Alberto Castillo: «Tengo mi conciencia muy tranquila aunque me llamen cobarde»
«En este país hemos impuesto la ley de los partidos políticos y tú tienes que hacer lo que te ordenan, te guste o no te guste», lamenta el presidente de la Asamblea Regional
Alberto Castillo Baños (Murcia, 1955) confiesa sentirse «muy triste» por la deriva de la política regional tras la polémica y fallida moción de censura a ... Fernando López Miras, que ha dejado como secuela principal la división del Grupo Parlamentario Ciudadanos en la Asamblea, el suyo. Desde el miércoles está en el punto de mira: su abstención no frenó la rebelión de los críticos naranjas para hacerse con el control del grupo y arrinconar a Ana Martínez Vidal y a Juan José Molina. Por ello, además del anuncio de suspensión de militancia, ha recibido incluso amenazas.
–¿Qué lectura hace y qué conclusiones saca de lo ocurrido esta semana?
–Ha sido una semana muy dura, tremendamente dura, y complicada en la que se ha visto claramente una división interna en Ciudadanos a niveles regional y nacional. Cuando uno entra en esta vorágine hay ganadores y perdedores. La democracia es eso también. Hay unos señores cuya tesis ha prosperado y otros cuyo plan de trabajo ha fracasado.
–¿Por qué se abstuvo el miércoles en la reunión de grupo que ha propiciado el relevo de portavoz y de dirección política?
–Mire: yo no he mentido en nada. Esto ya lo sabía mi Ejecutiva en Madrid. A mí se me pide que, con mi voto, los diputados Martínez Vidal y Molina no fueran al Grupo Mixto. Y yo doy mi palabra de que al Grupo Mixto no se iban con mi voto. Pero advertí de que, si había un empate, una de las dos partes recurriría a la Mesa de la Asamblea, esta tendría que posicionarse y en ese caso presidiría el señor [Miguel Ángel] Miralles [del PP], porque yo no iba a ser juez y parte. Luego se me apunta que un consejero no puede ser portavoz, porque no sería ético, a lo que yo digo más: es que el Reglamento [de la Asamblea] lo impide. Y yo no voy a saltarme el Reglamento. Lo que ocurre es que Francisco Álvarez dice que va a ser portavoz y le contesto que no lo puedo admitir porque es consejero. Entonces nos revela que ha dimitido a mediodía. El silencio que se produjo en ese momento se podía cortar con un cuchillo. Mantuve esa reunión como si fuera la de un órgano de la Asamblea y no la de un grupo parlamentario. Yo le aseguré a quien me llamó de Madrid que un consejero no sería portavoz y que por mi voto Ana Martínez Vidal y Juan José Molina no irían al Grupo Mixto. El tema de las comisiones parlamentarias me dijeron que era menor. Y todo ello lo dejé por escrito y se lo mandé a la persona que me llamó de la Ejecutiva [nacional, Borja González, secretario de Organización].
–¿Entiende que haya gente defraudada con usted?
–Claro, totalmente. Pero, ¿todo lo que usted escribe le gusta a todo el mundo? Habrá quien diga que su periódico es de lectura obligada y quien opine lo contrario. Quiero decir que no podemos gustar a todo el mundo en esta sociedad libre y plural. Hay gente a la que no le ha gustado y hemos entrado en descalificaciones y en insultos.
–¿Y en amenazas también?
–Sí, como la de 'lleva cuidado cuando vayas por la calle, mira a tu espalda'. Eso es muy triste. Y que no me lo niegue nadie porque, aunque actuaron muy rápido, guardo los pantallazos. No estoy amenazando, pero es mi prueba testifical. Y es gente que ha estado o ha estado en la Ejecutiva regional de Ciudadanos.
–¿Y qué va a hacer?
–No voy a entrar en ese tema. Que conste que hasta cierto punto lo entiendo, porque son momentos en los que se pierden los nervios. Antes de entrar en política, una persona muy querida para mí me dijo una frase que jamás he olvidado: 'Los partidos siempre son los mismos y la ideología siempre es la misma; la cambian las personas'. Ciudadanos está ahí y el partido es lo que es: liberal, bisagra, de centro. Pero las personas lo han ido cambiando.
