Educación fija el aumento de plazas de 0 a 3 años en 1.300 y dará ayudas a 3.500 familias

Las plazas públicas de Educación Infantil, de 0 a 3 años, seguirán siendo escasas este curso. El impulso que debe recibir la etapa preescolar en la Región antes de que acabe 2024 con los 40 millones de euros financiados por el Ministerio de Educación no será este primer año potente, pero al menos dará alguna opción a las familias que quieren o necesitan escolarizar a sus hijos antes de los tres años.

A la espera de que se construyan las nuevas escuelas de infantil aprobadas en los municipios de Abarán, Abanilla, Alcantarilla, Archena, Cartagena, Lorca, Los Alcázares y Molina de Segura, con un presupuesto de 7,4 millones de euros, la oferta de puestos crecerá a lo largo de este curso con 1.300 plazas gratuitas más, aunque no todas estarán financiadas desde el comienzo de curso.

Se trata de plazas en Centros de Atención a la Infancia (CAI) y Puntos de Atención a la Infancia (PAI) ya en funcionamiento en los pueblos que se incorporan a la red de escuelas públicas en una treintena municipios. Estos centros, que son municipales pero que en muchos casos están gestionados por cooperativas o empresas, serán financiados por la Comunidad desde este año. No en todos los casos se trata de puestos de nueva creación, pero sí pasarán a ser públicos y gratuitos a lo largo de este curso. Según insistió ayer la Consejería de Educación, los responsables municipales ya saben de cuánto dinero disponen para ofrecer esas plazas públicas, aunque todavía no lo hayan recibido. En esas condiciones, las familias tendrán que empezar el curso abonando las cuotas, en la confianza de que recibirán el dinero.

Las nuevas plazas públicas se completan con las ayudas del llamado 'Cheque guarde', de hasta 1.200 euros anuales por familia. El dinero tampoco ha sido repartido todavía y la convocatoria se publicará en unos días. Las ayudas están destinadas a las familias que lleven a sus hijos a centros educativos privados autorizados o escuelas infantiles municipales que no ocupen plazas sostenidas con fondos públicos durante el curso 2022/2023. La cuantía de esta ayuda, destinada a sufragar los gastos de matriculación, escolarización y atención del alumnado de entre 0 y 3 años, estará fijada en un máximo de 1.200 euros por alumno y serán convocadas por un total de 3,4 millones de euros. Con esas cifras, la Consejería de Educación calcula que serán 3.500 los hogares que puedan beneficiarse de la ayuda. El modelo no se ajusta al espíritu del plan del Ministerio de Educación para impulsar la oferta pública y gratuita de 0 a 3 años, pero sí al propósito de la Consejería de Educación para financiar puestos en centros privados. El 'cheque' se entregará a las familias que se ajusten a los requisitos de la convocatoria (aún por concretar), pero los padres pueden llevar a sus hijos a la escuela que quieran (dentro de las autorizadas), pública o privada, lo que en la práctica no difiere de un concierto.

Los requisitos para recibir las ayudas de guardería se publicarán en unos días, pero la voluntad de la Consejería de Educación es que los umbrales de renta sean accesibles a una familia media trabajadora, aunque los dos progenitores ingresen un sueldo.

El plan de impulso a las plazas de guardería contempla hasta 2024 la creación de 4.000 plazas de Infantil, 3.500 de gestión municipal, e incluye también la entrada en los colegios de Infantil y Primaria de medio millar de alumnos de 2 años a partir del próximo curso.

Las nuevas plazas de Infantil fueron desglosadas ayer por la consejera de Educación, María Isabel Campuzano, durante su comparecencia para detallar las cifras de la vuelta al cole. Entre otras cuestiones, concretó las cuantías destinadas a las becas para comedor y libros, que se mantienen congeladas. La escalada del IPC ha reducido el poder adquisitivo de miles de familias, que se suman a los hogares con dificultades económicas para encarar la vuelta al cole, pero este curso no podrán contar con más becas para libros y comedor que les ayuden a resolver la situación. La Consejería de Educación mantiene las ayudas para esos dos conceptos como el pasado año y no prevé habilitar partidas presupuestarias adicionales para hacer frente a la urgencia. El director general de Centros, Jesús Pellicer, puntualizó que las ayudas no suben porque tampoco lo hace la financiación que recibe la Región y apuntó que, a pesar de que la cuantía no aumenta, llegarán a más familias porque los umbrales de renta exigidos (imposibles hace unos años) se han elevado.

En su primera comparecencia ante los medios de comunicación en semanas, Campuzano se congratuló por la «normalidad», después de tres cursos con obstáculos por la pandemia, que «marcará este inicio de curso». La consejera evitó entrar en polémicas por la Lomloe y repasó los programas en marcha para la digitalización de las aulas, las mejoras de eficiencia energética de colegios e institutos, la atención a la diversidad y la rebaja de las tasas de fracaso escolar. «Nuestro objetivo es que los alumnos reciban la mejor experiencia educativa, en especial los que más lo necesitan», dijo Campuzano, satisfecha con las ratios «por debajo de lo que marca la normativa estatal» y las plantillas de profesores, que se mantienen en 26.000 docentes.

El retraso en la aprobación de los currículos definitivos, insistió el director general de Recursos Humanos y Planificación Educativa, Víctor Marín, no tendrá «consecuencias para el normal funcionamiento de los centros».

La actual situación económica sí será tenida en cuenta para atender las demandas de los centros educativos, que reclaman una asignación extra para afrontar el incremento de las facturas energéticas. Según explicó Pellicer, los colegios e institutos ya les han trasladado sus demandas, que serán atendidas. De igual manera, la Consejería de Educación está en conversaciones con los servicios de catering para encajar las subidas de precios.

En lo referido al alumnado, la Consejería de Educación ha registrado la cifra récord de más de 300.000 matriculados en las etapas de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, FP y Régimen Especial, aunque hay que tener en cuenta que ese cupo no incluía otros años las enseñanzas de régimen especial. La caída de la natalidad se deja sentir con contundencia en los datos de matrícula en Infantil, con 2.500 alumnos menos. En cambio, aumentan los alumnos de ESO y de FP.

Las ratios medias se mantienen en cifras similares al pasado curso, a pesar del descenso de la natalidad, pero por debajo del tope que marca la ley.

La consejera resaltó que uno de sus objetivos principales para el nuevo curso escolar pasa por el refuerzo de medidas de acompañamiento y orientación personal y familiar del alumnado educativamente vulnerable, con programas de acompañamiento y control del absentismo. Entre otras medidas, se realizará un mapa del absentismo para priorizar actuaciones en zonas con mayores tasas. Campuzano se felicitó por el incremento de la demanda de plazas de FP, que ha propiciado la matriculación de más de 31.000 alumnos. La oferta de 35.700 plazas incluye 45 ciclos bilingües con 900 plazas.

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