La empresa familiar rechaza «la tutela e injerencia gubernamental» y pide que la dejen trabajar

La XXVIII Asamblea General de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) estuvo marcada ayer por la impugnación colectiva del tejido empresarial regional a la intención del Gobierno central de recortar la jornada laboral al margen de la patronal, lo que ha llevado a las pymes, agrupadas en Cepyme, a revolucionar el debate pidiendo que pare el intervencionismo y el hostigamiento al empresariado. Y, en el marco de esta polémica, José María Tortosa, presidente de Amefmur, mostró su «apoyo al manifiesto de las pymes españolas por la libertad de empresa» y su «rechazo a la tutela e injerencia gubernamental».

«Lo importante es que las administraciones no nos molesten y nos dejen trabajar», señaló Tortosa en el discurso de clausura de la Asamblea General, tras haber reivindicado, a preguntas de la prensa, que Amefmur se adelantó a Cepyme y el año pasado denunció el hostigamiento a que estaban siendo sometidos empresarios como Juan Roig, de Mercadona.

Tortosa advirtió, además, del «peligro de legislar con el rodillo» porque eso, recalcó, «ataca al corazón de la productividad», un factor «crucial para todos». También se expresó de forma contundente el presidente de la Croem, Miguel López Abad, que hizo suyo el reclamo de Cepyme. «Basta ya. Ni se puede vivir en un monólogo, ni en una situación constante de subidas de impuestos a las empresas, que las hace menos productivas, siendo España uno de los países menos productivos de la UE».

En la misma línea, aunque con matices, se pronunciaron grandes líderes de la empresa familiar murciana como el presidente de honor de Amefmur y propietario de ElPozo, Tomás Fuertes; José Javier López Sánchez, consejero de Andamur, y Estefanía Hidalgo, directora de Calidad y miembro del Consejo de Administración de la conservera Hida.

Para Tomás Fuertes, la reducción de jornada no creará más empleo y puso el acento en que lo que necesita la sociedad es crear más puestos de trabajo y más riqueza para recaudar más impuestos, porque cuando una empresa gana un euro, aporta cinco. En la misma línea, Estefanía Hidalgo considera que a una empresa como la suya, estacional, en plena campaña le es «casi imposible» recortar horarios.

A López Sánchez, de Andamur, le parece un objetivo «estupendo» mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, «pero sin comprometer el crecimiento de las empresas y no puede establecerse de una manera unilateral». Además, aclaró que en esa dirección ya ha avanzado su compañía, por lo que el recorte horario que defiende el Gobierno central no supondrá mayor problema en su caso.

Para José María Tortosa, el gran reto de la empresa familiar es incrementar el tamaño de las compañías porque cree que, al ganar tamaño, «multiplicarán exponencialmente la generación de riqueza y bienestar». El objetivo es acortar la distancia respecto al tamaño empresarial de Europa, ya que España está muy por debajo de la media europea.

Y esto, a su juicio, genera un problema de productividad y competitividad, que «se traduce en peores condiciones de acceso a la financiación, a la innovación tecnológica, a la captación de talento y al abordaje de los mercados exteriores».

Por todo ello, la empresa familiar tiene claro que necesita «ayudas en forma de incentivos fiscales y regulatorios que no disuadan ni a la inversión ni al crecimiento empresarial». Y en este punto apeló a las administraciones «para que faciliten la actividad empresarial», «apostando aún más por el modelo de colaboración público-privada, que trasciende de las «aspiraciones políticas y se extiende a todos aquellos que trabajan dentro del marco constitucional».

Dicho esto, entró en la reducción de la jornada laboral, que desde Amefmur creen que no se puede regular sin una discusión previa por sectores, tipos de empresas y productividad. «Hay que medirla en cantidad y calidad. Cualquier avance tiene que estar vinculado a la productividad».

Tortosa está convencido de que «pronto veremos una jornada laboral diferente, sobre todo, de la mano de las grandes revoluciones como la inteligencia artificial (IA), «que será fundamental para mejorar la productividad y la competitividad». También César Pérez Ruiz, responsable mundial de inversiones de Pictet Wealth Managment Iberia, patrocinador de la Asamblea General de Amefmur, destacó en una conferencia, que «hay compañías invirtiendo muchísimo dinero en 'data centers' y en inteligencia artificial».

Tortosa sacó pecho ayer en la Asamblea General de varios hitos de Amefmur. Entre ellos destacó que el primer trimestre del próximo año se reunirán en la Región de Murcia los representantes de 18 asociaciones familiares de España. En su conjunto representan a 1.800 mercantiles, que facturan 335.000 millones de euros y representan el 24% del PIB español. Éste sería el tercer acto a escala nacional vinculado al Instituto de la Empresa Familiar.

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