Un nuevo revés judicial hace replantearse a los Hacendados su política de obras en las acequias de Murcia

La Junta de Hacendados se apresuró entonces a recurrir el decreto emitido por el concejal de Urbanismo, Andrés Guerrero, al entender que los trabajos se encontraban amparados tanto por el Convenio Marco de Colaboración suscrito con el Consistorio en 2016, como por la Ley de Aguas. Según los huertanos, estos instrumentos les habilitan a ejecutar «obras de mejora, mantenimiento, acondicionamiento y explotación del regadío tradicional contempladas en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrológica del Segura sin sujeción a licencia municipal, pero siempre con comunicación previa».

Eso sí, la aplicación de esta exención precisa de un requisito más: que las actuaciones sean de carácter «supramunicipal» y por tanto afecten «a regadíos tradicionales de la Vega Media cuya funcionalidad no se agote en el municipio de Murcia». Es, precisamente, en la interpretación de este concepto en el que reside el 'quid' de la cuestión, ya que los huertanos vienen defendiendo que tiene tal consideración toda obra hidráulica que se acometa en cauces que se prolongan más allá del término municipal, como en el caso de este, que se interna en las localidades de Santomera y Orihuela.

Sin embargo, el juzgado de Lo Contencioso-Administrativo número 7 de Murcia hace suyos en esta resolución los argumentos tanto del Consistorio como de la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur), que alegan que este carácter «supramunicipal» de los trabajos no es tal y no ha sido probado, estando por tanto sometidos a una licencia administrativa que no fue concedida -porque tampoco fue solicitada- en esta ocasión. No es esta la primera resolución en este sentido, ya que otra sentencia de 2021 se pronunció en términos similares en 2021.

«Creemos claramente que ambas resoluciones sientan un precedente, y dejan a las claras que las acequias deben conservarse con su configuración tradicional y manteniendo la vegetación asociada», defendía Sergio Pacheco, presidente de la entidad conservacionista, tras conocer la sentencia. Recordaba, además, que también se encuentran en los tribunales los contenciosos formulados en relación a la fase uno y dos del encauzamiento de la acequia de Benetúcer -a su paso por Llano de Brujas- y que tendrán una pronta resolución. «Esperamos que se resuelvan en el mismo sentido», añadió.

Este extremo, mostrado como un deseo desde Huermur, se asume casi con resignación por parte de la Junta de Hacendados, en cuyo seno se teme que la siguiente sentencia continúe la senda seguida por las anteriores. «No compartimos los argumentos judiciales, pero los respetamos», señalaba el secretario general de esta corporación de Derecho Público, Juan Jesús Sánchez. De hecho, expone que la actuación en Monteagudo se acometió ante el riesgo de incendio por la presencia en la zona de una subestación eléctrica y de abundantes cañas. Esta cuestión ha hecho replantearse, no obstante, a los Hacendados su política de obras.

Así, conscientes de que toda actuación requerirá a partir de ahora licencia, piden a la Administración municipal que se siente con ellos para «acordar soluciones técnicas que les permitan intervenir en aquellas acequias que presentan necesidades y que se puedan autorizar de una manera ágil». «No podemos actuar de igual manera en los cauces de avenamiento, que en los de riego, que llevan una mayor presión», defiende. Queda por ver si esta última resolución judicial supondrá la reversión de las obras en Monteagudo. «Nos lo han solicitado desde el Ayuntamiento, pero nosotros no lo vamos a hacer; si quieren, que lo ejecuten subsidiariamente», zanja Sánchez. «Tendremos que valorar si esta es posible y cuáles son sus consecuencias», concluyen fuentes municipales.