Borrar
Imagen de Rafaelillo en Mont de Marsan que ha colgado el propio torero en su cuenta de Twiter.

Rafaelillo, a hombros en Francia

El murciano triunfa en Mont de Marsan y se reivindica en una de las ferias más importantes del país galo

Paco Ojados

Domingo, 20 de julio 2014, 21:08

La lluvia caída durante todo el día en la capital landesa de Mont de Marsan no influyó en los aficionados de tan taurina ciudad francesa, que llenaron la plaza al reclamo de los toros de Miura. Hicieron bien en no quedarse en casa ya que se encontraron con la entrega y magnífica actitud del murciano Rafael Rubio 'Rafaelillo' que derrochó valor ante un primer toro de Miura con muchas complicaciones que soltó la cara con pretendida intención de cornear al torero, quien burló con inteligencia y garra los latigazos de un cornúpeta que tuvo un muelle en el cuello y no regaló ni una embestida clara.

Plaza de toros de Mont de Marsan (Francia)

  • LA FICHA

  • Lleno. Toros de Miura. Serios y complicados.

  • Rafaelillo (de azul y oro), una oreja con petición de la segunda dando dos vueltas al ruedo, y oreja.

  • Fernando Robleño (de blanco y plata), silencio tras aviso en ambos.

  • Javier Castaño (de marino y oro), silencio y ovación de despedida.

Rafaelillo ya puso de manifiesto sus intenciones en el saludo con dos largas cambiadas de rodillas. Tras el buen tercio de varas protagonizado por Agustín Collado y la meritoria actuación de sus banderilleros, brindó al público y de nuevo de rodillas inició la faena de muleta, que resultó un emocionante toma y daca, aguantando el diestro con firmeza y torería los tornillazos que le lanzaba en cada envite el miura, al que acabó dominando, lo que dejó patente en un desplante de hinojos previo a una soberbia estocada de la que cayó el astado patas arriba. Se le pidieron las dos orejas con fuerza, pero la presidencia solo concedió una, y el público le obligó a dar una segunda vuelta ruedo antes de abuchear al palco por no haber atendido la solicitud de un segundo trofeo más que merecido.

El cuarto fue un Miura muy serio, ovacionado de salida, de nombre Pataslargas, y a fe que las tenía. Rafaelillo se volvió a hincar de rodillas para recibir al de Zahariche con dos largas cambiadas. Toreó con prestancia a la verónica para rematar con una preciosa media. Picó Esquivel, especialmente admirado en esta plaza y no defraudó a sus incondicionales al poner al toro Rafaelillo en la larga distancia al miura y agarrarse el piquero con maestría. Si bueno fue el tercio de varas, extraordinario fue el par de banderillas de José Mora, que saludó montera en mano. Brindó el murciano a María Sara una faena de muleta en la que tras una colada escalofriante, templó en dos derechazos a los que siguió el toreo al natural, en el que se mezcló en olé con el ay, porque el torero sacó pases buenos a base de tragar saliva y aguantó con firmeza las arremetidas violentas de un astado que llegó a propinarle una voltereta tremenda.

Ese valor sin trampa, junto al concepto de torero artista que lleva dentro Rafaelillo, convenció al público francés. El pinchazo antes de la media estocada y el descabello rebajó el premio de las dos orejas a una sola, pero le sirvió para traspasar a hombros la puerta grande con reconocimiento de héroe.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Rafaelillo, a hombros en Francia

Rafaelillo, a hombros en Francia