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La capacidad de supervivencia que tiene la nacra en el Mar Menor es merecedora de todos aquellos reconocimientos que pueda recibir una especie que se ... ha enfrentado a múltiples peligros. Un parásito que ha matado más del 90% de los ejemplares en el Mediterráneo, procesos de anoxia o falta de oxígeno, el ataque de moluscos invasores, el fondeo y la navegación o, lo más reciente, el expolio de ejemplares juveniles... La Pinna nobilis ha sufrido lo indecible para lograr mantener viva una mínima población en la laguna y, ahora, ya está delimitada el área donde más probabilidad tiene de sobrevivir a los impactos negativos que la mata.
Investigadores de las universidades de Murcia (UMU) y Alicante (UA), en el marco del proyecto Life Pinnarca, han conseguido fijar en 307 hectáreas el perímetro en el Mar Menor donde la capacidad de supervivencia de este bivalvo es mayor. Esta superficie del fondo marino representa el 2,28% de toda la laguna, pero son zonas óptimas para traslocar o reintroducir ejemplares que hoy se crían en cautividad.
El trabajo, liderado por Pilar Martínez, del departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la UA, concentra esa zona de seguridad para la nacra en la costa este de la laguna y al sur del canal del Estacio; en algunas regiones que rodean el perímetro de las islas Barón y la Perdiguera, además de algunos puntos a lo largo de la costa oeste, por encima de la desembocadura de la rambla del Albujón.
Este último enclave ha formado parte de la combinación de hasta 18 factores que han permitido definir las áreas más seguras. «Hemos tenido en cuenta aspectos como la salinidad, la temperatura del agua, la concentración de oxígeno disuelto, las corrientes marinas, el tipo de hábitat, la distancia con las golas y las playas o las zonas de limitación al baño», comenta Martínez.
Áreas de
idoneidad
para la nacra
0
0.55
0.60
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
Basados en la combinación lineal ponderada (WLC). Las puntuaciones varían de 0 (mala idoneidad) a 1 (buena idoneidad)
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Basados en la combinación lineal ponderada (WLC). Las puntuaciones varían de 0 (mala idoneidad) a 1 (buena idoneidad)
Áreas de idoneidad
para la nacra
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Basados en la combinación lineal ponderada (WLC). Las puntuaciones varían de 0 (mala idoneidad) a 1 (buena idoneidad)
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«El resultado ha sido el esperado», añade Emilio Cortés, director técnico del Acuario de la UMU y uno de los autores del estudio. Las zonas acotadas por la investigación presentan un porcentaje de supervivencia para las nacras superior al 70%. Este perímetro, a su vez, coincide con los lugares donde en la actualidad habitan las pocas nacras que quedan en el Mar Menor.
«La situación es innegablemente compleja, y los resultados de este estudio habrían sido considerablemente diferentes si la condición ambiental de la laguna no se hubiera visto tan severamente afectada. Si la profundidad no fuera un factor limitante, y si no se produjera hipoxia o anoxia, la cuenca profunda de la laguna habría sido de gran interés para albergar nacras, donde las variables de salinidad y temperatura son más óptimas», señalan los investigadores en el artículo científico.
«Las zonas que son idóneas para los adultos no tienen por qué serlo para las nacras jóvenes», subraya Cortés, «hemos dejado fuera del mapa el entorno de las golas por si vuelve a bajar la salinidad y regresa el parásito Haplosporidium», que ya hizo estragos en la población hace unos años: «Evitamos cualquier factor de riesgo». La reintroducción de este molusco es una meta lejana todavía. Los expertos quieren cerrar antes el ciclo reproductivo en cautividad, algo que persiguen desde el Acuario de la Universidad tras varios eventos de reproducción fallidos. «A partir del próximo año vamos a centrar todos nuestros esfuerzos en cerrar ese ciclo», asegura Cortés.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil continúa investigando quién o quiénes pudieron extraer 23 juveniles de nacras el pasado verano en la gola de la Encañizada. Estos ejemplares pertenecían a la nueva población que fue localizada a principios de año en el Mar Menor, y que provocó un salto de alegría entre los científicos que monitorizan a este molusco, tras años de malas noticias.
La Brigada de Delitos Ambientales de los Agentes Medioambientales de la Región de Murcia continúa, también, investigando el caso. Han pedido ayuda al Instituto Español de Oceanografía para que, en base al seguimiento que realizan a la nacra, informen de la campaña de seguimiento que se ha llevado a cabo este año en la laguna y datos concretos sobre la localización de esas nuevas nacras de la Encañizada, según informan desde la Consejería de Medio Ambiente.
Pilar Martínez (UA) no esconde su frustración por el expolio. «Los juveniles son muy sensibles, tardan entre dos y tres años en alcanzar una fase estable para lograr mayor tasa de supervivencia en el medio», remarca. El Acuario de la UMU trabaja con diez ejemplares reproductores para, más adelante, hacer realidad la reintroducción de individuos en estas zonas seguras del Mar Menor. En la laguna, la línea de investigación se centra ahora en estudiar la forma en la que se agrupan las nacras en determinadas zonas.
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