Borrar
Multitud. La Patrona, a su paso por el barrio del Carmen, en una instantánea del gran fotógrafo Juan López que se conserva en el Archivo Almudí.
La Murcia que no vemos

Diez cosas que igual no sabías sobre la Feria de Murcia

Su origen como mercado medieval, las históricas romerías o su gran feria taurina jalonan la historia de la ciudad

Domingo, 7 de septiembre 2025, 07:39

Comenta

Siglos y siglos de historia, casi tantos como cumple la ciudad de Murcia, atesora su Feria de Septiembre. Y resultan incontables las anécdotas que desde el siglo XIII adornan una de las principales citas sociales de la Región de Murcia. Estas son algunas de las curiosidades más desconocidas de unos días que aúnan tradición, diversión y devoción a partes iguales.

Fundada por Alfonso X

El Rey Sabio concedió a Murcia, con fecha 19 de mayo de 1266, el privilegio de celebrarla. El monarca estableció que las fiestas se extendieran durante dos semanas, a partir del día de San Miguel Arcángel, el 29 de septiembre. Por ello se denominaría Feria de San Miguel. En sus inicios era una cita comercial para acercar a la ciudad productos de la huerta. Siglos más tarde llegaría la Fuensanta para convertirse en piedra angular de los festejos.

La Feria más corta

De entre cuantas ferias se han celebrado, la más corta se registró en 1884. Apenas duró veinticuatro horas. Fue el tiempo exacto transcurrido entre su inauguración y el instante en que el gobernador ordenó suspender los actos y confinar Murcia. ¿La causa? Se declaró una epidemia de cólera. En Murcia, como en otras ciudades, se decretaron medidas de aislamiento, cuarentenas y suspensión de actos públicos

A garrotazos en 1853

En la Feria de Murcia de 1853, algunos problemáticos podían acabar, como solían, a garrotazo limpio. Aunque quienes los recibieran tenían el consuelo de que los garrotes que les abrieran las cabezas no excederían las «cinco cuartas de largo» ni las seis o siete «líneas de grueso». Así lo ordenaba Agustín Escribano, alcalde entonces de Murcia y quien promulgó un bando estableciendo unas mínimas (y tan curiosas) normas para que «se eviten los disgustos y desgracias que de lo contrario puedan ocurrir».

Y llegó la II Guerra Mundial

En septiembre de 1939 sucedieron para los murcianos dos cosas de interés. La primera fue su Feria, de nuevo convocada tras la contienda. Y la segunda, el estallido de la II Guerra Mundial. Así que mientras retumbaban los cohetes para recibir a la Patrona, los cañones alemanes hacían retemblar el frente polaco. La llegada de la Fuensanta se celebró el 30 de agosto. Apenas unas horas más tarde, miles de alemanes invadían Polonia al mando de Hitler.

La más histórica

Si hubiera que rescatar de los anaqueles una Feria sería, sin duda, la de 1929. Porque fue la primera que celebró, por todo lo alto, el encendido del Real. LAVERDAD relató que se habían instalado «seis mil bombillas de bastante potencia».

Al recinto se accedía por debajo del Puente Nuevo. Se instalaron tres monumentales figuras: una pareja de huertanos, «él con la torre de la catedral en la mano y ella con una imagen de la Fuensanta» y «un guardia de la porra».

La primera romería

La primera vez que bajó la Fuensanta, un 16 de enero de 1694, fue con motivo de una rogativa porque no llovía. Y lo hizo por decisión del Cabildo, a cuyos miembros excomulgó el obispo, más partidario para esas lides de la antigua Patrona del Reino, la Virgen de la Arrixaca.

Sin embargo, el primer traslado para celebrar su fiesta en la ciudad –porque ya de antes se conmemoraba en su ermita del monte– fue el 9 de septiembre de 1780. Hasta esa fecha era costumbre que los murcianos acudieran al santuario cada 8 de septiembre, día en que la iglesia conmemora la Natividad de la Virgen.

Hemingway en la plaza

La Plaza de Toros de La Condomina fue la primera donde se verificó el primer indulto a un toro en España tras la aprobación del reglamento taurino. Se llamaba 'Bienvenido' y ocurrió en 1922.

El escritor Hemingway le da un tiento a la bota de vino durante su paso por la Feria de Murcia.

Aunque el hecho más universal fue el curioso robo de la cartera al escritor Hemingway, quien recaló en Murcia durante la Feria de 1959. En la corrida del día 9 ocupó un burladero y explicó a LAVERDAD que conocía la Región. Alabó «sus huertos y sus flores». Incluso confesó que Murcia era más rica que California, «y la gente, estupenda».

El trono de plata

El trono de plata que luce la Patrona fue un regalo de los marqueses de Aledo. La marquesa, Josefa Calderón, era camarera de la Virgen. Los plateros Alarcón y Santos Senac lo remodelaron en 1914 para sustituir la nube de madera que había a los pies de la patrona por una de plata. En la romería de aquel año, camino del monte, fue estrenado.

¿Por qué viene un jueves?

No pocos murcianos desconocen la razón de que la Fuensanta baje a Murcia un jueves y vuelva un martes. Y, mucho menos, cómo se calcula. El cálculo del jueves de la romería de la bajada se basa en la festividad de la Natividad de la Virgen María, que se celebra el 8 de septiembre.

Tradicionalmente, la bajada se celebra el jueves anterior al segundo domingo de septiembre, salvo excepciones. Esta fecha se establece para que la Virgen esté en la Catedral durante la celebración de su novenario y la fiesta principal. El regreso a su Santuario, la romería de subida, se realiza al martes siguiente a su onomástica.

Las siete cuestas

Es la denominación popular del último tramo, especialmente empinando y cuesta arriba, que recorre la Fuensanta a su regreso al santuario del monte, justo antes de entrar en él. Es un punto emblemático y uno de los momentos más emotivos para los romeros que acompañan a la Virgen en su trayecto.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Diez cosas que igual no sabías sobre la Feria de Murcia

Diez cosas que igual no sabías sobre la Feria de Murcia