El fiscal pide 10 años a un exmonitor del Seminario Menor por abusos a un niño

Estos hechos, que LA VERDAD desveló en una información publicada en enero del año pasado, se produjeron supuestamente el tercer fin de semana de mayo de 2011, cuando el chico que en apariencia fue víctima de los abusos sexuales tenía nueve años y estaba pasando el fin de semana en el llamado Seminario Menor de Santomera, en compañía de otros menores. Uno de los monitores encargados de vigilar a los niños, P. S. P., habría aprovechado las circunstancias para meterse por la noche en la habitación donde dormía uno de los pequeños. Después se habría acostado en su cama y habría comenzado a tocarle los genitales por dentro del calzoncillo. Todo ello mientras en apariencia frotaba sus caderas contra las nalgas del menor.

Los presuntos abusos carnales se habrían repetido un mes más tarde, de manera prácticamente idéntica.

Fue el propio obispo de la Diócesis, José Manuel Lorca Planes, quien en abril de 2019 ordenó dar cuenta a la Fiscalía Superior de la Región de la presunta comisión de esos abusos, después de que la víctima informara a un sacerdote, durante unos ejercicios espirituales, de lo que le había ocurrido casi una década antes. Ese mismo religioso fue quien animó al chico a poner una denuncia ante la convicción de que se trataba de hechos muy graves.

Pero el propio Obispado de Cartagena actuó de oficio al tener noticias de esos presuntos actos ilícitos en una institución religiosa, desarrolló una investigación preliminar y acabó remitiendo toda la información al Ministerio Público por si lo ocurrido fuera constitutivo de un delito.

Las investigaciones fueron asumidas por el Juzgado de Instrucción número 8 de Murcia, que recientemente ha ordenado la apertura de juicio contra el sospechoso de estos abusos, P.S.P., una vez que las diligencias han confirmado la existencia de indicios suficientes para sentarlo en el banquillo. El fiscal, en su calificación provisional, deja constancia de que P.S.P. era uno de los encargados de las labores de monitor del Seminario Menor de San José y que, «prevaliéndose de esa circunstancia, que le otorgaba mayor proximidad, superioridad y facilidad de acceso a los menores», se metió presuntamente en dos ocasiones en la cama de uno de los niños y cometió los abusos.

Al margen de los diez años de prisión que solicita el Ministerio Público, la acusación particular ejercida en nombre de la víctima reclama penas de ocho años de prisión y una indemnización de 10.000 euros por los daños morales causados al menor de edad.

El letrado Raúl Pardo-Geijo Ruiz, quien en su día llevó la defensa del principal sospechoso de esa causa, se limitó a señalar a este periódico que renunció al asunto hace meses ya que a su antiguo cliente se le asignó un abogado de oficio, por lo que no se encuentra en disposición de efectuar comentario alguno.