Alarma en los sindicatos por el aumento de muertes en el transporte de jornaleros en la Región de Murcia
CC OO denuncia que 6 temporeros murieron y otros 75 resultaron heridos en 2022 por las paupérrimas condiciones de los conductores
Raúl Sánchez
Viernes, 5 de mayo 2023, 02:26
Cada mañana, a las 4.20 horas, suena la alarma del despertador. Carlos Alberto -nombre ficticio- tiene suerte. Media hora después recogerá a su primer ... jornalero hasta llenar con ocho personas la furgoneta que conduce. Como jefe de escuadrilla, se encarga esencialmente de trasladar a los trabajadores hasta una finca hortofrutícola. Se desplaza todos los días desde una pequeña localidad cercana a la costa de Alicante hasta el campo del Noroeste de la Región. Hace una media de 140 kilómetros al día, lo que se traduce en casi dos horas de trayecto de ida y otras tantas de vuelta, pero puede llegar hasta los 230 kilómetros solo en un sentido y la misma distancia en el regreso.
Este trabajador, de nacionalidad ecuatoriana, tiene fortuna porque su empresa ha cedido a su petición. «Solo llevo un medio de transporte; antes me encargaba de dos», afirma este asalariado de 40 años, que no trabaja a destajo como sus compañeros. «Llegué a ocuparme de dos furgonetas, pero resultaba complicado; el otro conductor siempre tenía sueño porque tenía que trabajar en la tierra y nadie quería sustituirlo», asegura Carlos Alberto, que desempeña otras tareas, como que no se mezclen las variedades de cultivos: «No descanso. Si me ven que no estoy haciendo nada, piensan que o bien estoy borracho o bien no quiero trabajar, me pueden tomar una foto y despedir de la empresa». En cambio, otros no gozan de las mismas condiciones. «Tengo compañeros que viven en Lorca y que tienen que trabajar en Guadix (Granada), acaban exhaustos como el resto y, luego, deben ocuparse de devolver a todos a su casa», cuenta. Afortunadamente, no ha sufrido ningún accidente de tráfico.
Accidentes mortales
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Lunes 14 de febrero. Un fallecido y seis heridos tras el choque entre dos furgonetas en la carretera de Santomera a la localidad de Abanilla.
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Jueves 31 de marzo. Un muerto y cinco heridos al salirse de la vía una furgoneta en la autovía del Noroeste a la altura de Bullas.
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Sábado 23 de julio. Un trabajador natural de Malí murió y otros seis resultaron heridos en una accidente en la A30, término municipal de Ulea.
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Viernes 21 de octubre. Tres muertos y 6 heridos en la vía de Caravaca de la Cruz a Lorca, a la altura de La Almudema.
Juan Blázquez, secretario de Salud Laboral de CC OO Región de Murcia, denuncia que, en 2022, murieron 6 personas -el doble que el año anterior- y que 75 resultaron heridas en este tipo de accidentes, la mayoría de origen magrebí y subsahariano. Como señala el sindicalista, no es novedad: cinco jornaleros fallecieron en 2016 al caerse la furgoneta en la que viajaban por un puente en la autovía hacia Águilas. Y el pasado 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, mientras en la marcha los sindicatos reivindicaban un mayor esfuerzo en la seguridad laboral a las administraciones públicas y a los empresarios, una temporera perdió la vida y otras 25 resultaron heridas al volcar un autobús en Huelva.
«Queremos prestar atención a una casuística propia del ámbito agroalimentario: el elevado número de accidentes que se producen 'in itinere' entre los empleados que se desplazan a su lugar de trabajo en medios de transporte propios o de la empresa, en el que los propios jornaleros realizan la función de conductores y lo suman a su trabajo en el campo el cansancio añadido de conducir durante las horas previas y posteriores a la jornada, con el riesgo que ello entraña y que se traduce en siniestros», explica Blázquez.
Jornada negra
Era viernes 21 de octubre y una furgoneta con nueve ocupantes -todos jornaleros de Lorca- bailoteó un poco, se desvió de la carretera y se estrelló contra el quitamiedos, a la altura de La Almudema (Caravaca de la Cruz), lo que provocó que el vehículo volcara y cayera por un terraplén arrastrándose unos 200 metros. El balance: 3 muertos y 6 heridos. La jornada más negra en el campo el pasado año. Todas las mañanas salen al campo desde Lorca más de 10.000 jornaleros, a veces a localidades que se encuentran a tres horas de viaje. Antes, el 14 de febrero, falleció un trabajador después de que dos furgonetas chocaran en la carretera de Santomera a Abanilla. El 31 de marzo murió otra persona en otro siniestro en la autovía del Noroeste a la altura de Bullas. Y, el 23 de julio, un jornalero de Malí pereció en la A30, a la altura de Ulea.
Se produjeron otros ocho accidentes en 2022. El más grave se registró el 11 de junio, cuando una furgoneta con temporeros de nacionalidad marroquí colisionó contra un turismo en Cieza causando 10 heridos. Un mes después, nueve personas también resultaron heridas, dos de gravedad, al salirse de la vía el vehículo en el que viajaban, en la RM2 a la altura de Fuente Álamo. «Debemos de dotar de seguridad a las cuadrillas de trabajadores en el campo», remarca Blázquez.
Investigan un siniestro en abril de un vehículo «sin conductor»
Muchos de los accidentes afectan sobre todo a los migrantes, que no cuentan con otra posibilidad para desplazarse en numerosas ocasiones, incluso fuera de la Región de Murcia. Para Ángel Torregrosa, delegado de CC OO en la comarca del Guadalentín, la solución pasa esencialmente por incluir en los convenios colectivos del sector la obligatoriedad de facilitar el medio de transporte a los trabajadores por parte de la empresa, profesionalizando esta función y eximiendo de otros trabajos a quien ejerce de conductor».
Según Juan Blázquez, secretario de Salud Laboral CC OO regional, la Inspección de Trabajo está investigando en estos momentos un siniestro como posible accidente laboral. Se produjo el pasado 3 de abril, a las 6.23 horas, en la A3 entre Jumilla y Yecla. Todos ellos, de nacionalidad marroquí, salieron ilesos y por su propio pie. Pero, un todoterreno Mercedes apareció al rescate, supuestamente maniobrando en sentido contrario, para sacar del arcén la furgoneta Volvo. «Lo lógico habría sido dejar la furgoneta en el estado en el que se encontraba», esgrime Blázquez. Nadie estaba al volante, llegaron a afirmar los pasajeros, que carecían de documentación, presumiblemente coaccionados, cuenta. Pero, curiosamente, el propietario de ambos vehículos es la misma persona. «No se puede tener a una persona de conductor y, luego, de trabajador en el campo», asevera Blázquez, que subraya la importancia de que los inspectores de trabajo cuenten con la colaboración de Guardia Civil, Policía Local y empresarios para reducir la siniestralidad laboral. Incluso, los temporeros se quejan de las malas condiciones del medio de transporte. «No tienen climatización o calefacción muchas veces», deplora Ángel Torregrosa, quien advierte de que la mayoría de las furgonetas pasan desapercibidas, ya que quitan el rótulo con el nombre de la empresa.
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