La división sindical dificulta la implantación de las 35 horas en la Comunidad

Entre los sindicatos predominan dos posiciones. CC OO y UGT mantienen su apuesta por los términos del preacuerdo que dicen haber alcanzado con el Ejecutivo, según el cual la reducción de la semana laboral empezaría en junio para los funcionarios de administración y servicios y del Servicio Murciano de Salud, y en septiembre para el personal docente, y se completaría en dos años. En cambio, el Sindicato Médico, Satse y Anpe apuestan por aplicar la medida en septiembre para todos los empleados públicos y en un solo ejercicio. El CSIF también aboga por aplicar la medida «ya, sin tener que esperar dos años, y a todos los empleados públicos al mismo tiempo».

Para la Administración regional, el principal impedimento es el coste de unos 130 millones de euros que tendría el recorte de dos horas y media semanales de la jornada laboral de sus casi 60.000 funcionarios. Por ello su primera propuesta fue aplicar las 35 horas de forma progresiva a partir de 2024, aunque tras las negociaciones mantenidas hasta ahora ha terminado por aceptar llevarlo a cabo entre este año y el próximo de forma simultánea a toda la plantilla y a partir del mes de septiembre.

En las reuniones de este viernes en la Consejería de Economía y Hacienda participaron Clemente Hernández, presidente de la organización FSES, formada por Satse y Anpe; los secretarios generales de CC OO y UGT, Santiago Navarro y Antonio Jiménez; la presidenta del Sindicato Médico, María José Campillo, y la secretaria general del sindicato CSIF, María López. Las reuniones con cada organización, salvo en el caso de CC OO y UGT, fueron por separado.

«Hace falta un acuerdo entre todos y mantenemos la voluntad de seguir negociando para poner en marcha la jornada de 35 horas», indicó el consejero en un comunicado tras comprobar la división sindical. La premisa fundamental debe ser «dar el mejor servicio a los ciudadanos desde la Comunidad. A partir de aquí, tenemos que buscar una postura común viable», apuntó Marín.

Otro reto a superar con la semana de 35 horas es la nueva planificación que deberá realizarse en todos los servicios de la Comunidad, según el consejero, para que no repercuta en la calidad de las prestaciones que reciban los ciudadanos.

UGT y CC OO reiteraron su intención de convocar movilizaciones por la negativa del consejero a aceptar la reducción de la jornada desde junio.