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No hubo sorpresa. Fernando López Miras tendrá que esperar al lunes para reintentar su elección como presidente de la Comunidad Autónoma, tras no obtener la confianza de la Asamblea Regional en la primera votación del debate de investidura, celebrada este viernes. El candidato del Partido Popular necesitaba una mayoría absoluta y se quedó a dos votos de ello: sólo recibió los de los 21 diputados de su grupo. Votaron en contra los trece del PSOE y los dos de Podemos. También los nueve de Vox, pese a las coincidencias programáticas y las negociaciones en marcha desde el martes. El partido que lidera José Ángel Antelo está cerrado en banda mientras el PP no le haga hueco en el próximo Consejo de Gobierno. Y los populares se niegan a ello. Ninguno cede. El 23-J está a la vuelta de la esquina y toda España mira a la Región, convertida en un campo de experimentación política por lo que puede ocurrir tras las elecciones.
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Tal y como establece el Reglamento de la Cámara autonómica, López Miras tendrá una segunda oportunidad de ser elegido pasadas al menos cuarenta y ocho horas del primer intento. En esa votación, el lunes por la mañana, necesitará mayoría simple. Será clave para ello la abstención que también le niegan, por ahora, los diputados de Vox. Con la votación de este viernes se pone en marcha el plazo de dos meses que tiene la Asamblea para organizar cuantos debates de investidura crea oportunos. Si pasado ese tiempo no hay presidente, la Cámara quedará disuelta y convocará nuevas elecciones autonómicas para otoño. A este último escenario es al que se encamina la Región, salvo que PP y Vox cambien sus estrategias en plena campaña electoral o los resultados del 23-J obliguen a uno de los dos partidos a ceder.
En su segunda intervención ante el Pleno, tras presentar su programa el jueves, López Miras volvió a defender su gestión en la Comunidad durante la pasada legislatura y la legitimidad para ser reelegido. E insistió en pedir el apoyo de sus socios naturales de Vox: «Es obvio que no contaré con el apoyo de todos, aunque sería sensato pensar que, siendo la opción respaldada por la mayoría, se respetase esa voluntad desde la abstención de quienes no tienen la opción de presentar un programa alternativo de gobierno».
El candidato rechazó las críticas de los portavoces de los partidos de izquierdas, especialmente del socialista José Vélez, a quien pidió «coherencia» por criticar los pactos del PP y obviar los suscritos por los socialistas con independentistas catalanes y vascos. Y, dirigiéndose a Antelo, se declaró leal y que cumplió gran parte del pacto de investidura de 2019 con Vox hasta que, un año después, ese grupo parlamentario se fracturó en dos. «¿Quién nos dice que hoy son nueve diputados y dentro de un año no serán tres grupos distintos, como ocurrió en el pasado?», le espetó.
En su primera intervención, el portavoz del Grupo Socialista, José Vélez, puso en duda la promesa de López Miras de respetar la Asamblea y recordó que la pasada legislatura se apoyó en diputados tránsfugas para retener el cargo. «Dice que hay que huir del fetichismo del sillón, cuando usted se agarró a él como una lapa, manchando la institución». Y reprochó que en la defensa de su programa de gobierno no habló de igualdad ni del colectivo LGTBI ni del patrimonio ni de los más desfavorecidos. Vélez lamentó que la Región no mejora en los balances sociales: «Hoy tenemos en la Región más pobreza severa que antes de la crisis de 2008».
El líder socialista recordó que las listas de espera tampoco mejoran, pese a los documentos firmados en la anterior legislatura. Así que calificó su política de pactos como «marketing político que sólo busca titulares de prensa». Y le afeó que hable de «violencia intrafamiliar, faltando el respeto a miles de mujeres que sufren violencia machista». Igualmente puso en entredicho su gestión en materia económica, de vivienda, de medio ambiente y hasta de gestión del agua. Vélez aseguró que con Pedro Sánchez en La Moncloa ha llegado más agua a la Región que con anteriores gobiernos del PP.
Aunque el sentido de su voto ya había sido anunciado, la intervención más esperada de la segunda sesión del debate de investidura fue la del portavoz de Vox, José Ángel Antelo. Defendió la constitución de un gobierno de coalición que «respete la voluntad de los ciudadanos de nuestra Región» y dijo que su candidato era el del PP. Por eso realizó la «enésima llamada al entendimiento, sin chantajes» en pos de un pacto que permita la formación de un ejecutivo ya. Este partido quiere carteras en ese gobierno para asegurarse de que López Miras cumple lo acordado: considera que ya incumplió el pacto de 2019 y que también se apoyó en «tránsfugas» de Vox. En esta ocasión, según Antelo, el acuerdo se resiste porque el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, usa la Región de laboratorio electoral. Así que pidió a López Miras que «recapacite» y se «independice de Feijóo» para formar gobierno con un socio «fiable y leal», aunque algo resentido: reprochó al PP que no le cediera un puesto en la Mesa de la Asamblea.
PP SÍ: 21
PSOE No: 13
VOX No: 9
Grupo Mixto No: 2
La portavoz del Grupo Mixto, la diputada de Podemos María Marín, asimiló las políticas del PP y de Vox durante los últimos años en materia de violencia machista, de integración de inmigrantes y de libertad educativa. «Son ustedes la derechona de este país», dijo con tono crispado a los representantes de ambos partidos, a los que acusó de representar una «opereta» cuando ya tienen un acuerdo, según ella, para gobernar tras el 23-J. Luego cargó contra Vox, a cuyos diputados llamó «fachas oportunistas».
El portavoz del Grupo Popular, Joaquín Segado, trató de tender puentes y establecer conexiones programáticas con Vox para dejar patente que el acuerdo es posible sin que los electores de uno y otro partido se sientan defraudados. Sólo apretó a Vox para decir a sus diputados que sus votos contra López Miras dan «una alegría a Pedro Sánchez».
Antes de finalizar el Pleno, Segado pidió a Vox negociar durante el fin de semana para desbloquear la situación política y formar un ejecutivo «que el lunes comience a trabajar». También lo hizo López Miras, quien solicitó a Antelo reunirse por la tarde para conseguir ese objetivo. Pero no tuvieron respuesta positiva. Hoy y mañana insistirán, aunque Vox sólo accede a negociar si hay gobierno conjunto.
Una de las principales sesiones plenarias de la legislatura, la de investidura del próximo presidente de la Comunidad Autónoma, apenas levantó expectación entre los representantes de instituciones y los agentes económicos y sociales de la Región que fueron invitados al acto. Si buena parte de las 64 sillas habilitadas en el Patio de las Comarcas de la Asamblea se quedaron vacías el día del discurso de Fernando López Miras, pese a la presencia de algunos alcaldes populares, este viernes sólo hubo una veintena de espectadores en el momento de mayor afluencia; seis durante la intervención de la diputada de Podemos María Marín. A ello contribuye que la sesión se sigue por pantalla de plasma y que, de vez en cuando, se va la señal por la precariedad de medios que desde hace tiempo exhibe la Cámara y que también afecta al trabajo de los periodistas. Lejos quedan los años en que los presidentes autonómicos movilizaban a alcaldes, altos cargos y cuadros intermedios de la Comunidad para convertir sus comparecencias en actos de reafirmación partidista.
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