–¿Tiene la conciencia tranquila? ¿No se arrepiente de nada?
–Tengo mi conciencia muy tranquila, se lo prometo, por cómo se han desarrollado las cosas desde aquella noche en que se nos propuso la moción de censura. Aunque alguien me critique o me llame cobarde por la abstención, ésta es una figura que está ahí. Estoy en mi perfecto derecho de abstenerme. Aparte, hay algo que más del 95% de los políticos olvidan: la Constitución y el Estatuto de Autonomía dicen muy claro que el diputado no está sometido a imperativo alguno. Lo que pasa es que en este país hemos impuesto la ley de los partidos políticos y tú tienes que hacer lo que te ordenan, te guste o no te guste. Hay sentencias del Constitucional dándole la razón al diputado, al que no se le puede condenar o culpar por la actitud que tenga a la hora de votar una determinada cosa.
Así lo ve
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Abstenciones: «Estoy en mi perfecto derecho. El diputado no está sometido a imperativo alguno»
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Su futuro: «En dos momentos me he planteado si merece la pena esto. Pero no tengo por qué salir corriendo»
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Actividad parlamentaria: «Hay que orientarla toda ahora a apoyar a la población por el tema del coronavirus»
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La legislatura: «Espero que aún tenga recorrido. Tal y como está la Región, ¿nos vamos a meter en elecciones?»
–¿Por qué firmó la moción de censura contra López Miras?
–Porque firmamos todos los compañeros. Se nos dijo que había que hacerlo sí o sí porque al día siguiente San Esteban convocaba elecciones. Luego se nos puso como condicionante que las dos mociones de censura, la regional y la del Ayuntamiento de Murcia, iban juntas. Eso enfadó a Mario Gómez, porque él no veía que el paquete fuera todo o nada. Nos dijeron que la moción se iba a registrar electrónicamente durante la noche y esa noche ni el señor Molina ni yo dormimos, mandándonos WathsApp, nerviosos. La moción se registró al día siguiente e, inmediatamente, hubo una reacción en cadena. Entonces, los diputados de Cs nos enteramos de que el tema no había pasado por los órganos competentes del partido y empezamos a dudar. Luego conocimos que al señor [Carlos] Cuadrado lo habían apartado de la Comisión Ejecutiva. Vimos que aquí estaba pasando algo.
– ¿Recibió presiones?
–Todas las del mundo, se lo puede imaginar. Trescientas llamadas y mil mensajes que no contesté. Solo hablé con Molina, porque se preocupó por mi integridad física, para decirle que necesitaba soledad absoluta. Estuve perdido ese fin de semana y llegué a la conclusión de que no era mi guerra. Aquello, además, había dividido a la Cámara de tal forma que las costuras era imposible coserlas y que me iba a abstener, pasara lo que pasara. Por entonces, yo no sabía qué posición iba a adoptar Juan José Liarte. Yo sí sabía la mía, porque creo que si en ese momento digo que sí al PP, por ejemplo, el PSOE diría que el resto de legislatura voy a votar a favor del PP; y si voto a favor del PSOE, el PP diría que voto a favor del PSOE. Y aunque ahora tenga la lupa encima y algunos me llamen tránsfuga, en este puesto debes mostrarte lo más ecuánime que puedas porque así viene en nuestro Reglamento.
–¿De todo lo ocurrido es responsable Martínez Vidal?
– Yo no busco responsables ni culpables. ¿Para qué? Tendría que conocer muchas cosas que se me escapan. No quiero juzgar alegremente a nadie.
–¿Ha pensado en dimitir?
