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El paseo del Malecón de Murcia sigue a la espera de una restauración entre pintadas y desperfectos
El BIC capea a base de arreglos puntuales una situación de deterioro que ya fue constatada hace varios años en un informe de la Consejería
Transitar el paseo del Malecón durante una mañana casi primaveral como la de ayer es encontrarse con un goteo incesante de ciudadanos que abrazan ... el histórico itinerario como un lugar ideal para la práctica del deporte o el simple y necesario esparcimiento. La infraestructura, que tiene su origen en el muro de contención con el que se trató de poner coto hace ya varios siglos a las feroces crecidas del río Segura, ha adquirido una dimensión que trasciende la de la mera función de la ingeniería de contención.
De hecho, su utilidad social se ha hecho más que evidente. Así, este paseo se ha convertido en la principal y más cercana puerta de entrada desde el centro de la ciudad a la huerta de Murcia y es una de las únicas rutas peatonales que no cuentan para llegar a ella con barreras de paso como autovías, grandes avenidas o rondas, lo que hace que bien acondicionada y contextualizada, podría adquirir, incluso, atractivo turístico. Por ello, tanto los vecinos del entorno como sus habituales usuarios no entienden el nivel de abandono que presenta habitualmente el paseo, que pide a gritos desde hace años una actuación integral.
«Es cierto que hoy no es precisamente el peor día y está medianamente limpio, pero yo he llamado cuarenta veces al Ayuntamiento para pedir mantenimiento», señalaba Águeda mientras caminaba ayer por él. «Es un desastre, no solo es un campo de minas de cacas de perro –que es responsabilidad más bien del dueño del animal–, es que hay barandillas sueltas y caídas, rodapiés sin reponer, registros sin tapa y cegados, desconchados y pintadas», comentaba Daniel, enfundado en su chándal y en medio del paseo diario que cultiva desde hace años. «Esto está siempre llenísimo de gente, debería estar más cuidado», apostillaba, secundado por Trini, Ilu y Tati, que pedían, además, aumentar las sombras y hasta algún aseo en la zona para la gente mayor.
«Siempre está lleno de gente y es la puerta de la huerta desde la ciudad; debería estar más cuidado», dicen los vecinos
A esta mejora para el uso ciudadano se une, además, la circunstancia de que ese valor histórico y etnográfico se plasmó legalmente con su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), figura de protección que obliga a los poderes públicos a velar por su integridad y buen estado de conservación. De hecho, el Servicio autonómico de Patrimonio Histórico ya constató hace más de dos años una actuación «deficiente» en este sentido por parte de su titular, el Consistorio murciano, y le fijó un plazo para que elaborara un proyecto de recuperación del monumento.
Alegó en aquel momento el Ayuntamiento que en 2020 ya se había redactado una memoria técnica para la rehabilitación monumental del paseo y su entorno con motivo de la convocatoria de ayudas ministeriales, pero que no se pudo lograr la financiación «por no disponer de la información solicitada por a la Dirección General de Bienes Culturales», incluyendo el grado de protección del Paseo y la delimitación geográfica de su entorno BIC, que sigue pendiente, según recuerda la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta (Huermur).
Plan Especial a medio tramitar
Lo cierto es que año y medio después de la última información al respecto, aún no se ha actuado plenamente sobre el paseo más allá de arreglos puntuales, ejecutados según las directrices de un Plan Especial de Protección, aún «a medio tramitar» –tras su aprobación parcial en 2022 por la Concejalía de Urbanismo– y «cuya conclusión permitirá actuar con mayor premura», según indican desde la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes. Recuerda, por su parte, el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, que «existe en el Ministerio de Cultura un expediente abierto desde 2021 por posible expolio, pendiente de resolución». Defienden desde la entidad conservacionista que, «una primera actuación no requiere de un proyecto desorbitado o megalómano, sino que basta con reparar los desperfectos existentes».
Huermur pide una primera intervención de acondicionamiento, pero cree que los hundimientos exigirán otra más profunda
«Hay que arreglar barandillas –algunas de las cuales se han señalizado incluso con cordón policial– y peldaños, quitar desconchones, volver a pintar, eliminando los grafitis, y poner remedio al hundimiento del enlosado», subraya Pacheco, señalando, sin embargo, que es posible que en el futuro sea necesario acometer una intervención más profunda, ante los hundimientos en los muros de mampostería, los cuales empiezan a ser preocupantes en el tramo que parte de la entrada principal del jardín. Apunta que, según la información que maneja la asociación, estos problemas podrían derivar de la acequia que discurre bajo el paseo y que se encuentra cegada. «No hay que olvidar que tras el muro lo que hay es un caballón de tierra, lo que favorece la propagación de esa humedad, y en algún momento habrá que actuar, como en la Catedral», insiste.
Destaca, por otra parte, que los esfuerzos de la entidad conservacionista en relación a la protección y mantenimiento del BIC transitan otros dos caminos, más allá de los trabajos requeridos por el proyecto de intervención. El primero es el de lograr la delimitación del entorno BIC del paseo. Señalan desde la Consejería que se está trabajando en él, «siendo una tarea muy compleja, por su extensión de 1,5 kilómetros» y que deberá esperar para su concreción a la aprobación del citado Plan Especial de Protección. El segundo ámbito en el que se mueve Huermur es en el del acondicionamiento y reforestación del jardín botánico, cuyo uso como recinto ferial rechazan.
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El Ayuntamiento inmatricula la totalidad del bien protegido para poder optar a ayudas
Señalan desde el Ayuntamiento de Murcia que, dado el estado de conservación del Bien de Interés Cultural (BIC) del paseo del Malecón, cuentan «ya» con un proyecto de intervención integral para cuya financiación se mira a diversas convocatorias de ayudas, ya sean estatales, como las del 2% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, o europeas, como las del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Para optar a estas subvenciones con garantías, la Junta de Gobierno del Consistorio ha aprobado recientemente un acuerdo para «aprobar la depuración física y jurídica de la finca municipal denominada 'Jardín de Interés Botánico-Paseo del Malecón'». Explican fuentes de la Concejalía de Fomento y Patrimonio, dirigida por Rebeca Pérez, que se adopta esta medida para consolidar registralmente la propiedad de la totalidad del BIC, ya que solo se encontraban inmatriculadas a nombre del Ayuntamiento algunas partes o tramos.
Una actuación similar tuvo que llevarse a cabo en relación a otro bien protegido, el Puente Viejo, dado que uno de los requisitos para optar al 2% Cultural era poder demostrar la propiedad del inmueble y comprobar que no estaba registrado. No obstante, desde la Concejalía de Desarrollo Urbano, que es la que ha asumido el proyecto, se ha evitado por el momento dar más detalles sobre la intervención, presupuesto y posibles plazos, aunque la ligan a la del futuro jardín del disuasorio, el de las Cuatro Piedras y al Parque Metropolitano Oeste.
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