La plaza de San Agustín de Murcia pierde su singular espino de Jerusalén
El ejemplar con un porte de once metros colapsó por una pudrición «no visible ni detectable» en todo el tronco, según un informe municipal
El censo de árboles urbanos sufre una destacada baja. El ejemplar de espino de Jerusalén ('Parkinsonia aculeata') de la plaza de San Agustín colapsó este martes y se desplomó sobre el pavimento de este enclave, que sirve de antesala a las iglesias de San Andrés y de Jesús y al Museo Salzillo. La caída del árbol, con un porte de once metros, no causó daños materiales y ni personales, según informó el Ayuntamiento.
El servicio municipal de Parques y Jardines envió una brigada para retirar el árbol y abrió un expediente para aclarar lo ocurrido. Los primeros datos apuntan a que el tronco «estaba afectado por una importante pudrición ni visible ni detectable». Era un «ejemplar único en la plaza», lamentan los vecinos; la Concejalía anuncia que plantará otro igual. «Cuando a un árbol así no le controlas la copa, antes o después colapsa», indica otro profesional de la jardinería y el paisajismo consultado por este diario.
Críticas de Huermur
La pérdida de este árbol singular provocó la reacción de la Asociación de Protección de la Huerta de Murcia (Huermur). Pidió al Consistorio copia de los informes sobre el accidente de este martes y toda la documentación relacionada con las inspecciones «ordinarias y extraordinarias» realizadas a este ejemplar desde 2015. Dicho colectivo plantea la posibilidad de que el colapso de este árbol tenga que ver con la fisonomía de la plaza «que parece una sartén de hormigón».
Dicho entorno urbano fue remodelada en 2003 por el arquitecto Yago Bonet con la vista puesta en uno de los acotecimientos que se registran en este enclave: la salida de la procesión de los Salzillos la mañana del Viernes Santo. La tarde de antes la plaza acoge los cantos de los auroros.
