Mario Gómez se aseguró una plaza en el SMS mediante una treta de baja en el Consistorio

La argucia política del primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, está fuera de toda duda. Afines y rivales lo saben de sobra. Otra cosa es que sus estrategias rocen tantas veces el límite del sentido común y de la ética pública. Así sucede con el último escándalo que le pone en el disparadero, tras airearse los movimientos de baja y alta laboral que llevó a cabo hace justo un año en el Consistorio de cara a poder garantizarse una plaza de interino en el Servicio Murciano de Salud (SMS) en el Área V, en Yecla.

Y es que el también portavoz municipal de Cs utilizó una treta para poder concurrir a un llamamiento administrativo para ocupar una plaza de ingeniero técnico en la comarca del Altiplano. Exactamente, tras tomar posesión después de las elecciones con el acuerdo de gobierno con el PP y una vez tramitada su alta como trabajador del Ayuntamiento el día 2 de julio de 2019 –a raíz de la firma del decreto de funciones por el alcalde, José Ballesta–, registró la baja apenas dos jornadas después, el día 4, permaneciendo así durante cinco días, según refrendan las resoluciones de la Tesorería General de la Seguridad Social. Así, hasta que el día 9 se tramitó de nuevo el alta.

Un movimiento laboral que, según confirman fuentes municipales, buscaba justificar desde el punto de vista legal que no estaría trabajando y, de esa manera, asumir el puesto, aunque fuese de forma provisional durante el mínimo tiempo imprescindible, con vistas a solicitar la correspondiente excedencia. De esa modo, se blindaba un derecho sobre la citada plaza en el SMS.

Hay que tener en cuenta que la ley garantiza a los cargos públicos la reserva de su correspondiente plaza una vez que finaliza su etapa política. El dilema está en lo ético del artificio utilizado una vez nombrado concejal con dedicación exclusiva y un sueldo por encima de 67.000 euros.