La caravaqueña que decidió estudiar con 53 años y que ha conseguido el Premio Extraordinario de su promoción

Mercedes Olivares, de 53 años, recogió ayer uno de los premios a la excelencia entregado por la Consejería de Educación. Ha finalizado el grado de ESO para adultos con matrícula de honor. Durante este curso ha estudiado el equivalente a los cuatro años de Educación Secundaria. También fueron reconocidas las mejores notas de Secundaria, Bachillerato, y FP. En total se otorgaron diez premios por ciclo.

–¿Qué le impulsó a estudiar de nuevo?

–Me quedé en el paro y sin el título no me contrataban en ningún sitio, por eso decidí hacer el curso. Parado te tienes que buscar la vida. Realmente yo hice hasta casi lo que sería hoy segundo de Bachiller pero por diferentes circunstancias personales no lo terminé, así que era como si no tuviera nada.

–¿Le ha costado volver a estudiar después de tanto años?

–Sí, es complicado. Tienes que ponerle empeño, y sobre todo, ganas. Cuesta coger el ritmo tras tanto años sin estudiar pero una vez que lo pillas no es muy difícil.

–¿Qué es lo que más destacaría?

–Las relaciones, tanto con los profesores como con mis compañeros. La mayoría ya son amigos.

–¿Cuál era la media de edad en clase?

– Era muy diversa. Desde los veinte a los sesenta años. Tres de nosotros de entre cincuenta y tres y cincuenta y siete años hemos continuado estudiando juntos en el IES Chirinos. Somos compañeros y nos hemos hecho amigos.

–¿Continúa formándose?

–Sí, sigo estudiando. Acabo de comenzar un grado de FP de auxiliar de clínica. Ya no he parado. Estoy encantada con las posibilidades que me ofrece.

–¿Le va igual de bien que en la ESO?

–Sí, aunque no tanto. Saco buenas notas pero no matrículas, solo sobresalientes y notables. Pero me gusta. El año que viene pienso empezar el superior. También me he apuntado a hacer las prácticas de Erasmus. ¿Quién sabe si me tocará?

–¿Qué destinos ha elegido?

–He seleccionado Irlanda, Italia, Bulgaria, Bratislava y Polonia. A ver si tengo suerte. Al que sea iré encantada si me toca.

–¿Se esperaba este reconocimiento?

–Para nada. De hecho ni sabía de la existencia de los premios hasta que terminó el curso y me dieron el título. Más tarde, sobre septiembre me enviaron un correo en el que creía que me descartaban. Pero no, aquí estoy.

–¿Qué siente ahora que lo esta recogiendo?

–Muy feliz. A mí me bastaba con el título y el agrado de mis profesores y compañeros. ¿Pero a quién le amarga un dulce? Agradecida es poco.

–¿Qué pensó su familia cuándo le dieron el premio?

–Están encantados. Les hace mucha ilusión. Mis dos hijos están orgullosos de su madre. Mi nieto también pero tiene cuatro años y no se entera mucho. Me siento muy halagada de que se sientan así. Sin su empuje hubiera seguido en trabajos que te comen el tiempo y la vida. Me alegro de haberme decidio a hacerlo.

–¿Hubo alguna asignatura qué se le resistiera?

–Ninguna, pensaba que las matemáticas porque siempre me han costado pero al final se me dieron bien. Todas las he sacado con buenas notas.

–¿Y alguna que le haya gustado especialmente?

–La historia porque me encanta. Y tenía un profesor estupendo al que se le notaba que le gustaba mucho. Eso es importante porque te lo transmite.

–¿En qué centro ha estudiado?

–En el colegio público Cervantes de Caravaca de la Cruz.

–¿Tenía dificultades para acudir a las clases?

–Al estar en el paro podía ir sin problema todas las tardes. Pero al ser de lunes a viernes de cuatro a ocho y media de la tarde, tenía compañeros a los que sí les resultaba difícil compaginarlo con el trabajo. Necesita mucha entrega. El año que viene a lo mejor sí lo hago a distacia, porque se me acaba el paro y tengo que trabajar. Pero seguiré estudiando.

–¿Qué espera de su reincorporación al mercado laboral?

–Quiero que me den la oportunidad de trabajar. No somos mayores y hasta la posible jubilación todavía queda.

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