La familia de la menor asesinada por su novio en Totana exige 25 años de cárcel
La acusación particular remarca que Johan S. le dio a su exnovia de 17 años hasta 78 puñaladas que le provocaron «una agonía indescriptible»
La familia de Claudia Abigail Siguencia, la menor de 17 años que murió en febrero de 2022 a manos de su novio en ... Totana, exige la máxima condena que la Justicia contempla para este crimen. El abogado Raúl Pardo-Geijo, que representa a los padres y hermanos de la víctima, reclama hasta 25 años de prisión para el autor confeso del crimen, Johan S., exnovio de la adolescente, por un presunto delito de asesinato con ensañamiento y alevosía con la agravante por razón de género.
Publicidad
En el escrito de acusación remitido al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Totana, al que LA VERDAD ha tenido acceso, la acusación particular remarca «la voluntad de dominación machista que presidió el ánimo del crimen» y el «carácter celoso, vindicativo y controlador» del acusado, que tenía 19 años en el momento de los hechos. Esta parte asienta esta conclusión principalmente en el contenido de los diferentes vídeos –hasta nueve– que Johan, que se encuentra en prisión provisional desde la comisión del crimen, grabó justo después de robarle la vida a su exnovia y que envió a sus familiares confesándoles el crimen. «Estaba planeado y lo quería hacer. Los motivos por los cuales lo he hecho no se los diré a nadie», explica el joven en una de esas grabaciones. «Me quedarán para mí, pero básicamente pues porque sí, porque el malo siempre soy yo y ella no».
En el escrito remitido al juzgado, el abogado de la familia de la víctima explica que Claudia había mantenido una «relación sentimental intermitente» con Johan desde noviembre de 2020 hasta escasas semanas antes del crimen, el 8 de febrero de 2022. Esta parte subraya que, prácticamente desde el inicio, la adolescente trató de romper con el chico dado el «carácter posesivo, inseguro, controlador y celoso» que éste demostraba. Una realidad que, asegura, quedaba patente en los mensajes de WhatsApp que ambos intercambiaban y en las declaraciones realizadas por los amigos de Claudia, que no dudaron en calificar de «tóxica» la relación.
Pardo-Geijo explica que la adolescente había roto semanas atrás con Johan pero que éste la «avasallaba» a través de Instagram y WhatsApp haciéndole preguntas sobre sus compañías y pidiéndole retomar la relación. El día anterior al crimen se lo pidió por última vez. Ante la negativa de la menor, Johan le propuso quedar el 8 de febrero en su casa para devolverle sus cosas. La acusación particular hace hincapié en que el procesado le insistió para que acudiera a la vivienda sola.
Publicidad
Una vez que Claudia llegó al edificio, explica esta parte, Johan acudió escondiendo un cuchillo en el bolsillo de su sudadera y le dijo que no llevaba las cosas consigo. Así convenció a su exnovia para que bajase con él al trastero –a la segunda planta de un subterráneo– a recogerlas. La acusación particular considera que el joven tendió así a la víctima «una emboscada mortal» en un lugar «absolutamente alejado de cualquier tercero que pudiera impedir el ataque». Esta parte destaca que la menor no solo no pudo defenderse, sino pedir auxilio.
«Ni defenderse ni pedir ayuda»
El abogado de la familia precisa al detalle las 78 puñaladas que, sostiene esta parte, le propinó el joven a su exnovia provocándole una «agonía lenta e indescriptible» y el shock hipovolémico que acabó finalmente con su vida. Remarca que decenas de estas acometidas se las propinó por la espalda y estando la menor «absolutamente desprevenida». La acusación destaca «por su vileza» las heridas que Johan le causó presuntamente en uno de los pechos y en el rostro, especialmente algunas que le produjeron «un alto grado de desfiguración».
Publicidad
El letrado reclama, además de la pena de cárcel, que se le imponga al autor confeso del crimen una prohibición de acercarse o comunicarse con la familia de la víctima durante un periodo superior en una década a la pena de cárcel impuesta. Reclama, además, que se le obligue a indemnizar con 120.000 euros a cada uno de los padres de Claudia y con 35.000 euros a cada uno de sus hermanos –una suma global de 310.000 euros–, más la imposición de costas.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión