El AVE a Galicia, y seguimos para bingo

Mientras que la Región carece de un servicio ferroviario decente, la ministra Raquel Sánchez anunció ayer que el AVE llegará a Galicia el 21 de diciembre. Critican que la alta velocidad llegue al noroeste peninsular con doce años de retraso. Tendrían que visitar la Región de Murcia para comprobar algo más sangrante: hace veinte años que se acordó el trazado del AVE Madrid-Levante, y aún seguimos esperando. Y hace ocho años que el AVE llegó a Alicante, pero Adif aún no ha sido capaz de terminar los 20 kilómetros que faltan entre Orihuela y Murcia. Queda más de un año de obras, con suerte. Estamos cada vez más cerca de batir un récord: ser de los últimos territorios en quedar conectados a la red de alta velocidad. Seguimos para bingo.

Inaugurar ciertas obras públicas no está de moda, al menos para el Ministerio de Transportes y Movilidad. Antes se organizaba el correspondiente sarao oficial con motivo de cualquier infraestructura que se ponía a tiro, pero ahora sorprende que el Gobierno central pase del corte de cinta. Ocurrió en septiembre con la puesta en servicio del primer tramo de la autovía del Reguerón, que conecta con la 'autovía el bancal'; y se ha repetido recientemente con la apertura de la variante de Caudete, en el eje del Altiplano (Murcia-Valencia por el interior). Es cierto que son tramos de pocos kilómetros, pero con una importante repercusión social, sobre todo en lo que atañe al Reguerón, que ha visto potenciado su papel como itinerario alternativo y complementario al Puerto de la Cadena. No es que un servidor tenga predilección por los actos oficiales al uso, más bien ninguna; pero hay que dejar constancia de que estas dos obras se han abierto al tráfico sin pompa ni trompetería.

Dos apuntes sobre las obras del Reguerón y del Altiplano: en el primer caso, el nuevo vial ha hecho que se anime el tráfico en la autovía Zeneta-San Javier. Acorta el tiempo de viaje entre el litoral y Murcia, aunque hay que sufrir el tapón de la avenida de La Azacaya. (Una evidente falta de previsión). Además, los conductores tienen que enfrentarse a la autovía autonómica, que se encuentra en un estado cada vez más lamentable debido a las deficiencias de dicha infraestructura.

En cuanto al Altiplano, queda un año y medio de obras para que concluya este eje desde Cieza a Fuente la Higuera, que une la autovía A-30 (Cartagena-Madrid) con la A-35 (Albacete-Valencia). Faltan 16 kilómetros de Yecla a Caudete, separados por el puerto de montaña. Un tramo peligroso, con un considerable tránsito de camiones. ¿Acaso no podían haber iniciado las obras por esta zona, más complicada? Dicho eje interior ya está terminado en la parte que afecta a la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, pero sigue pendiente en territorio murciano. Será por algo.