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Garamendi ve en la semana de cuatro días laborables «un debate para ganar elecciones»
El presidente de la CEOE considera que «equiparar los salarios a la inflación implicaría más paro y quiebras»
Infraestructuras, rebajas fiscales, simplificación administrativa, menos crispación y más entendimiento entre las administraciones y ortodoxia presupuestaria. Los empresarios tienen claras sus demandas, y también los debates en los que, en estos momentos, no consideran perentorio entrar. El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quiso este viernes arropar a la patronal murciana Croem en su 44 asamblea general, y se desplazó hasta Murcia para participar de los actos. Garamendi dejó claro que la idoneidad de plantear una jornada laboral de cuatro días laborables no centra sus prioridades. El presidente de los empresarios españoles dijo que ve en esa propuesta -que se aborda hoy en una cumbre internacional en Valencia- «un debate para ganar elecciones. En estos momentos son necesarios cinco días». El presidente a de la patronal explicó que «estamos en elecciones permanentes y estamos en política, y nosotros no hacemos política, levantamos empresas», aunque cuando «llegue a la mesa de negociación «hablaremos de ello porque depende del sector y de la empresa».
El actual momento económico no es, a su juicio, el más propicio para plantear esos debates. «Estamos saliendo de un agujero muy profundo; las pequeñas empresas españolas representan el 98% y la media por cada una de ellas es de cinco personas. En una farmacia en la que el trabajo es de cuatro días, nadie va a aceptar el trabajo por un día», ejemplificó.
El líder de los empresarios españoles valoró el horizonte económico al que se enfrenta el país, y aseguró que el anuncio del Banco Central Europeo sobre el cierre de compra de deuda en verano ante el incremento de la inflación «tendrá como efecto la subida de los tipos de interés, y esto influirá de una forma importante en la economía del país». Ante este escenario, reclamó «rigor y ortodoxia presupuestaria» al Gobierno central. También reafirmó en en Murcia su desacuerdo con la actual propuesta de un pacto de rentas planteada por los sindicatos, ya que está convencido de que terminaría siendo negativo para los propios trabajadores. «Los sindicatos reclaman que se equipare la inflación a los salarios. Y hay algo evidente: las empresas no pueden trasladar esa inflación a sus ventas. Equiparando inflación a salarios conseguiríamos más paro y quiebras; no podemos admitir que los salarios vayan con la inflación».
Las críticas del presidente de Croem también se dirigieron hacia el Gobierno de Pedro Sánchez. José María Albarracín calificó de «inadmisible e insoportable que el Gobierno de la Nación no atienda las peticiones del presidente de la Región respecto a asuntos de interés para la Comunidad, demandó que el trasvase del Tajo-Segura debe motivar la creación de un plan hidrológico, y criticó la «lentitud» del Estado en la dotación de infraestructuras a la Región.
En el encuentro del tejido productivo regional con las instituciones públicas y los colectivos sociales con los que mantienen vínculos, Albarracín defendió el compromiso de los empresarios con el Mar Menor, insistiendo en que «nosotros estamos por la labor de ayudar; no somos el problema sino una gran parte de la solución. Hay que sacar al Mar Menor de la pelea política escuchando a los científicos y a los técnicos para aplacar la disputa política». El presidente de los empresarios murcianos, que presentó durante la 44 asamblea de la patronal su plan de acción para el próximo año y el balance del actual ejercicio, reclamó también una mayor relajación fiscal en un modelo que denominó «impuestos a la murciano-madrileña».
La reivindicación compartida por el Corredor Mediterráneo encontró hueco en la voz del presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerado Cuerva, quien apoyó a Albarracín en su denuncia por la «carencia de infraestructuras, lo que supone una dificultad para competir con otros territorios». Por su parte, el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, denunció que «a día de hoy, los autónomos «son un poco más pobres que el año pasado; aunque algunos sectores facturan más, el precio de los carburantes y las materias primas, entre otros, ha aumentado de forma considerable».