Crece la conflictividad entre familiares a la hora de repartir las herencias

El caso es que el número de herencias adjudicadas ha aumentado ligeramente en lo que va de año en la Región debido a que aún se están recogiendo parte de los fallecimientos que se produjeron durante la pandemia, explica Carmen Rodríguez, decana del Colegio Notarial. A la par se han incrementado proporcionalmente los conflictos, aclara Alberto Pérez Quirós, del Colegio de Abogados de Murcia (Icamur).

De esta forma, en el primer semestre de 2022 el Consejo General del Notariado registró 4.626 herencias, frente a las 4.893 de enero a junio de este 2023. Paralelamente los conflictos en los últimos años pasaron de los 91 de los dos años de covid a los 123 de 2022, últimos datos del Tribunal Superior de Justicia de Murcia.

El abogado José Gómez Campos, con despacho de Cieza, cree que la clave para entender a qué se debe la conflictividad de las herencias está más en las malas relaciones personales que en el patrimonio a repartir.

Piensa lo mismo el letrado García Medina, que está convencido de que en muchos litigios por herencias lo que pesan son las rencillas entre familiares y no cuestiones económicas. Por eso, aconseja gastarse el dinero en vida para evitar que los herederos lo puedan malbaratar en procedimientos judiciales.

En la misma línea Alberto Pérez Quirós, de Icamur, defiende que se dan más conflictos por la incapacidad de ponerse de acuerdo que por la magnitud del patrimonio. Y eso pasa, explica, porque en algunos casos ha habido, incluso, cuestiones penales entre los herederos.

No obstante, admite que aunque los conflictos se dan por igual en todas las familias, independientemente del patrimonio, es algo menos difícil llegar a acuerdos cuando el número de herederos y los bienes a repartir son mayores. En estos casos, quienes heredan son conscientes de que los litigios llevan tiempo (desde 6-8 años a 20) porque si ya de por sí los pleitos se dilatan en el tiempo, estos conflictos suelen dar lugar a dos pleitos seguidos. Y además, se corre el riesgo de que en el primero un juez diga blanco y en el segundo, otro diga negro.

María Teresa Campos, reina de la tele, no dejó escrito un testamento porque creía que eso era como «llamar a la muerte». Hizo todo lo contrario de lo que recomiendan los expertos: dejar un reparto que respete la herencia legítima y evitar descripciones genéricas de los bienes porque es peligroso decir algo así como que te dejo la finca de tal sitio, cuando resulta que en ese sitio hay tres fincas y no una.

Hay casos en los que «la culpa del conflicto es del fallecido que quería que un hijo recibiera más que otro». Pero este tipo de litigios, añade el abogado Pérez Quirós, de Icamur, hay que resolverlos con razón y no con corazón. «Las herencias son matemáticas. Los herederos tienen que entender que no se trata de ganar o perder sino de repartir de una manera u otra lo heredado».

Lo mejor, en su opinión, es recurrir a profesionales y en este caso, los letrados tienen que ser capaces de disminuir la tensión personal y llegar a acuerdos.

Para evitar los conflictos hacen falta, sobre todo, «sentido común y armonía», concluye el abogado Antonio García Medina.

El letrado José Gómez Campos, con 37 años de experiencia, recomienda en primer lugar hacer un buen testamento para evitar la conflictividad. También aclara que existe la opción de disponer en vida lo que se quiere dejar en herencia y buscar que todos los herederos lleguen a acuerdos, pero advierte de que pese a las bonificaciones, no sale gratis porque el donante tiene que pagar el impuesto de ganancia patrimonial en la declaración de la renta (IRPF) y le exigirán entre un 19 y un 21% de la diferencia entre el valor actual del bien donado y el que tenía cuando se adquirió. En cambio, quien recibe la donación en la Región tiene una bonificación del 99%.

Para evitar conflictos, destaca que «lo aconsejable es hacer bien la partición y describir lo que se da a cada uno» de los herederos porque, en su opinión, «si se hace bien la partición, no hay más enjundia».

En todo caso, considera que la litigiosidad por temas de herencia en la Región es baja y se da, sobre todo, en los partidos judiciales pequeños.

Frente a litigios largos, caros y con mucho desgaste emocional está la Unidad de Mediación Intrajudicial de Murcia, que consigue alcanzar acuerdos satisfactorios en más de la mitad de los conflictos que les llegan.

«La mediación no solo resuelve disputas legales, sino que también restaura lazos familiares y devuelve la esperanza a quienes participan en ella», explica Carmen Marín Álvarez, letrada de la Administración de Justicia y directora de la Unidad de Mediación.

Cuenta entre los casos más emocionantes que han llevado el de dos hermanos que, tras años de distanciamiento y un conflicto penal, lograron reconciliarse durante la mediación y ahora comparten comidas semanales. Está también el caso de cinco hermanos que, después de muchos años de incomunicación, acordaron celebrar juntos la Navidad. También primas que, a pesar de desavenencias heredadas, encontraron la oportunidad de restaurar su relación y recuperar a su familia.