Vecinos de la pedanía murciana de El Puntal esperan desde hace dos años el arreglo de su calle para volver a su domicilio
La DANA de 2019 provocó un socavón que les obligó a desalojar la vivienda y llenó de escombros el patio del vecino de abajo
La vivienda de El Puntal se desalojó por un decreto del Ayuntamiento de Murcia que también recogía la reparación urgente del socavón que se produjo en la calle Madrid, de acceso a la casa, tras la DANA de septiembre de 2019. Desde entonces los moradores (padre, hija y nieto) viven en casa de su hermana y nada se ha hecho. Otra vivienda, situada en la paralela calle Santa María, pero en un nivel inferior, sigue esperando la retirada de los escombros que cayeron al patio procedentes de esa calle y que sepultaron una caseta.
Un centenar de vecinos acudieron en la mañana de este martes a la plaza de la iglesia de la pedanía de El Puntal para mostrar su apoyo a dos familias afectadas por las intensas lluvias de septiembre de hace dos años, que provocaron el derrumbe de parte de su calle (en lo alto de la calle Madrid) lo que hacía peligroso el acceso a su vivienda, por lo que fueron desalojados, y que llenó de escombros el patio del vecino de abajo, derrumbando a la vez la caseta que tenía construida. Son familiares y desde hace este tiempo esperan que el Ayuntamiento arregle el socavón y sus consecuencias.
Las hermanas Silvia, Alicia y Vanesa, con lágrimas en los ojos, explicaron rodeadas de sus vecinos la situación «insostenible» y «dramática» que viven desde hace dos años. «Las lluvias se llevaron parte de la calle y no podemos entrar a casa; debido al peligro nos mandaron una orden de desalojo urgente y desde entonces mi padre, Antonio, mi hijo Ryan, y yo vivimos con mi hermana», explicó Vanesa, que destacó que está cansada de «hacer viajes» y «presentar escritos» a distintos departamentos del Ayuntamiento sin que hasta ahora les hayan hecho caso. «Nos han estado mareando y eso que nos dijeron a los pocos meses de las lluvias, que el informe para reparar la calle estaba acabado a falta de que se contrataran las obras». Desde entonces han pasado casi dos años.
«Mi padre está enfermo y todos estamos muy estresados; de vez en cuando subimos a la casa para ver cómo sigue y vemos cómo cada vez que llueve tenemos más goteras y se están agrietando las paredes, sobre todo de una de las habitaciones», comentó mostrando el interior de la vivienda, y reconociendo que la mayor preocupación es que al final la casa termine por derrumbarse. Incluso decidieron cerrar ellos el paso de la calle para evitar que cualquier vecino o niño pudiera terminar cayendo por el socavón. «No logramos entender a qué esperan, a que finalmente se caiga la casa?».
La situación no es mejor para Joaquín, su tío, que vive en la calle paralela (Santa María) y cuyo patio da a la calle Madrid (que está en alto). A él le ha tocado aguantar los escombros producidos por el derrumbe («que además me dijeron del Ayuntamiento que no tocara ni los quitara») y cada vez que llueve «estoy en vilo». No sabe si un día se va a encontrar sepultado por la vivienda de sus familiares.
Joaquín explicó que donde antes tenía una caseta «ahora ha crecido un jardín, porque con las lluvias ha florecido un árbol y otra maleza que ya tiene varios metros». Una vecina comentó, con gran ironía, que esta Navidad el Ayuntamiento podría adornarlo y ya no tendrían que poner el de la Plaza Circular.
En la concentración de apoyo de los vecinos estos desplegaron varias pancartas en las que se podía leer 'Basta ya de mentiras', 'Queremos una solución ya' y 'Dos años fuera de nuestra casa'. «No es lo mismo contarlo que verlo», apuntó una de las manifestantes, mientras que el resto asentía con la cabeza y comentaban que si esto hubiera ocurrido en una calle principal o en el centro de la ciudad «ya estaría arreglado».
Al acto acudió el concejal del grupo municipal Vox, José Palma, quien recordó que el pleno de octubre de hace un año votó por unanimidad que se solucionara con urgencia esta calle para que los vecinos pudieran volver a su vivienda. «Yo presenté la moción por la gravedad del asunto y se aprobó; y después he vuelto a interesarme en cuatro ocasiones por el tema, pero no me han contestado; según parece el proyecto de reparación está acabado y salió hace tiempo de Urbanismo, pero dos veces lo ha echado para atrás el concejal de Fomento, Mario Gómez», subrayó el edil, quien, finalmente, manifestó que lo único importante es que «esto se solucione cuanto antes; y a otra cosa».
El concejal de Contratación, Mario Gómez, puntualizó que su departamento cumplió el año pasado con lo que le encargaron (primero hacer una valoración de la obra y luego el proyecto básico de ejecución, presupuestado en algo más de 42.000 euros) y que desde noviembre del año pasado estaba en poder de la Concejalía de Barrios y Pedanías, la encargada de hacer la obra. «No entiendo por qué el entonces concejal del PP responsable no hizo nada; es una aberración», dijo, añadiendo que iba a mediar con la actual concejala socialista para que se desbloquee el proyecto.