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Uno de los jóvenes involucrados en la presunta violación a una joven en Molina, este viernes, tras prestar declaración en el juzgado de guardia de Murcia. Nacho García / AGM
Dejan en libertad al detenido por la presunta violación a una joven en una fiesta multitudinaria en un chalé de Molina

Dejan en libertad al detenido por la presunta violación a una joven en una fiesta multitudinaria en un chalé de Molina

Permanecen abiertas contra él y otros dos hombres diligencias para investigar un posible delito de agresión sexual y descubrimiento y revelación de secretos. A los tres se les ha impuesto una orden de alejamiento respecto de la denunciante

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Viernes, 11 de diciembre 2020, 10:47

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El juzgado de guardia de Murcia acordó este viernes por la tarde la puesta en libertad del detenido por la presunta violación de una joven en una fiesta multitudinaria en un chalé de Molina. Permanecen abiertas contra él y otros dos hombres diligencias para investigar un posible delito de agresión sexual y descubrimiento y revelación de secretos. A los tres se les ha impuesto una orden de alejamiento respecto a la denunciante.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado lunes, 7 de diciembre. Varias decenas de jóvenes –hasta treinta o cuarenta–, muchos de ellos integrantes de un equipo de fútbol de una pedanía de Murcia, otros solo conocidos, e incluso algunos desconocidos que nadie sabe cómo entraron en la fiesta, se dan cita en una preciosa casa rural situada entre los términos municipales de Molina de Segura y Fortuna. Tienen por delante una largo puente festivo, con las conmemoraciones de los días de la Constitución y de la Inmaculada, y las limitaciones de movilidad y de reunión establecidas con motivo de la pandemia de la Covid-19 les importan, huelga decirlo, un pimiento.

Aunque la reunión es mayoritariamente masculina, también han acabado incorporándose al 'sarao' algunas chicas, amigas de unos o de otros. Hay música a todo volumen, pues no hay nadie a quien molestar en varios kilómetros a la redonda, y el alcohol corre como si manara de los grifos y de las mangueras de los jardines.

Conforme transcurren las horas, los efluvios etílicos comienzan a causar efecto en las mentes y en los cuerpos de los asistentes, algunos de los cuales empiezan a establecer estrecho contacto. Una chica de unos veinte años, que ha llegado al chalé rural acompañando a otra amiga, se deja seducir por uno de los chavales y lo acompaña hasta uno de los dormitorios, donde mantienen relaciones sexuales consentidas.

Una vez concluido el contacto carnal, ambos se incorporan a la fiesta y siguen interactuando con los allí reunidos. Un rato más tarde, la joven acepta compartir otro rato de intimidad con un nuevo chico. Mientras están manteniendo relaciones sexuales se asoma por la puerta un amigo del anterior y pide permiso para incorporarse al encuentro, que pasa a convertirse en un trío. Hasta ahí, en apariencia, la mujer no pone impedimento alguno y ejerce plenamente su libertad de mantener relaciones sexuales cuando y con quien quiere.

La situación se complica cuando aparece en escena un tercer joven, que también se muestra deseoso de sumarse a la bacanal. Y es ahí, supuestamente, cuando la chica, que hasta ese momento no ha puesto impedimento alguno al intercambio sexual, dice que basta y que «con dos ya hay más que suficiente».

Una denuncia ante la Policía

Los hechos degeneraron a partir de ese momento hasta convertirse en una presunta agresión sexual. Tal y como ha manifestado la perjudicada ante los investigadores de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía, este tercer joven no habría aceptado de buen grado haber sido rechazado y se habría dirigido hacia ella, de manera expeditiva, y la habría forzado a practicarle una felación. La mujer, que ha admitido que en ese momento tenía sus facultades muy alteradas por el consumo de alcohol, no descarta además que la hubiera penetrado vaginalmente.

Aunque la supuesta agresión sexual habría sido cometida por uno solo de los chavales, los otros dos están siendo también investigados por un presunto delito de omisión del deber de socorro, ya que no habrían intervenido para tratar de frenar la agresión sexual. A ello se une que las relaciones sexuales fueron grabadas con ayuda de los teléfonos móviles por uno o varios de los participantes en el encuentro, y que incluso las imágenes fueron distribuidas en apariencia a terceras personas a través de una red social. Ello ha motivado que los encausados estén teniendo además que responder de un supuesto delito de revelación de secretos.

Las diligencias han sido remitidas al juzgado de guardia de Murcia, aunque todo apunta a que el asunto acabará en manos de un juzgado de Molina de Segura por encontrarse la casa rural ubicada en ese término municipal. Fuentes de la investigación explicaron se detuvo inicialmente a un segundo joven que ya ha sido puesto en libertad tras prestar declaración, al considerar que no se iba a sustraer a la acción de la Justicia. Los agentes también tomaron declaración, en la condición de investigado no detenido, a un tercer asistente, habiendo entregado los tres sus teléfonos móviles para averiguar si, como sostiene la denunciante, el encuentro sexual fue grabado sin que la denunciante se diera cuenta.

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