Cruces con mil ojos, tranvías varados y ascensores como jaulas en Murcia

No son pocos los servicios municipales que se vieron ayer afectados en Murcia por el gran apagón que afectó a la totalidad de la Península. Rápidamente, el alcalde de Murcia, José Ballesta, reunió a su equipo de gobierno en comité de crisis, poco después de la incidencia, «para coordinar los servicios afectados y las medidas a adoptar, así como garantizar la prestación de servicios básicos», según indicaron fuentes municipales. De hecho, se activó desde un primer momento el nivel 1 del Plan de Emergencia municipal, referido a riesgos o emergencias que «por su gravedad o alcance conlleven la constitución del Cecopal (Centro de Coordinación Operativa) con el fin de organizar los medios y recursos movilizados».

Destacan estas mismas fuentes que se procedió entonces a realizar un análisis de los servicios y puntos críticos. Asimismo, para garantizar la seguridad ciudadana se decretó la suspensión de la totalidad de los permisos a la Policía Local y Bomberos para que toda la plantilla esté a disposición de los mandos. Entre las primeras labores asignadas, se encontraba la de atender a todas aquellas personas que habían quedado atrapadas dentro de ascensores en el municipio.

También se desplegaron agentes de Policía Local en la puerta de los hospitales y en los cruces semafóricos más complicados para garantizar la seguridad vial. De hecho, la movilidad fue uno de los aspectos que se vio más afectado, con la existencia de un posible riesgo para la seguridad vial y, por tanto, para la integridad física de conductores, viajeros y viandantes, que se plasmó en más de una escena complicada sobre la calzada. Por ello, desde el Consistorio se hizo un llamamiento a la ciudadanía para reducir al mínimo los desplazamientos.

En cuanto al transporte público, el medio más afectado fue el tranvía, dado que el corte de suministro eléctrico provocó la parada instantánea de todos los convoyes en funcionamiento. Destacan fuentes de la empresa concesionaria que «el plan de emergencia y evacuación ha funcionado sin incidencias, quedando todos los vehículos preparados para su reinicio de forma paulatina cuando se restablezca el suministro». Confirmaban, además, desde la empresa que ningún tranvía quedó bloqueado en medio de un cruce, obstaculizando el tráfico. Esta circunstancia obligó a los pasajeros a continuar su marcha a pie.

Mientras, el servicio de autobús, considerado como esencial, siguió funcionando con normalidad, tras recuperar, incluso, el sentido sur-norte de Gran Vía, una vez acabadas las Fiestas de Primavera y desmontadas las tribunas instaladas para seguir los distintos desfiles. «No obstante, hay que tener en cuenta que ha habido que extremar las precauciones, dado que los servicios han seguido circulando a pesar de la falta de regulación semafórica», apostillaron las mismas fuentes.

En relación a otro tipo de servicios, Ballesta señaló que se adoptaron «medidas para realizar con normalidad la recogida de residuos y su tratamiento» por parte de la concesionaria municipal, PreZero. También indicó que se evaluó la situación del suministro de agua a toda la población. Por otro lado, indicó que se consiguió suministrar las comidas a los centros de día y conciliación.

También continuó la actividad en las escuelas infantiles, aunque se suspendió la de los centros de mayores y de la mujer, así como la de los clubes de idiomas. Además, se procedió al cierre de los centros de visitantes y de información turística, así como de las piscinas y las instalaciones deportivas municipales. También dejó de prestar servicio el teléfono de atención '010'. Como nota de color, numerosos vecinos se lanzaron a dar un paseo vespertino ante la ausencia de alternativas de ocio conectadas a cualquier tipo de red.

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