Carlos Martínez-Carrasco Pleite: «Es muy improbable erradicar la sarna en los rumiantes silvestres de la Región»
La tendencia será que se expanda la enfermedad entre las poblaciones de arruí y que «persista durante meses», según el profesor del Departamento de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia
FCRM
MURCIA.
Jueves, 9 de junio 2022, 00:02
«No creo que llegue a desaparecer el arruí como consecuencia de la sarna», estima el profesor Carlos Martínez-Carrasco, coordinador del Máster en Gestión de la Fauna Silvestre de la Universidad de Murcia, destacando que «sí es posible que se reduzca el número de individuos». Esta enfermedad que afecta a las poblaciones de ungulados silvestres (arruí y cabra montés) está activa en varios puntos de la Región (Moratalla, Caravaca, Lorca, Mula y Sierra Espuña), con un repunte de casos desde 2016: «Los ejemplares que sean capaces de superarla transmitirán su genética a la descendencia».
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–¿Piensa que está remitiendo o, al contrario, que hay signos para temer que sigue expandiéndose? ¿Qué evolución prevé para los próximos meses y años?
–La impresión que tengo, a partir de conversaciones que he tenido con técnicos de la Administración regional que se encargan de la gestión de los ungulados silvestres, es que los casos de sarna en arruí se han incrementado durante los últimos meses. En base a lo ocurrido en otros brotes de sarna ocurridos en España y en otros países europeos, pienso que la tendencia será que se expanda la enfermedad y que persista durante meses. Todo dependerá, no obstante, de la tasa de contacto que exista entre las diferentes poblaciones de arruí de la Región, de la sobreabundancia que estas puedan tener en determinadas zonas y de la resistencia que haya adquirido parte de la población de arruís después de sufrir brotes de sarna en años pasados.
«Coinciden con épocas de sobreabundancia de arruís, cuando escasea el alimento o cuando se presentan factores estresantes»
–¿Hasta qué punto la sarna supone una amenaza real que compromete el futuro del muflón del Atlas en el Sureste español? ¿Puede llevarlo prácticamente a su desaparición de la Región de Murcia?
–Es una cuestión que no es fácil de responder. Lo único que se puede decir es que, en el pasado, ha habido brotes de sarna, tanto en el arruí como en la cabra montés, que han diezmado sus poblaciones. No creo que llegue a desaparecer el arruí como consecuencia de la sarna, pero sí es posible que se reduzca el número de individuos. Lo más probable es que haya animales dentro de la población que sean más resistentes frente a la sarna sarcóptica, es decir, que se infecten, pero que sean capaces de superar la enfermedad. Estos individuos transmitirán su genética a la descendencia, con lo que es razonable pensar que en brotes futuros el impacto de la sarna sea menor en el arruí.
–¿Cómo piensa que se originó esta plaga en la Región, en lo que al arruí se refiere? ¿Pudo tener su origen en la cabra montés, con la que parece ya constatado que interacciona y que comparte algunas zonas?
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–Lo desconozco. Para saberlo, se tendría que haber hecho un estudio a largo plazo en el que se evaluasen las tasas de interacción entre las dos especies, zonas en las que se inició la enfermedad y su posterior expansión territorial, así como los posibles contactos con rebaños de pequeños rumiantes afectados por la sarna sarcóptica.
–¿Qué medidas se deberían adoptar desde la Administración para frenar la enfermedad y, si es posible, terminar por erradicarla? ¿Cuáles considera que son las medidas más eficaces para combatir este problema?
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–Considero que es muy improbable que la sarna sarcóptica se pueda erradicar de las poblaciones de rumiantes silvestres de nuestra Región, puesto que en general son poblaciones que están en territorios abiertos que se intercomunican, lo que dificulta enormemente su gestión sanitaria. La erradicación solo es posible en áreas cercadas donde la gestión de los animales es mucho más controlable.
–¿Están siendo las autoridades regionales todo lo diligentes que cabría esperar con este problema?
–Sí, creo que sí. Los técnicos están realizando el seguimiento de todas las poblaciones de arruís y de cabra montés de las sierras de nuestra Región, controlando las zonas donde se han producido brotes, abatiendo a los animales que presentan grandes extensiones de piel afectada y, en definitiva, luchando contra la expansión de la enfermedad.
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–¿Existe el riesgo de que esta enfermedad se convierta en endémica para esta especie?
–Es importante saber que la sarna, una vez que se presenta en una población de rumiantes silvestres, pasa a ser un componente más entre los patógenos de dicha población. Se sabe que la sarna sarcóptica no desaparece de la población de animales afectados, porque siempre quedarán individuos que están infectados por el ácaro, pero que no manifiestan la enfermedad; es lo que denominados portadores asintomáticos. Esta es la razón por la cual la sarna se presenta en forma de ondas epidémicas cada cierto número de años. Estos brotes de sarna periódicos suelen ocurrir cuando se dan circunstancias adversas que favorecen la exacerbación de la población de ácaros presente de forma residual en los arruís. Por ejemplo, los brotes suelen coincidir con épocas de sobreabundancia de arruís, cuando escasea el alimento o, en general, cuando se presentan factores estresantes que debilitan a los animales portadores. Por estas razones, el control de la sarna sarcóptica debe basarse necesariamente en una adecuada gestión de las poblaciones de ungulados.
–Resulta evidente que el arruí es una especie exótica, por cuando fue introducida en un ecosistema que no era el suyo hace medio siglo, ¿pero considera que se trata de una especie invasora, entendiendo por ello que causa daño al medio ambiente o desplaza a otras especies?
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–No soy experto en temas de interacciones ecológicas, pero pienso que hay que gestionar las poblaciones de arruí, no solo por razones de sanidad animal, sino también para controlar el crecimiento de sus poblaciones. La expansión de una especie exótica a zonas en las que antes no estaba puede conllevar daños que, desde mi punto de vista, deben ser evitados y, en todo caso, estudiados con rigor científico para conocer su alcance. Creo que hay que ser, por tanto, muy prudentes en la gestión del arruí, en su control poblacional.
Los cazadores se postulan a gestionar la enfermedad
La Federación de Caza de la Región de Murcia (FCRM) considera que la labor de la gestión de la especie del arruí debe realizarse a través de los cazadores con el apoyo de la Administración regional, dando prioridad en el abatimiento a los ejemplares que presenten sarna en más del 50% de su cuerpo. Porque, sostiene la FCRM, la medida más eficaz en la lucha contra esta enfermedad es el sacrificio de los individuos infectados mediante su caza. Para ello, pone a disposición a los cazadores federados con el objetivo de dar debido cumplimiento a los cupos y condiciones que se establezcan.
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