Cribado a 13.000 alumnos de Primaria para detectar problemas de aprendizaje
Los equipos de orientación realizarán además evaluaciones psicopedagógicas si los docentes o la familia observan dificultades
Detectar los problemas de aprendizaje cuanto antes resulta clave para iniciar de forma temprana las adaptaciones precisas o poner a disposición del alumno las ... herramientas extra necesarias. La Consejería de Educación quiere prestar atención el próximo año académico, especialmente, en los cursos que suponen un cambio de etapa educativa para los escolares, como son tercero de Infantil y tercero de Primaria.
La Consejería realizará por una parte un cribado entre todos los alumnos de tercero de Primaria en el último trimestre del curso. El test se hará con el sistema Badyga (Batería de Aptitudes Diferenciales y Generales), y consiste es una prueba psicológica que trata de evaluar aptitudes mentales básicas en el ámbito escolar. A través de los resultados se podrán detectar necesidades y dificultades en el aprendizaje que, una vez identificadas, permitirán a los especialistas concretar las medidas de refuerzo necesarias. Los test de cribado los realizarán todos los alumnos de tercero de Primaria, unos 13.000.
Además, durante todo el curso, se llevarán a cabo en los colegios evaluaciones para la identificación de necesidades especiales en las etapas de Infantil y Primaria. Los profesionales de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica abordarán esas evaluaciones durante todo el curso con la finalidad de identificar «las necesidades que pudiera presentar el alumnado y determinar las medidas ordinarias o específicas que se han de poner en marcha para la mejora de su respuesta educativa». La evaluación psicopedagógica se realizará cuando se registre la demanda del profesorado o de la familia del alumno porque detecten bajo rendimiento académico o la presencia de indicadores de posibles problemas a nivel socioemocional. Una vez identificadas las necesidades, el equipo docente, junto con el orientador, realizan el seguimiento de la aplicación de las medidas. Para los escolares que presentan necesidades específicas de apoyo educativo, identificadas a través de la evaluación psicopedagógica, el equipo docente debe realizar un plan de actuación personalizado (PAP) en el que se contemplan las adaptaciones que en las diferentes materias se deben poner en funcionamiento.
El test, que completarán todos los escolares de tercer curso, evalúa las aptitudes de los estudiantes
Las evaluaciones se realizarán preferentemente en los primeros cursos de la Infantil y de Primaria, con el objeto de identificar de forma temprana las necesidades del alumno.
Según el protocolo de la Consejería, las demandas de evaluación se deben realizar, de forma preferente, en el primer trimestre del curso académico. «En situaciones debidamente justificadas se pueden realizar a lo largo de todo el curso».
Las evaluaciones psicopedagógicas son pruebas estandarizadas que exploran el nivel de desarrollo cognitivo, motor, comunicativo y socio-emocional del alumno. Además se valora el nivel de competencia curricular y el estilo de aprendizaje, junto con la evaluación del contexto educativo y sociofamiliar. Se hacen según las necesidades detectadas y son a petición de los tutores o las familias del alumnado. Todas las pruebas las realizan los equipos de orientación de los centros con el apoyo de los tutores de los alumnos.
Un plan de 21 medidas para amortiguar el salto al instituto
La Consejería de Educación ha diseñado un plan con 21 medidas para amortiguar desde el próximo curso el salto de Primaria al instituto, que se suma a las novedades de la Lomloe en el currículo, también orientadas en el mismo sentido. Entre las más destacadas aparecen la creación de la figura de alumnos tutores en los institutos que acojan a los recién llegados, la mayor coordinación entre los profesores y tutores de los colegios y los IES en el primer curso, y la agrupación de las asignaturas por ámbitos cuando los estudiantes lleguen con problemas de aprendizaje. El programa contempla la creación de equipos de 'coordinación vertical' en los centros que se ocupen de la aplicación de las medidas. El salto del colegio al instituto, es decir, de Primaria a Secundaria, a los doce años de edad, supone un cambio abrupto en la trayectoria escolar de muchos alumnos, especialmente, para los que arrastran algún problema de aprendizaje o lagunas.
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