La inquietud prende en Princesa
La reaparición de Veracruz, las dimisiones, la caída en las encuestas... han despertado las dudas y la preocupación en la Ejecutiva del PSRM-PSOE
Tras dos años y medio de sosiego y optimismo, con éxito electoral incluido, en el PSRM-PSOE han empezado a surgir las primeras dudas. Una ... sucesión de hechos adversos, que en la ejecutiva regional ven como una simple coincidencia intrascendente, han despertado inquietudes y preocupaciones en la sede de la murciana calle Princesa, suscitando interrogantes sobre la gestión de la dirección que lidera Diego Conesa.
Uno de estos hechos que ha producido escozor en algunos dirigentes del partido, según comentan fuentes socialistas, fue la reaparición política de María González Veracruz como vocal del consejo de administración del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI). La que fuera adversaria de Conesa en las primarias para la secretaría general del partido volvía a la escena pública, según revelaba ella misma en una entrevista a LA VERDAD, de la mano de Pedro Sánchez, cuyo apoyo personal a Conesa fue una de sus bazas para alcanzar el cetro socialista.
La desazón por el nombramiento de González Veracruz fue aún mayor por el hecho de que el secretario general del PSRM y uno de sus principales valedores y miembro de la ejecutiva federal, el delegado del Gobierno, José Vélez, llevan meses tratando de colocar en la Administración central a Joaquín López, aliado de ambos en las primarias. Conesa, quizás para atajar las posibles dudas sobre su predicamento ante el Gobierno central, dio por hecho en la última reunión de la Ejecutiva regional que López pronto ocuparía un alto cargo en el Gobierno central, según informan las fuentes consultadas.
El hilo directo con Moncloa era una de las bazas de Conesa, pero aún no ha podido colocar a Joaquín López, mientras que Sánchez ha recuperado a su adversaria en las primarias
Ambiente engañoso
Unos días después, se conocía la noticia de que un murciano entraba en el consejo de administración de la empresa pública Paradores de España, pero no era López, sino el ceheginero Rafael Oñate, político próximo a González Veracruz, quien lo introdujo en Ferraz durante su etapa en la Ejecutiva federal y en la actualidad es jefe de gabinete del secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, uno de los hombres más cercanos a Pedro Sánchez.
Las dimisiones registradas de cargos del partido en las últimas semanas tampoco han sentado nada bien en ciertos despachos de Princesa. Aunque sin relación entre ellas, han puesto de manifiesto que la cúpula socialista no es un remanso de paz ni reina en ella un ambiente de absoluta felicidad, sino que algunos de sus integrantes se sienten incómodos y discrepan de la línea marcada por Conesa. Primero fue Emilio Ivars, secretario segundo de la Mesa de la Asamblea, quien anunció su renuncia al acta de diputado. Fue uno de los pocos componentes del equipo de campaña de González Veracruz que Conesa mantuvo tras su victoria como muestra de integración. Le siguió el presidente de la Comisión de Ética, Manuel García Ferre, quien se dio baja en el partido, y esta semana LA VERDAD ha informado de que el secretario de Formación de la ejecutiva regional, Miguel Ángel Herrero, presentó su dimisión por videoconferencia en la reunión de la dirección socialista de la pasada semana al sentirse desplazado y desautorizado por Conesa en la labor desarrollada dentro de su área.
Si a todo ello se suma la desfavorable encuesta del Cemop del Barómetro de Primavera, que reflejaba una importante recuperación electoral del PP (obtendría tres diputados más y ganaría las elecciones autonómicas de celebrarse ahora) y una pérdida de apoyos del PSRM (lograría dos diputados menos que en mayo de 2019), y la próxima pérdida de la alcaldía de Alguazas a causa de la moción de censura anunciada por el PP y los independientes del municipio, es fácil imaginar las grietas que han resquebrajado el sólido optimismo que hasta no hace mucho guiaba el trabajo de la dirección socialista.
Reacciones molestas
Las reacciones de algunos de sus integrantes reflejan estos primeros síntomas de nerviosismo, como las acusaciones de filtrador vengativo que el secretario de Organización, Jordi Arce, lanzó contra Ivars cuando este anunció su marcha, o las declaraciones de menosprecio que el delegado del Gobierno dedicó recientemente en una entrevista a la expresidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver, quien conserva cierto predicamento político dentro del partido pese a que Conesa quiso condenarla al ostracismo al concluir la pasada legislatura.
El origen del fastidio que muestran estas manifestaciones bien podría estar en que el círculo de confianza que rodea a Conesa vea con preocupación que el próximo congreso regional del partido, en el que el secretario general deberá revalidar la confianza de las bases, está ya a un año vista, y que han dejado de sumar para empezar a restar. Vélez incluso prevé que el presidente regional, Fernando López Miras, animado por los sondeos, podría adelantar las elecciones autonómicas al primer trimestre de 2021, lo que supone un elemento más de presión para la Ejecutiva socialista.
Lo que no debe preocupar a Conesa, al menos de momento, es la posibilidad de que aparezca una corriente crítica interna que cuestione públicamente su liderazgo y se presente como alternativa. Las fuentes consultadas niegan que existan actualmente movimientos dentro del partido en ese sentido.
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