Docentes de la UCAM regresan a Uganda para formar en técnicas sanitarias
Voluntarios de la Católica viajan por tercer año a Kikaya para educar a la población en prevención
«Tenemos que implicarnos con un proyecto, centrarnos en algo e intentar que vaya madurando», explica el profesor de Ciencias de la Salud de la ... Universidad Católica de Murcia Manuel Pardo, que acaba de participar por tercer año consecutivo en una misión humanitaria en Kikaya, Uganda, a unos 5.500 kilómetros de Murcia, para intentar trasvasar conocimiento que ayude a mejorar la salud de la población local.
En esta ocasión, él y la docente del grado de Farmacia Pura Ballester han formado parte de un equipo de ocho personas desplazado al país africano para afianzar los pasos dados en las dos expediciones anteriores donde ya participó la institución docente, y que sirvieron para equipar una ambulancia y poner en marcha una clínica de urgencias para ofrecer atención sanitaria a cerca de 15.000 habitantes de la zona. La expedición, que partió a la localidad el 12 de julio y regresó la pasada semana, se ha centrado este año en la realización de actividades de fomento de la educación para la salud y de prevención, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ugandeses, y ha donado diverso material sanitario.
Durante su estancia, los dos profesores desplazados desde Murcia han atendido a pacientes y han dado clases a profesores de colegios y del orfanato de Kikaya en materia de primeros auxilios y prevención. Parte de ese trabajo ha consistido en acciones de concienciación sobre el uso del casco para evitar lesiones graves en caso de accidente, ya que es habitual en la zona el uso de mototaxis donde pueden llegar a circular hasta cuatro personas por unas carreteras en mal estado. También donaron más de 200 cascos para facilitar su adopción e impartieron jornadas de formación en materia de asistencia en caso de accidente.
Plantas medicinales
Manuel Luque, presidente de Worldproject, explica que la presencia de la profesora de Farmacia este año ha permitido abordar nuevas actuaciones, como la labor pedagógica sobre «el uso adecuado de plantas medicinales», una práctica frecuente en Kikaya. «Es una forma de conectar con las poblaciones locales desde un punto de vista científico y desde el conocimiento», añade.
La profesora de la UCAM explica que el proyecto del que ha formado parte ha consistido en el cultivo en un huerto de plantas medicinales y la puesta en marcha de «un pequeño laboratorio donde elaborar principios activos y drogas medicinales».
La voluntaria detalla que, además, ha tratado a través de diversas acciones formativas, de «aportar un poquito de luz en algunas áreas como la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y el tratamiento de algunas infecciones».
Clases a distancia
Para Manuel Pardo, la clave es consolidar los conocimientos aportados y seguir estrechando los lazos de formación con los locales. «Por eso este año hemos donado también cuatro gafas de realidad virtual al personal de la clínica. Nuestra idea es que cuando vayamos a dar clase con nuestros alumnos, la gente de la clínica pueda conectarse. Les invitaremos a las clases y les daremos el calendario para que puedan conectarse y asistir a las formaciones», asegura.
En esa misma línea, según asegura el profesor universitario, está ya está previsto que el año que viene puedan llevar conexión a internet vía satélite a través de la empresa Starlink para mejorar el acceso. «Al final nosotros venimos un periodo cortito de tiempo», por eso «una de las cosas más importantes es ayudar a los profesionales de aquí a mejorar sus capacidades».
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