La Región retrocede en Educación en los 'rankings' de la UE, pero sube en Sanidad

Aunque con un aprobado raspado, la Región de Murcia está instalada en los vagones de cola de la Unión Europea, con la particularidad de que ha perdido algunas posiciones dentro del 'ranking' de competitividad que elabora la Comisión Europea, y que se publica cada tres años para evaluar el grado de avance de las 268 regiones que conforman la Unión. Murcia solo ha mejorado en sanidad y en infraestructuras, mientras que se ha distanciado en educación, gobernanza y estabilidad macroeconómica respecto de la media comunitaria, a la vez que sigue alejada de los niveles de eficiencia en el mercado laboral.

Como resultado de esta evaluación plasmada en el Índice de Competitividad Regional, Murcia está en el puesto 219 de la lista de los 268 territorios europeos. En una escala de 0 a 100, se sitúa en el 31.11. Si se toma como referencia el Producto Interior Bruto por habitante, la Región obtiene 75,8 puntos sobre cien -tomando como referencia los años 2015 al 2017- y avanza puestos en comparación con el índice de competitividad, para colocarse en el lugar 183 del puzle territorial. La otra herramienta de medición de la Comisión Europea es el estado general de desarrollo, que otorga a Murcia un 3 dentro de una escala de 1 a 5.

El Índice de Competitividad Regional evalúa a cada una de las regiones europeas en términos de innovación, gobernanza, transporte, infraestructura digital, sanidad, educación y capital humano, entre otros factores. El objetivo es ayudar a los gobiernos regionales a detectar sus puntos fuertes y débiles para diseñar futuros programas dentro de la Política de Cohesión del bloque comunitario.

La Región presenta claroscuros en su grado de desarrollo respecto a regiones similares y al conjunto. Si se utiliza un semáforo, solo tiene de color verde la sanidad, mientras que la educación superior, junto con el aprendizaje permanente y el mercado de trabajo, están en rojo. El resto de parámetros se encuentran en ámbar, acorde con la media europea: gobernanza e instituciones, estabilidad macroeconómica, infraestructuras, educación básica y mercados. En la misma media se encuentran la preparación tecnológica, el modelo de negocio y la innovación.

La comunidad murciana, no obstante, ha empeorado en cinco parámetros respecto de la anterior evaluación del año 2016; al tiempo que ha mejorado en otros tres. Murcia sobresale claramente en la prestación de los servicios sanitarios, como sucede con otras comunidades españolas. Ha ganado posiciones en el mapa europeo, al igual que con las infraestructuras, incluidas las redes digitales y los transportes, que han dado un salto positivo en los tres últimos años debido principalmente a las inversiones en carreteras y en la sociedad de la información, así como en el elevado paquete de obras para desarrollar la red de alta velocidad. También avanza en preparación tecnológica.

Por el contrario, la educación básica ha perdido posiciones, y en mayor medida lo han hecho la educación superior y el aprendizaje, al crecer la distancia con la media. El Índice de Competitividad Regional coloca a Murcia en una posición intermedia atendiendo a los tres niveles (básico, eficiencia e innovación). Murcia comparte el primero con la media europea, y se aleja en los otros dos parámetros.