–Ha habido momentos cruciales. Pero también pienso de qué y por qué me tengo que esconder, o de qué tengo que huir. Estoy siendo coherente con mi pensamiento y con mi conducta, aunque sé que hay gente a la que esto no le gusta. Pero igual que hay quien me ha insultado también hay quien me ha felicitado. Gente de la sociedad murciana y que no es del PP. Eso que conste en acta. ¿Momentos malos? Peores, fatales. En una semana habré dormido 30 horas, como mucho. He perdido el sueño y no voy de víctima, en absoluto. Pero ha sido tal la presión, los nervios y la toma de decisiones fundamentales que me han quitado el sueño y las ganas de comer. Y sí, ha habido dos momentos en los que me he planteado si merece la pena esto.
–Y aquí sigue. ¿Por qué?
–Por otro lado, tienes gente que te quiere y te respeta. Y te plantea si vas a hacer una huida ahora que pintan bastos. Ahora es cuando hay que trabajar más. Yo no he robado, ni he violado, ni he matado... No tengo por qué esconderme ni salir corriendo. No soy ni cobarde ni mal torero. Me he quedado donde creo que debo estar.
–¿Qué consecuencias tendrá para la Región y su vida democrática todo lo que ha ocurrido en la Asamblea?
–Espero que sean buenas, en el sentido de que nos centremos y nos pongamos a trabajar en los temas que preocupan a la Región. Con todos mis respetos, ¿usted cree que esta entrevista le importa al lector cuando la vea?
–¡Hombre!
–Al lector le importa que funcione la economía, que tenemos 1.600 muertos en los cementerios de la Región, 300.000 negocios patas arriba: bares, restaurantes y peluquerías que han muerto por este terremoto y que no van a volver a subir la persiana. ¿Cree que estamos haciendo lo que la sociedad nos pide? Vamos a dejarnos de guerras de sillones, de ver quién manda más, de quién se corona de rey... O de reina. Vamos a trabajar por la Región de Murcia. Yo le juro a usted que los 1.600 muertos los llevo clavados en mi alma. Por eso este presidente puso, aquí en la Asamblea, el minuto de silencio el primer día que murió un murciano. Lo mínimo que podemos hacer es un reconocimiento a la gente que se está muriendo ahí fuera. Vamos a trabajar por la Región, que están los Presupuestos regionales en la puerta, hay 400 o 500 millones de Europa y hay ayudas pendientes.
–Además del proyecto de ley de Presupuestos de 2021, ¿qué otros asuntos deben ser prioritarios ahora en la Asamblea?
–Hay que orientarlo todo a apoyar a la población por el tema del coronavirus. Traer mociones para arreglar una carretera, por ejemplo, no creo que sea prioritario. Lo prioritario es curar las heridas que nos deja la pandemia.
«No estamos acostumbrados a que los parlamentos sean plurales»
–¿Esta legislatura tiene más recorrido o está ya todo hecho?
–Espero. No estoy en la cabeza del señor López Miras ni formo parte de su Gobierno. Está toda la oposición en bloque pidiendo elecciones anticipadas, cosa que respeto como demócrata. Pero tal cual está la Región, ¿nos vamos a meter en elecciones? En todo caso, vamos a ver si sacamos la cabeza de la pandemia. Después, que hagan lo que decidan.
–¿Es gobernable una Cámara con siete grupos y tanta enemistad entre algunos?
–Yo espero que sí. Ese tema lo argumentaba el PSOE en la Junta de Portavoces. Es una lectura, pero, ¿cuántos grupos hay en el Congreso? ¿Y en Andalucía con las dos escisiones de Podemos? Esa es la grandeza de la democracia. Después de tantos años de rojos y azules no estamos acostumbrados a que los parlamentos sean plurales. Y estamos condenados a entendernos, no nos queda otra, porque las mayorías absolutas, gracias a Dios, han desaparecido. Y el centro es muy necesario en España porque es la balanza.
–¿Y qué futuro le augura a Cs?
–No sé. Ojalá no pase nada y sea el centro que España necesita.
–¿Le duele que le quieran suspender de militancia?
–No. Para nada. Si me expulsan, me tendré que ir.
–¿Considera a sus compañeros como tránsfugas?
–La palabra tránsfuga se está utilizando en tono peyorativo. Recuerde que se ha intentado varias veces hacer una ley antitransfuguismo y no ha salido adelante.
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