar una alternativa. Cuando hay una unidad de nuestro espacio, genera ilusión inmediata. Yo creo que, si eso volviera a producirse, sería una apuesta interesante. A eso uno una estrategia común con el PSOE. No hablo de listas conjuntas con el PSOE ni cosas de ese tipo, pero yo creo que sí sería interesante plantear una estrategia común de temas sobre los que incidir, incluso actividades y actos conjuntos que podamos hacer por los pueblos, en Murcia, en las ciudades, de largo recorrido, que pueda ir levantando y entusiasmando a la gente viendo que hay una alternativa.
- Una vez jubilado de su labor como docente, podría dedicarse a llevar una vida más tranquila. ¿Qué le mueve a seguir en política?
- Algunos no tenemos solución y esto es así, desde que era profesor de EGB y pude pasar a un instituto. Los que llevamos en la frente escrito meternos en jaleo, pues no tenemos solución. Tengo además dos nietos encantadores con lo que me que para mí son ahora mismo el impulso de vida más importante. Pero es el compromiso que adquirí en las elecciones de 2023. Y, en este caso, no es un compromiso personal, es un compromiso sobre todo de nuestra organización. Nuestra gente ha tenido siempre muchísima ilusión por volver al a la Asamblea. No hemos dejado de hacer política, Izquierda Unida no lo va a dejar de hacer. Tenemos un compromiso militante que nos mantiene vivos en un montón de municipios y en asambleas locales. Un compañero me decía «ten en cuenta que asumes una responsabilidad no solo personal, sino histórica con la organización pasada y futura». Mi tarea ahora es recoger el testigo de José Antonio Pujante, de Cayetano Jaime Moltó, de Joaquín Dólera, de Luis Ramos, de Ginés Carreño, de Pedro Antonio Ríos... y tratar de transmitírselo a Penélope Luna [la nueva coordinadora regional de IU-V] o a quien vaya a ser el candidato o candidata nuestra. Y ya, dentro de dos años, pues a lo mejor me planteo la jubilación un poco más en serio.
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