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D. G. C.
MADRID
Domingo, 22 de julio 2018, 07:47
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No podía imaginarse la concejal del Ayuntamiento de Murcia Maruja Pelegrín que la ducha que se dio a primera hora de la mañana de ayer en el hotel madrileño en el que se hospedaba le iba a resultar tan cara. Porque el ruido del agua le impidió escuchar el sonido de su teléfono móvil, al que en esos momentos llamaba con insistencia tanto el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, para pedirle el número de su DNI e incluirla en la candidatura de Casado a la Junta Directiva.
Pelegrín cogió por fin el teléfono a las 9.05 horas. Pero ya se había cerrado el plazo de presentación de listas y, como dice el refrán, el que se fue a Sevilla... La edil estuvo todo el rato acompañada por Alicia Barquero, que espera una niña, que se llamará como ella, para finales de septiembre.
Así que la teniente de alcalde comenzó con un disgusto la jornada del sábado, que se vivió con intensidad y nervios entre la delegación murciana, principalmente Fernando López Miras, que pasó un mal rato durante el recuento de los votos. Se había implicado demasiado con Casado y, aunque la victoria del diputado por Ávila parecía clara tras los discursos, en estos casos nunca conviene confiarse. «Has sido fundamental en la victoria», agradeció Casado a Miras cuando el presidente murciano acudió a felicitarlo tras su proclamación como presidente.
La candidata derrotada, Soraya Sáenz de Santamaría, también se acordó de Murcia en el día de ayer. Citó en su discurso a una señora de Murcia que, durante su visita a la ciudad en estas primarias, le dijo que lo que más le gustaba de ella es que se paraba con la gente y la escuchaba. «Yo quiero ser así», dijo Soraya. Conforme iba hablando la exvicepresidenta desvelaba la identidad de cada uno de los miembros de su equipo, sus partidarios dedicaban una ovación a cada uno. Uno de los que menos entusiasmo generó fue el senador por Murcia Pedro José Pérez Ruiz, a quien se vio muy cercano a Valcárcel durante todo el cónclave. Quizás por lo común del nombre y los apellidos, muchos no lo reconocían.
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