El Molino de la Pólvora y la acequia Aljufía se podrán contemplar desde un mirador
La Junta de Gobierno reactiva el proyecto, que tuvo que ser modificado tras la aparición de unos restos arqueológicos de interés en la zona
La Junta de Gobierno aprobó en su última reunión el nuevo pliego de condiciones de las obras de acondicionamiento del Molino de la Pólvora y su entorno, en Rincón de Beniscornia, una iniciativa que ya se había iniciado pero que tuvo que ser interrumpida tras la aparición en la zona de unos restos arqueológicos de interés.
El proyecto contempla la puesta en valor de los vestigios del propio molino, así como la restauración de los paños de piedra del entorno de la acequia Aljufía y la recuperación de sus quijeros. De igual forma, se integrarán los restos hallados del conjunto de la antigua infraestructura hidráulica y se levantarán un mirador y un escenario, que permitirán la contemplación de la acequia. Así, la zona se convertirá en un espacio de disfrute ciudadano.
Además, se va a realizar un inventario de las especies botánicas existentes para realizar una recuperación naturalizada del recinto delimitado por un canal de baipás, que formaba parte del funcionamiento del antiguo molino, acotando así la zona de intervención y recuperación, según fuentes municipales.
Un inventario de especies botánicas permitirá llevar a cabo una recuperación naturalizada del recinto
Actualmente se conservan tres canales de impulsión, el aliviadero y un canal auxiliar (conocido como brazal del Pavón), además del pantano o regolfo. Los tres canales principales están separados por tajamares de sillería con sus respectivos portillos con brencas de arenisca.
La iniciativa forma parte del plan de recuperación de patrimonio de la huerta que lleva a cabo la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente y Agua, que dirige Antonio Navarro Corchón. Este proyecto, redactado por el equipo de arquitectos formado por Antonio Abellán, Juan Antonio Santa Cruz, Javier Esquiva y Carmen Santa Cruz, junto a los arqueólogos Luis García Blánquez y Consuelo Martínez, fue consensuado con la Junta de Hacendados y cuenta con la implicación y la colaboración de la Junta Municipal de Rincón de Beniscornia.
Antecedentes históricos
Se considera que en la ciudad de Murcia se empezó a fabricar pólvora, oficialmente, a mediados del siglo XVII, cuando por una orden del rey Felipe IV se crea la Real Fábrica de Salitre, ubicada en la actual calle Acisclo Díaz, que anteriormente tenía el nombre de Acequia Aljufía. No obstante, se tiene noticia en 1633 de la concesión para la construcción de un molino de pólvora a Francisco Berastegui y Lisón, esposo de Giomar Carrillo, dueña del mayorazgo de Javalí Viejo. Este se conocerá como Molino Alto, en contraposición al de la Pólvora, que se edificará posteriormente, aguas abajo del molino harinero de La Ñora (de Puxmarín o Los Casianos), en la misma acequia de Aljufía, en el pago de Guadalupe, lo que actualmente es Rincón de Beniscornia.
La infraestructura, en mitad de un paraje de huerta tradicional, ya funcionaba en 1727
Aunque todavía está por determinar la fecha exacta de su construcción, se sabe que en 1727 este molino ya se encontraba a pleno rendimiento, produciendo las 24 horas del día bajo la tutela de un molinero, Francisco Jilbente; de un oficial, Alonso Gómez; y un morterero, Francisco Simiente. Todos ellos eran vecinos de La Ñora.
La instalación situada en Rincón de Beniscornia, que se encuentra en el paraje conocido como de Los Canalaos, siguió produciendo pólvora hasta inicios del siglo XIX, cuando el arma de Artillería se hace cargo de su fabricación (1802) en la actual fábrica de La Ñora. Después, las instalaciones se transformaron en batán de picar esparto y borra (1802- 1870), quedando en desuso hasta su última rehabilitación como molino harinero en las primeras décadas del siglo XX, cuando ya se abandona definitivamente.
