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La selección portuguesa festeja con su afición la Eurocopa.
Portugal, exultante, recibe a los campeones como héroes

Portugal, exultante, recibe a los campeones como héroes

Cristiano Ronaldo ofreció la Eurocopa desde el palacio presidencial de Belem y los futbolistas fueron condecorados con el título de comandante de la Órden de Mérito

COLPISA/AFP

Lunes, 11 de julio 2016, 18:13

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Portugal, exultante, recibió este lunes como héroes a los campeones de Europa, liderados por el capitán Cristiano Ronaldo y el seleccionador Fernando Santos, para festejar por todo lo alto su triunfo en Francia. Este primer título internacional llena de alegría a los portugueses y da un empujón de moral a un país al que le cuesta salir a flote después de años de crisis económica.

Escoltado por el ejército del aire, el avión 'Eusebio', que transportaba a la Seleçao, aterrizó en Lisboa al mediodía, con cerca de media hora de retraso. Dos chorros de agua con los colores verde y rojo sirvieron para hacer pasillo a la aeronave. Recibidos por miles de aficionados, los primeros en salir del avión fueron Cristiano Ronaldo y Fernando Santos, alzando el trofeo. «El título es para todos los portugueses, para todos los emigrantes, para toda la gente que creyó en nosotros», afirmó la gran estrella de la selección portuguesa y del Real Madrid después de la final del domingo ante Francia.

Los jugadores se subieron a un autobús descapotable rotulado con la palabra 'Campeones', para dirigirse al palacio presidencial de Belem, donde fueron recibidos por el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa. Cristiano Ronaldo fue quien levantó el trofeo de la Eurocopa 2016 desde un balcón del palacio ante una multitud de hinchas que entonaron con emoción y patriotismo el himno nacional junto a sus futbolistas. «Son los mejores de Europa. Han dado ejemplo al ganar gracias a su coraje, determinación y humildad», declaró Rebelo de Sousa, antes de entregarles a los 23 jugadores de la selección lusa la condecoración de comandante de la Órden de Mérito, la mayor distinción civil que se puede otorgar en el país.

«No hemos dormido mucho. Esta victoria es la primera. Teníamos que estar aquí. Es nuestra venganza después de 2004», reconoció Antonio Ribeiro de Magalhaes, un estudiante de 21 años, en referencia a la final que perdió el equipo luso ante Grecia, siendo Portugal el país anfitrión del torneo. Doce años después de este drama nacional, Portugal consiguió por fin su primer gran título internacional. Durante toda la noche, los aficionados de todo el país celebraron a lo grande este triunfo memorable.

Tras la recepción en el palacio presidencial, los jugadores de la Seleçao realizaron un recorrido en autobús por las principales arterias de la capital y se dirigieron a una zona preparada para los festejos con los aficionados al norte de Lisboa.

Lágrimas

«¡Campeones! ¡Sois grandes! ¡Felicidades!», tuiteó Luis Figo, estrella de la selección portuguesa en 2004, cuando el equipo fue derrotado por Grecia (0-1), en una inesperada derrota en la final de aquella Eurocopa. A su lado se encontraba entonces un joven prodigio de 19 años que terminó esa maldita final con lágrimas en los ojos. Cristiano Ronaldo tiene hoy 31 años y es un icono mundial del fútbol. El domingo, en el partido contra Francia, también lloró de dolor y de rabia, aunque el desenlace final fue totalmente distinto.

Lesionado en la rodilla izquierda en el minuto 8, un cuarto de hora después tuvo que ser evacuado en camilla, sin poder contener las lágrimas. Pero al final las lágrimas de dolor se convirtieron en llanto de alegría después del gol de su compatriota Éder en la prórroga, que dio la victoria a Portugal. Ese tanto permitió que Ronaldo se alzara con el trofeo en la ceremonia final.

La última media hora del encuentro Cristiano Ronaldo estuvo en el banquillo, vibrando y gritando hasta casi convertirse en seleccionador bis, junto al 'verdadero' entrenador, Fernando Santos.

Nudo en la garganta

Lejos, muy lejos de esas escenas de alegría, Francia se despertaba entristecida este lunes. Dejó pasar la oportunidad de llevarse su cuarto título internacional, tras las Eurocopas de 1984 y 2000 y el Mundial de 1998.

El presidente francés, François Hollande, almorzó este lunes con los jugadores. Algunos de ellos fueron con un nudo en la garganta. «Pasaremos unas vacaciones de mierda», dijo André-Pierre Gignac, delantero de la selección francesa y ahora instalado en México, donde juega con los Tigres de Monterrey. Gignac podría haberse convertido en el primer hombre en levantar una Copa de Europa cuando juega en una liga latinoamericana.

Este triunfo en la Eurocopa podría haber ayudado a Francia a olvidar el tenso clima social de los últimos meses, la crisis económica que atraviesa el país e incluso los recuerdos dolorosos de los atentados de 2015. «Es una gran decepción», confesó el seleccionador, Didier Deschamps. «Es muy duro, tendremos que aceptarlo y digerirlo», apuntó Deschamps.

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