La crisis demográfica asoma en la Región con un tercio menos de nacimientos en una década

La Región ya nota los efectos de la crisis demográfica que viven la mayor parte de países de la Unión Europea, la cual está provocando un envejecimiento de la población con el consiguiente riesgo para el Estado del bienestar.

Así lo demuestran los últimos datos de Movimiento Natural de la Población que dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), que advierten de una alarmante bajada de los nacimientos en Murcia, que ya están en línea descendente desde hace más de una década, en el primer semestre de este año 2019.

Según el INE, en la Región nacieron entre enero y junio pasados un total de 6.390 bebés, exactamente 705 menos que en el mismo periodo de 2018, lo que supone una caída del 9,9% de la natalidad en el territorio regional. La Comunidad es la tercera autonomía con mayor descenso en el número de niños nacidos, solo superada por el Principado de Asturias (12%) y Castilla-La Mancha (11,1%), además de las ciudades autónomas de Ceuta (22,6%) y Melilla (27,6%).

Si se compara el dato actual con la cifra de nacimientos en los seis primeros meses de 2009, el desplome se acerca al 30%. Es decir, que vienen al mundo en Murcia un tercio menos de niños que hace una década. Mucho tendría que mejorar la estadística entre julio y diciembre de 2019 para al menos igualar a final de año los 14.675 alumbramientos con los que se cerró 2018.

Además, un 25% de los bebés que vinieron al mundo en la Región entre enero y junio de 2019 son de madre extranjera, según confirma el INE, que informa, asimismo, de que hubo once muertes fetales tardías (las que se producen a partir de la semana 28 de gestación) en dicho periodo de tiempo.

No obstante, la Región todavía se puede considerar afortunada. Aunque en menor grado que los nacimientos, las defunciones también se redujeron en el primer semestre, cuando fallecieron 6.036 murcianos, 91 menos (un 1,5%) que en el mismo periodo del año anterior.

Esto hace que el saldo vegetativo (la diferencia entre nacimientos y fallecimientos) continúe arrojando en la comunidad autónoma un resultado positivo (354), lo que permite a la Región romper la tendencia nacional y mantenerse como una de las tres autonomías que no tienen balance negativo en el primer semestre, junto a Madrid y Baleares (además de Ceuta y Melilla).

Otro dato relevante sobre la Región en la estadística del INE es la referida al número de matrimonios, que cayeron entre enero y junio un 8,3% en relación con el año anterior. Solo Cantabria registra un descenso superior al de Murcia. En todo 2018 se casaron 5.224 parejas, de las que solo 145 eran del mismo sexo. La edad media a la que los murcianos contraen el primer matrimonio es a los 33,4 años, la menor por comunidades autónomas frente a la media nacional que se eleva a 34,5 años.

Asimismo, las mujeres de la Región tienen el primer hijo a los 31,4 años, mientras que la esperanza de vida al nacimiento se eleva a 82,6 años, lo que representa la cuarta menor expectativa por autonomías junto con Valencia y Asturias, solo superior a las de Andalucía (81,8), Canarias (82,1) y Extremadura (82,5). La esperanza media de vida a nivel nacional se eleva a 83,2 años.

Los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística invitan a una reflexión, según entiende a LA VERDAD el profesor de Historia Económica de la Universidad de Murcia, Miguel Ángel López-Morell. Este experto destaca que, pese a que las cifras van cayendo, la Región todavía resiste a la crisis demográfica en comparación con el resto de España. Influyen en que se mantenga el saldo vegetativo positivo el hecho de que «la sociedad murciana sea mayoritariamente conservadora y la abundante presencia de población extranjera», pues la estadística del Movimiento Natural de la Población del INE demuestra que son los inmigrantes los que tiran de la natalidad. No obstante, advierte López-Morell de que, poco a poco, las personas de procedencia norteafricana y latinoamericana asentadas en España desde hace años están asumiendo las costumbres de los españoles «y cada vez retrasan más su edad para concebir hijos».

El profesor ha regresado ahora a su plaza en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia tras permanecer cuatro años como diputado de Ciudadanos en la Asamblea Regional. «A mi vuelta, hay algo que me ha sorprendido gratamente. Y es que cada vez son más los alumnos magrebíes y latinos en las aulas. Hay muchas mujeres entre ellos y, además, suelen ser unos estudiantes magníficos. Esto es inmensamente positivo, pero tiene sus consecuencias sobre la demografía, pues van a ir asumiendo los hábitos europeos», reflexiona Miguel Ángel López-Morell.

El profesor universitario llama a actuar desde las administraciones públicas para revertir este progresivo envejecimiento de la población. Un ejemplo a imitar sería Suecia, donde asegura que las políticas de fomento de la natalidad están empezando a surtir efecto. «La clave está en ayudar a aquellas mujeres que de verdad quieren tener hijos a que puedan hacerlo sin que eso implique un frenazo para su desarrollo profesional. Esto se consigue con medidas como la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, con una mayor oferta pública en guarderías y con beneficios fiscales», apunta. Considera el exdiputado que en España, y en el concreto caso de la Región de Murcia, no se está haciendo lo suficiente para combatir la crisis demográfica, especialmente en lo que se refiere a la oferta de educación de 0 a 3 años.

Sobre el desplome de los matrimonios en la Región que reflejan los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística, considera el profesor de Historia Económica de la UMU que es una tendencia que irá al alza cada año tanto en Murcia como en el resto del país. «Hoy en día, el 56% de los niños nacen fuera del matrimonio. Hay registradas más parejas de hecho, aunque luego con el tiempo terminan casándose», subraya López-Morell.