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Sábado, 9 de junio 2018, 02:38
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El antiguo jefe de Planeamiento de la Gerencia de Urbanismo, Joaquín Peñalver, tenía ayer más razones que nadie para disfrutar de su absolución. De hecho, en la primera jornada del juicio ya albergó la posibilidad de ser exculpado, debido a que el representante del Ministerio Fiscal vino a reconocer que el delito de prevaricación del que le acusaba podría estar prescrito. Ello abría la vía a la juez de sobreseer los cargos existentes contra Peñalver y liberarle de permanecer en el banquillo. Sin embargo, a través de sus abogados, José Pardo Geijo y Raúl Pardo-Geijo Ruiz, expresó su voluntad de ser sometido a juicio con el objetivo último de no quedar exculpado por una mera cuestión formal -la citada prescripción-, y de que se declarara expresamente en la sentencia que en todo momento había obrado correctamente.
«Ha quedado acreditado que los tres encausados -Cámara, Morillas y Peñalver- actuaron en todo momento con arreglo a la ley y sin desviación de poder», pudo leer ayer el exjefe de Planeamiento, con lo cual veía completamente colmados sus deseos de ver reconocida su inocencia en la sentencia.
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