Un incendio forestal moviliza a cuatro helicópteros y a más de cien bomberos

Un incendio declarado ayer junto a la carretera que une Socovos con Calasparra, acabó devorando cerca de siete hectáreas de pinar y espartizal ubicadas junto a la vía. La relativamente escasa extensión de la superficie arrasada responde en gran parte a la rápida y amplia movilización de medios destinada a controlar el fuego, que en algunos momentos llegó a contar con un frente de unos 300 metros.

Cuatro helicópteros, dos aviones de carga en tierra y cerca de un centenar de bomberos, agentes medioambientales y miembros de las brigadas forestales comenzaron a luchar contra el fuego prácticamente desde que se declaró, sobre las 12.30 horas. El 112 recibió más de 60 llamadas de alerta, procedentes no solamente de Calasparra, sino también de Moratalla, Mula y Caravaca de la Cruz.

Algunos de los comunicantes señalaban que veían dos columnas de humo. Esta circunstancia, así como la cercanía del origen de las llamas con la carretera, hace creer que su origen fue intencionado. «Es muy probable», declaró el director general de Emergencias, Manuel Durán, quién se desplazó hasta la zona para coordinar las labores de extinción. Tanto Guardia Civil como el equipo especializado de la Dirección General trabajaban ayer sobre el terreno para determinar si las llamas fueron causadas por el hombre.

Un trasvase de urgencia

La Comunidad Autónoma elevó el nivel 2 de emergencias con motivo del incendio para dar cobertura a los medios procedentes de Castilla-La Mancha que se unieron a la extinción, entre ellos dos aviones y una brigada helitransportada, que acababan de sofocar un conato de incendio cerca de Hellín. Los aviones, cargados aún con agua del Tajo-Segura, fue descargada sobre las llamas en una suerte de trasvase de urgencia.

A las 16.45 horas se desactivó el nivel dos y se estabilizaron las llamas, que quedaron poco después controladas. Dos brigadas se mantuvieron por la noche en la zona para prevenir una eventual reactivación del fuego.