Vecinos del barrio murciano de Espinardo saldrán de velatorio «por la muerte» de la calle Mayor
Denuncian «el incumplimiento de la promesa» del Ayuntamiento de no comenzar las obras de movilidad hasta tener construido el parking disuasorio
Vecinos y comerciantes de tres asociaciones y plataformas del barrio murciano de Espinardo han convocado una serie de movilizaciones contra la ejecución del Plan de Movilidad tal y como lo ha diseñado el Ayuntamiento de Murcia para esta localidad del norte del municipio. La primera comienza este viernes, 21 de abril, a las 20.30 horas, a las puertas de la iglesia, donde se concentrarán, como si de un velatorio se tratase, «por la muerte de la calle Mayor».
«La concejala de Movilidad Sostenible, Carmen Fructuoso, prometió que los trabajos no empezarían hasta que estuviese construido el parking disuasorio, pero ya hay carteles que anuncian el comienzo inmediato, mientras que en el solar del aparcamiento siguen haciéndose catas para ver si hay restos arqueológicos», denuncia la portavoz de la Asociación de Vecinos San Pedro de Espinardo, Encarna Guillén, quien también habla en nombre de la plataforma Espinardo Colapsado y de la asociación vecinal Senda de Granada Oeste, que acuden juntas a estas movilizaciones.
Un grupo de representantes de estas asociaciones muestran pancartas en las que se insiste en el 'No al plan de movilidad', así como copias del artículo de LA VERDAD donde se recogen las declaraciones de Fructuoso. 'No al plan' y 'Sí a los vecinos' son otras de sus insistentes proclamas.
Guillén lamenta que Espinardo sea «el único lugar» donde no va a haber aceras más amplias tras las obras, «incluso en algunos tramos se reducen a 1,4 y 1,6 metros, cuando deben ser como mínimo de 1,8 metros», lo que complica el paso a los peatones.
Vecinos y comerciantes reiteran, como lo han venido haciendo desde el verano pasado, que «no necesitamos más carriles para vehículos», subraya. Las actuaciones aprobadas incrementa de dos a cuatro los carriles para la circulación, uno para coches y otro para autobuses en carriles segregados, en cada sentido. Eso con carácter general. Desaparecen las plazas de aparcamiento de la calle Mayor, espacio que, según el plan del Ayuntamiento, gana el peatón.
Los vecinos rechazan estos cambios, porque, reiteran, «tampoco pasarán los buses tan a menudo» y lamentan que no se haya utilizado la amplia avenida de Juan Carlos, que tienen «muy cerca», para estos carriles. «Esto, además, va a suponer la muerte para el comercio de la calle», concluye Guillén.
