Cuatro de cada diez murcianos han acudido a su médico por problemas de salud mental

Así se desprende de la información recogida en la base de datos clínicos de Atención Primaria (BDCAP) del Ministerio de Sanidad. A partir del volcado de millones de historias clínicas en todo el país, se realizan cálculos estadísticos que permiten cuantificar con gran detalle el impacto de los distintos problemas de salud sobre la población. De acuerdo a esta extrapolación, 641.000 personas tenían episodios de problemas psicológicos abiertos en su historia clínica en la Región de Murcia en 2022. Esto no significa que todos estos pacientes presentasen en ese momento los síntomas o patologías, aclara Asensio López, médico de familia y ex director gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS). Se trata de un dato acumulado. «Si una persona acude a consultar por insomnio, ese episodio suele seguir abierto años después, porque es una información relevante y el problema puede repetirse», explica.

Hechas las matizaciones, las cifras evidencian un «problema de salud pública», advierte Abel Novoa, vicepresidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSP). La Federación de Salud Mental lleva tiempo alertando de la situación. «El número de personas que acuden a Atención Primaria se ha incrementado muchísimo en estos últimos años, y la red de salud mental está colapsada», señala la presidenta de esta organización, Pilar Morales.

De cada 1.000 murcianos, 98 están diagnosticados de depresión, 37 padecen o han padecido en los últimos años trastornos de ansiedad, y 90 presentan trastornos del sueño. Esto significa, en datos absolutos, que la depresión afecta a 148.000 murcianos, y los trastornos de ansiedad, a 57.500. Mientras, 137.700 afrontan trastornos del sueño. Llama la atención que los casos de insomnio se hayan disparado en la última década un 67,5%. La depresión ha aumentado un 31,7%, y la ansiedad patológica, un 37,7%.

Pero la base de datos de Primaria ofrece una radiografía del malestar de la población que va mucho más allá de los diagnósticos de enfermedades o trastornos de salud mental. Muchas de las 641.000 personas atendidas por problemas psicológicos no presentan ninguna patología, sino una sintomatología que va desde la irritabilidad al estrés. Así, 244.273 murcianos han consultado con su médico por sensación de ansiedad, tensión o nerviosismo.

La pandemia ha tenido un efecto claro, pero los datos revelan que el aumento de problemas de salud mental comenzó mucho antes. En 2022 se observa una estabilización, con una reducción de las tasas de prevalencia con respecto al año anterior. Esto puede obedecer al final del efecto pandemia (durante 2021 volvieron al médico muchas personas que no acudieron en 2020), aunque las cifras pueden también verse afectadas por «la accesibilidad», advierte Félix Crespo, psiquiatra del centro de salud mental de San Andrés. «Con una red saturada, muchas personas pueden desistir de pedir una cita», señala.

No puede abordarse la salud mental sin perspectiva de género. El 55% de los pacientes que han acudido a su médico por problema psicológicos son mujeres. Pero en enfermedades como la depresión, se llega al 70%. También la edad es un factor a tener en cuenta. La salud mental se deteriora especialmente entre la población de más edad. De cada 1.000 mayores de 65 años, 611 tienen problemas psicológicos. «La soledad de los mayores sigue ahí. Muchos se sienten abandonados», recuerda Pilar Morales.

La base de datos clínicos de Primaria demuestra que detrás del aumento del malestar psicológico en la población de la Región hay factores socioeconómicos. De hecho, el número de pacientes que acuden a su médico con problemas sociales se ha disparado un 71%, hasta situarse en 117.500.

Entre las rentas más bajas hay 491 personas por cada mil con problemas de salud mental, mientras entre las más altas la tasa baja a 314. La Región, que suele situarse entre las comunidades con mayor desigualdad y pobreza, es la quinta con mayor tasa de pacientes con problemas de salud mental. Por delante se sitúan Asturias, Baleares, Canarias y Comunidad Valenciana

El balance no puede sorprender a nadie, señalan los expertos. «Estamos hablando de algo que es estructural. Los murcianos no son genéticamente más susceptibles a padecer enfermedad mental. Detrás hay un problema político, con peores indicadores en educación, dificultades laborales o de acceso a la vivienda», reflexiona Abel Novoa, vicepresidente de la ADSP.

Jesús Abenza, presidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Preventiva (Smumfyc), coincide en que detrás de las consultas que le llegan a diario hay muchos problemas relacionados «con las condiciones sociales» y con problemas de la vida cotidiana, como la convivencia familiar o el ambiente laboral.

En este sentido, Abenza avisa de que en muchas ocasiones se busca una solución en el sistema sanitario en lugar de abordar la causa del malestar. El ex director gerente del SMS, Asensio López, advierte de que esto lleva a un «hiperdiagnóstico» y al exceso de medicalización. La Región es la cuarta comunidad con mayor consumo de antidepresivos.

El psiquiatra Félix Crespo apunta a una «psicologización» excesiva de problemas que son sociales y deben abordarse desde esa perspectiva. «Estamos proponiendo soluciones individuales a problemas que son sociales, y eso es hacer trampas», avisa.