Las denuncias por fraudes y estafas informáticas se duplican en un año

El incremento de los delitos a través de internet preocupa a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El coronel jefe de la 5ª Zona de Murcia, Jesús Arribas, advirtió, en su discurso del día de la festividad de la Patrona, la Virgen del Pilar, que las estafas bancarias, la pornografía infantil y el acoso son los ciberdelitos que más crecen año tras año. «Las cifras en ciberdelincuencia van en ascenso, y suponen ya el 7,1% del total de los delitos hasta enero con una progresión del 20,7% respecto a 2018», explicó.

Un caso: el año pasado, un hombre denunció que habían realizado ocho movimientos bancarios de su cuenta no autorizados por un importe de 500 euros cada uno -4.000 euros en total-. La Guardia Civil inició una investigación y comprobó que, para acceder a ese dinero, se había utilizado el método conocido como 'phishing', que consiste en el envío de un correo electrónico a la víctima, simulando ser su entidad bancaria y solicitando su usuario y contraseña. Una vez obtenidas las claves, los autores de las estafas accedían a la cuenta corriente de la víctima y sacaban el dinero a través de una aplicación de pagos por móvil. Hubo 33 afectados, uno de ellos, un vecino de Cieza, y 13 arrestados en varias provincias españolas, tres en Murcia.

Esta fue una de las 2.141 denuncias por fraude, estafa o falsificación informática que se registraron en 2018 en la Región, casi el doble de las que se contabilizaron en 2017 (1.256), según los últimos datos disponibles del Ministerio del Interior. La Red se ha convertido en una puerta abierta para criminales, especializados en cometer infracciones a través de la tecnología, y el daño que infringen es de carácter global.

«La ciberdelincuencia tiene la peculiaridad de que quien comete el delito, no tiene por qué estar en el lugar donde se materializa la infracción. Una persona que vive en la Región puede ser víctima de una estafa que se ejecuta a miles de kilómetros de aquí. Y, además, el autor de ese engaño, tampoco tiene que estar físicamente en la escena del crimen. Son características que diferencia, estos delitos de los tradicionales», explica el responsable y fundador del Equipo de Investigación Tecnológica de Murcia (Edite) de la Guardia civil. Uno de los objetivos de la unidad, ante tal incremento de casos, indica el experto de la Benemérita, es la formación para lograr que, desde cualquier puesto, los agentes sean capaces de llevar a cabo investigaciones de un nivel tecnológico básico.

«El avance imparable de la tecnología en la vida cotidiana de los ciudadanos provoca que esta tenga más presencia en su día a día y, por tanto, estén expuestos a las amenazas del entorno digital. Por este motivo, todos los años se destinan más recursos en la lucha contra la ciberdelincuencia. Asimismo, la coordinación y contacto con la unidad homóloga de la Policía Nacional es fluida».

Por cibercrimen se entienden las amenazas, delitos contra el honor, contra la propiedad intelectual, estafas con tarjetas de crédito, robos de datos, de dinero y pornografía infantil. El año pasado se denunciaron en la Región 2.672 infracciones penales de este tipo, de acuerdo con los datos de Interior, que representan casi un millar más que en el año anterior -1.768-. Este incremento se reproduce año tras año desde 2011, cuando se denunciaron 849 casos.

El delincuente informático no siempre es una persona con un nivel alto de conocimientos tecnológicos. El grado de especialización va asociado al tipo de infracción que se comete. Cualquier persona con acceso a internet puede cometer un delito de odio, de injurias o calumnias. Incluso para llevar a cabo un fraude o una estafa informática «no se requiere gran destreza», detalla el investigador de la Benemérita. Algo muy distinto ocurre con los ataques más complejos, como los que se realizan con las redes 'botnets', «que controlan un gran número de ordenadores 'zombis' o 'bots' para realizar actividades maliciosas, como envío de 'spam', ataques de DDOS y propagar virus en la Red», indica el especialista de la Guardia Civil.

El año pasado fueron detenidas 219 personas (39 más que en 2017) relacionadas con la ciberdelincuencia en la Región, 87 de ellos por cometer presuntamente un fraude, una estafa o una falsificación informática. «El ciberdelincuente está siempre en continua evolución y, quienes nos dedicamos a luchar contra ellos, tenemos que seguir esa dinámica y actualizarnos todo los días. No nos podemos anclar en lo que aprendimos hace 15 años, porque en esa época, por ejemplo, no existían los criptovirus que comprometen la información de ordenador a través de una contraseña encriptada por la que los delincuentes reclaman un dinero. Estos ataques están hoy a la orden del día», advierte el investigador. Otro de los retos de la lucha contra la delincuencia digital tiene que ver con la adaptación de las leyes en el ámbito nacional e internacional. En España se produjo un gran avance con la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) y las nuevas medidas de investigación tecnológica. La adaptación permitió luchar con mejores armas. «A nivel europeo y mundial existe una gran sensibilización. Pero, el problema está en la transnacionalidad que tiene el ciberdelincuente y las leyes que tiene cada país para enfrentarse a estos delitos. En la UE no tenemos problemas, las dificultades surgen fuera de esas fronteras», afirma. La llegada de la tecnología 5G va a suponer una otra revolución digital y otro reto en la lucha contra los ciberdelitos. «Estamos preparados para seguir persiguiéndolos y frustrar los nuevos métodos para delinquir, sea en el mundo analógico o digital», concluye el responsable del Edite.