Institutos con las cuentas al límite: «No podemos ni pagar la factura de la luz»

No hay dinero para folios, fotocopias, bombillas, material para las prácticas de Formación Profesional... En los institutos se acumulan las facturas impagadas, mientras los directores y jefes de estudios tiran de los pocos ahorros o echan mano del presupuesto de otros programas para hacer frente a los pagos que no pueden eludir. Mientras los colegios de Infantil y Primaria tienen la tranquilidad de que sus recibos del agua, la luz y la limpieza los abonan los ayuntamientos, los institutos de Secundaria deben hacer frente con su presupuesto a las facturas de esos suministros, además del material de uso cotidiano, como fotocopias, folios... «Estamos al límite; estamos utilizando dinero de otros programas que luego repondremos, pero a final de diciembre tiene que estar todo justificado, y no nos dan fecha para pagarnos», avisa Saturno.

El apremio ha llevado a un grupo de profesores del IES Marqués de Los Vélez, en la pedanía murciana de El Palmar, a redactar una carta que tienen intención de remitir al consejero de Educación:

«El retraso en los pagos nos está suponiendo paralizar la compra de materiales fundamentales para impartir con un mínimo de calidad muchas asignaturas, incluso hay casos donde los materiales están siendo adquiridos por profesores y alumnos. Estamos preocupados ante la cercanía del invierno y la imposibilidad de comprar combustible para la calefacción», alertan los docentes». La directora del instituto, María Ángeles Sarmiento, lamenta que las deudas se acumulan, y llevan tiempo dejando a deber a proveedores y sin comprar el material que necesitan para sus prácticas los alumnos de FP. La preocupación por la llegada del frío es común en todos los centros: «No nos queda dinero para el gasoil de la caldera, estamos temiendo que llegue el frío y sigamos con las cuentas así, porque no sé cómo lo vamos a hacer».

El bloqueo económico afecta a todos los institutos de la Región. En el Politécnico de Cartagena, con 1.200 alumnos, su directora, Rosa Laborda, esperan recibir los cerca de 15.000 euros mensuales cuanto antes: «Vemos tirando porque sacamos el dinero de otros proyectos, en la confianza de que tarde o temprano cobraremos, pero no debería ser así». El Centro Integrado de Formación Profesional Carlos III de Cartagena se encuentra en la misma situación, y allí también echan mano de las asignaciones reservadas a otros programas para salir adelante.

A los directores de los institutos les inquieta especialmente la falta de horizonte. Hasta la fecha, la Consejería de Educación no ha concretado un plazo límite para empezar a ponerse al día de sus pagos, que interrumpió con el abono de la factura de junio que ingresó en septiembre.

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) critica que el retraso del pago para los gastos corrientes a los institutos da lugar a que «la enseñanza que reciben los alumnos dependa del poder adquisitivo de sus padres». El presupuesto de los institutos para gastos corrientes varía en función del número de unidades, es decir, de aulas, pero oscila entre los 10.000 y los 18.000 euros al mes.

La Consejería de Educación respondió este martes que no tiene «constancia oficial por parte de ningún centro de que se haya quedado sin fondos para comprar materiales necesarios o pagar facturas de suministros. Si ese extremo llegase a darse en algún caso, la Consejería garantiza que todos los centros de su titularidad podrán hacer frente a sus gastos corrientes», aseguran.

En cualquier caso, Educación culpa del retraso en los pagos «a la deriva de la infrafinanciación a la que nos tiene sometidos el Gobierno central, que ocasiona problemas a las arcas regionales, plazos y de todo tipo, recursos para pagar servicios básicos como la sanidad, educación y políticas sociales».