El corazón de la cuenca entra en sequía extraordinaria y los regadíos del Segura sufrirán un recorte de hasta un 50%
La CHS alerta de que continúan los incumplimientos entre los regantes tradicionales y volverá a activar los pozos del Sinclinal de Calasparra ante la caída de las reservas
La situación se pone peligrosa en la cuenca levantina. La Confederación Hidrográfica del Segura va a aumentar los recortes a los regadíos que dependen de los recursos propios de la cuenca ante el reiterado incumplimiento de los regantes en el ahorro de agua. El organismo de cuenca ha reunido este martes a la Comisión Permanente de la Sequía para comunicar que volverá a declarar en situación de sequía extraordinaria el tramo principal del Segura, que afecta a la cabecera y las vegas del río, tras detectarse «un ritmo de vaciado de los embalses ligeramente superior a lo previsto», ha señalado a los periodistas el presidente de la CHS, Mario Urrea. Esto quiere decir que existe a día de hoy un consumo excesivo de las comunidades de regantes dependientes del Segura, que se ha calculado en torno a 40 hectómetros cúbicos desde principios de este año hidrológico.
Los recursos propios de la cuenca llevan dos meses en situación de alerta, lo que sumado a la sequía prolongada que viene padeciendo la demarcación hidrográfica da vía libre a la CHS para actuar y aplicar más restricciones. Los regantes preveían que los recortes se mantendrían al menos hasta el final del verano, pero no esperaban que fueran a incrementarse. En concreto, los regadíos tradicionales pasarán de tener un 30% a un 50% menos de agua para sus riegos y los no tradicionales sufrirán una reducción de hasta un 35%. Estas medidas estarán en vigor, en un principio, hasta que termine 2024 y se publicarán en los próximos días mediante un decreto en el Boletín Oficial del Estado.
Sólo se podrán relajar las restricciones si las precipitaciones regresan en abundancia de cara al otoño. Urrea ha especificado que esta declaración de sequía en el corazón de la cuenca y los recortes se producen por un desvío de escasos 12 hm3 en los desembalses del Segura. La decisión no pasará por votación en este martes, ya que los regantes acordaron en la pasada Comisión de Desembalses de junio aumentar los recortes si se volvían a detectar incumplimientos. «Si no se producía el ajuste en los volúmenes, había que aumentar las restricciones», ha subrayado, «esa desviación se ha producido». De mantener la misma dinámica en el gasto de agua, la Confederación advierte de que se podría dar la situación de 'embalse muerto' en las presas del Segura en septiembre, cuando estos sólo guardan en total 40 hm3. El objetivo es mantener a salvo una capacidad de 60 hm3 de recursos propios, «algo que será difícil de conseguir», ha reconocido Urrea.
Expediente sancionador
El presidente de la CHS ha matizado que «sí que ha habido un cumplimiento generalizado; la mayoría de las comunidades de regantes se han adaptado a las restricciones, pero sí que hay algún incumplimiento minoritario». De 75 hm3 que había de gasto extra en junio, ahora son 40 hectómetros, pero no ha sido suficiente esa bajada. En concreto, Urrea ha señalado a los regantes de la Vega Alta de la Región de Murcia como los responsables de ese mayor consumo de agua que ha derivado en la aplicación de estos nuevos recortes. Hasta hace escasos tres meses, el problema se centralizó en la Vega Baja alicantina. Esa falta de ahorro de agua «ha conllevado la apertura del correspondiente expediente sancionador», aunque no está concretado todavía el importe de la multa.
«Esa sequía extraordinaria posibilita la apertura de los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra de manera inmediata», ha anunciado también el dirigente de la Confederación. Esta batería de sondeos ya estuvo en marcha a principios de año, pero la mejora del indicador de escasez de recursos en la cuenca permitió prescindir de ellos. Estos pozos pueden extraer del acuífero entre Cieza y Calasparra en torno a 31 hectómetros al año. Urrea ha vuelto a confirmar que el abastecimiento a la población no está en peligro por el momento, por lo que no se pondrán en funcionamiento los pozos de sequía de Albacete, cuyo uso es exclusivo de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. El resto de sondeos siguen pendientes, más de un año después, de tener el visto bueno ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica.
Queja de la Comunidad
El Gobierno regional instó este martes a la Confederación a actuar con «mayor planificación hídrica» para «evitar perjuicios» a los agricultores y ganaderos. La Comunidad aseguró ayer en un comunicado que lleva solicitando a la CHS desde el primer trimestre de 2022 que «tuviera preparados los pozos de sequía para garantizar la supervivencia del campo». Sin embargo, los retrasos en varios informes ambientales que debía elaborar el Ejecutivo murciano ha propiciado que algunas baterías de sondeos en la cuenca no hayan logrado estar listas todavía para ponerse en marcha. La Comunidad ha solicitado a la CHS que vuelva a convocar la Comisión de la Sequía en el plazo de un mes para "valorar la evolución de la situación".
Ecologistas pide dejar tranquilo el Sinclinal de Calasparra y usarlo solo para abastecimiento
La organización Ecologistas en Acción solicitó ayer a la CHS que se descarte la puesta en marcha de los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra y que dicho acuífero se proteja como reserva estratégica para abastecimiento humano en emergencia por sequía. Se opone a esta medida por ser contraria al Plan Especial frente a la Sequía, porque reduce o elimina el manantial Gorgotón de Cieza, porque desvía aguas de la cuenca a regadíos del Trasvase Tajo-Segura y porque podría derivar en impactos ambientales y afecciones a terceras aguas abajo a lo largo de todo el río Segura, "dadas las estrechas conexiones entre el acuífero y el río". «El Sinclinal de Calasparra ya viene soportando varias explotaciones por otros pozos privados y por los pozos de sequía gestionados por la CHS», advirtió ayer la bióloga Julia Martínez, de Ecologistas.
La asociación Huermur, por su parte, ha reclamado a la Confederación que permita el establecimiento de un caudal ecológico como mínimo en las acequias de la red de regadío tradicional de la Huerta de Murcia, y que garantice que no se produzca un daño medioambiental por los recortes. «El caudal que circula por las acequias ya es escaso, por lo que su reducción en un 35 % supondría no mantener ni tan siquiera un caudal ecológico mínimo que discurra por los cauces de la red de riego tradicional».
